Si estás muchas horas sentado en la oficina y no practicas ningún deporte, podrías experimentar problemas de salud. El más frecuente es el dolor de espalda y se debe generalmente a la mala postura que adoptamos al sentarnos.
Para aliviar estos dolores, María Teresa Cortés, profesora de yoga de Bodytech, comparte cuatro posturas que nos ayudarán a combatir estos dolores.
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1. La postura del gato o de la vaca
Esta postura de yoga ayuda a calmar el dolor de espalda especialmente en la espina dorsal. Permite estirar los músculos que utilizamos para soportar nuestro peso.
¿Cómo realizarla?
Ponte sobre manos y rodillas fijas (como se muestra en la foto). Una vez situada, mueve tu tronco hacia arriba, arqueando la espalda todo lo posible (postura del gato). Ahora realiza el movimiento en forma contraria, arqueando tu espalda hacia abajo (postura de la vaca).
2. La postura del niño.
Esta es una de las posturas más sencillas en yoga. Permite relajar el cuerpo completamente, y estirar la espalda de forma controlada.
¿Cómo realizarla?
Sentada sobre tus pantorrillas, estira los brazos y aléjalos de tu cuerpo. Presiona hacia el suelo de forma firme pero relajada. Si deseamos estirar los músculos intercostales (entre las costillas), pasa uno de los brazos por debajo del cuello.
3. Postura de las piernas en la pared
Aunque parezca demasiado sencilla, esta postura estimula la circulación en las piernas y combate las várices, ayudando también a la musculatura de la parte baja de nuestra espalda.
¿Cómo realizarla?
Échate boca arriba con las piernas apoyadas en la pared, con alguna almohada o toalla que te ayude a mantener la postura si lo consideras necesario. Es importante que las piernas se mantengan lo más vertical posible.
4. La postura pinza de pie
Esta postura de yoga para calmar el dolor de espalda puede realizarse de pie o sentado y nos da flexibilidad, además de estimular nuestro sistema digestivo.
¿Cómo realizarlo?
En cualquiera de las dos posturas (parados o sentados), inclínate hacia los pies para tratar de tocarlos, intentando estirar los músculos lumbares lo máximo posible.
Encuentra la comodidad en la postura para mantenerla, se trata de estirar, no de sobrecargar.