5 consejos para incorporar el ejercicio en tu vida
Comenzar a ejercitarte diariamente es una de las mejores decisiones que puedes tomar para tu salud física y mental. No obstante, es cierto que comenzar este nuevo estilo de vida puede ser difícil y muy abrumador considerando los múltiples tipos de rutinas y ejercicios. Por ello, si estás pensando en empezar a hacer ejercicio pero no sabes por dónde empezar, este artículo es para ti. Esto es todo lo que necesitas saber sobre cómo comenzar una rutina y no dejarla.
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Encuentra una actividad que disfrutes
A pesar de lo beneficioso que puede ser el ejercicio, la realidad es que si no lo disfrutas, no lo mantendrás. Si la respuesta es que tienes que obligarte a ir al gimnasio, eso es una señal de que necesitas buscar un tipo diferente de actividad. La clave es seguir intentándolo hasta que encuentres algo que haga ‘clic’ contigo y esto evidentemente es diferente para todos. Encuentra un equilibrio entre probar actividades accesibles con las que te sientas cómoda y probar otras que te desafíen, que con el tiempo te puedan encantar.
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Comienza despacio y no pierdas el hábito
Lo más importante al comenzar una rutina de ejercicios es la constancia, por eso es vital empezar poco a poco y despacio. Esto no significa hacer ejercicio hasta el agotamiento todos los días, sino más bien hacer un esfuerzo constante, uno que te ayudará a desarrollar tu nivel de condición física con el tiempo. Así evitarás posibles lesiones y saturación física y mental que impedirán que construyas este hábito en primer lugar. También es importante contar con el apoyo adecuado, ya sea asistiendo a una clase grupal con un instructor experto, pidiendo consejos al personal de tu gimnasio, contratando a un entrenador personal que pueda ofrecer orientación o empapándote de información de profesionales en las redes sociales.
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Separa un horario para ejercitarte
Aunque encontrar el tiempo para hacer ejercicio puede ser difícil, el consejo de expertos como Christie Ward-Ritacco, profesora asociada de kinesiología en la Universidad de Rhode Islandes, es observar detenidamente tu horario y pensar en qué hora sería mejor ejercitarte, según tus compromisos personales. Ya sea un entrenamiento matutino para despertarte o uno nocturno para deshacerte del estrés de tu día, asegúrate de comprometerte a esta actividad como parte de tu rutina de cuidado personal, que es igual o más importante que tus otras actividades.
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Recuerda por qué te ejercitas
Es importante recordar por qué tomaste la decisión de empezar a ejercitarte para seguir motivada y convertirlo en un hábito diario que disfrutes. Un cuerpo saludable y tonificado son buenos incentivos, pero una mejora en tu estado anímico, alza en tus niveles de energía, mejor sistema inmune y salud en general, así como conciliar un sueño más reparador son premios que una rutina de ejercicios brinda y que convence a muchos a seguir en este camino. Toma responsabilidad en tus acciones y mira al ejercicio como un acto de amor propio para cuidar lo más importante que tienes, ¡tú misma!
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No olvides la motivación
Una buena manera de empezar a ejercitarse, pero sobre todo convertirlo en un hábito, es combinarlo con algo que te guste o ayude a no dejarlo de lado. Comprometerse con otra persona, como un compañero de entrenamiento, no solo hará que te sientas más acompañada, también va a monitorear tu progreso y te hará responsable! También puedes informarle de este nuevo proyecto a tus amigas o familiares para que verifiquen tus avances. Otra forma de motivarte es comprándote un conjunto de ropa deportiva bonito para tus 'workouts' o pensando en dónde estarás en seis meses con todo el esfuerzo que estás haciendo.
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