¿Esfuerzo intenso repentino? Aprende a evitar la fatiga muscular y mejora tu rendimiento físico

Más de una vez debe haberte pasado que de pronto retomas el deporte y al día siguiente tu cuerpo está completamente adolorido. Esa es una señal de fatiga muscular. “La fatiga muscular es una respuesta natural del cuerpo ante el esfuerzo físico y depende de los distintos niveles de ejercicio que se efectúen. De cierto modo, esta sensación hace que el cuerpo se vaya acondicionando a las actividades que está realizando. Sin embargo, si el cambio es muy brusco, se puede generar una fatiga más grave”, señaló Giancarlo Becerra, director de la carrera de Terapia Física en la Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas.

Por ejemplo, en palabras de Becerra, si una persona comienza a caminar 20 pasos y luego, al día siguiente, hace 25, esta fatiga ayudará al acondicionamiento de su cuerpo. Sin embargo, si se pasa directamente de 20 a 50 pasos, la molestia muscular puede ser mucho más fuerte y generar distintas consecuencias.

Según David Vera, traumatólogo de la Clínica Ricardo Palma, la fatiga muscular es un síntoma, es decir, una molestia expresada por el paciente, la cual generará una disminución de la capacidad de producción de trabajo muscular. “Esta limitación puede afectar las actividades que realizamos cotidianamente para nuestro trabajo y nuestro día a día en general”, añadió.

“La fatiga muscular es un síntoma que puede ser producido de dos formas: central o cerebral y periférica o muscular. Cada una de estas dos formas comprende un grupo de enfermedades o condiciones. En el caso de la fatiga central, aparece en casos como el accidente o el derrame cerebral. Por otro lado, la fatiga periférica, surge en situaciones de ejercicio extenuante o sin intervalos de reposo”, enfatizó Vera.

En ese sentido, Becerra agregó que una de las señales principales es el dolor muscular, al igual que una sensación de ardor o quemazón en la zona afectada. Del mismo modo, indicó que la persona afectada también puede empezar a sentir su músculo distinto. “Por ejemplo, cuando corre, puede sentir que no lo hace con la misma intensidad ni velocidad de antes, pues le cuesta más”, aclaró.

En primer lugar, Giancarlo Becerra, especialista de la UPC resalta que depende del nivel de fatiga muscular. Por un lado, si es muy intensa, en la cual el paciente muestra una contractura tetánica o un calambre, se recomiendan los masajes con hielo para ayudar a una mejor recuperación. Por el otro, si el dolor se debe a una temporada de entrenamiento alto, se aconseja practicar la inmersión en hielo para una mayor oxigenación del músculo.

Del mismo modo, David Vera explica que, para poder tratar o resolver la fatiga muscular, se debe encontrar la causa. Por ello, un diagnóstico temprano y adecuado será fundamental para definir el tratamiento ideal.

“Lo más frecuente es el ejercicio extenuante, acompañado de dietas inadecuadas, para lo cual debe programarse el descanso del deporte y una dieta con proporción adecuada de carbohidratos. En el caso de deberse a una dieta baja en carbohidratos, podría apoyarse en suplementos vitamínicos y energizantes, como cafeína, taurina y carnitina, siempre bajo supervisión de un nutricionista o médico del deporte para evitar complicaciones de estos productos”, especificó Vera.

Para concluir, el experto de la Clínica Ricardo Palma resaltó que algunas de las causas más comunes son el ejercicio extenuante, el hipotiroidismo y el déficit de energía por una mala alimentación.