El deporte es lo que más me ha gustado hacer desde siempre. Cuando tenía a penas 3 años mi mamá me lanzó a la piscina para empezar clases de natación y desde ese entonces todos los veranos experimentaba un deporte nuevo, hice gimnasia, tenis, vóley y handball. Ingresé a la universidad a estudiar una carrera y por falta de tiempo tuve que dejarlo todo. Algunos años después, me rendí porque pensé que no había un deporte que vaya con mis gustos, ya que hacer gimnasio convencional me resulta muy aburrido.
Este año me inscribí en el gimnasio, porque era momento de iniciar el 2023 de una manera saludable y no me quedaba de otra que comenzar con una rutina de pesas tradicional, pero viendo los horarios, descubrí el Fit Boxing, un trabajo aeróbico de alta intensidad que busca elevar el sistema cardiovascular. Se combinan los trabajos del box, taekwondo y karate y va de la mano con trabajos pliométricos. Fui a la primera clase y lo disfruté muchísimo, ya que Richard Ortega, el encargado de llevar la clase, fue muy amable al recibirme y guiarme.
Comenzamos con el calentamiento, unos movimientos suaves para que el cuerpo se vaya acostumbrando al trabajo, unos puñetes y patadas al aire, y un poco de estiramiento. Me sentí muy feliz de estar probando algo nuevo y diferente que me hizo salir de mi zona de comfort, ya que, tengo 23 años y tenía en mente el estereotipo de que las clases en un gimnasio eran para “señoras”, pero fue todo lo contrario. Hay hombres y mujeres de todas las edades que se reúnen para desgastar energía, ejercitarse y sacar el estrés del cuerpo; como dice Richard, “Si tienen un problema, visualícenlo al frente y golpeen lo más fuerte que puedan para que boten todo”.
Poco a poco fue aumentando la intensidad y aunque me costó coordinar un poco, debido a que era la primera vez, Ortega fue armando una secuencia de ejercicios al ritmo de la música, y como realizamos los ejercicios con él, quien nos trata de motivar, causa mucha más ganas de seguir a pesar del descanso resulta ser más divertido y dinámico.
Luego de 30 minutos de secuencia, nos dieron 5 minutos para tomar agua y respirar, en ese momento, no sentí que realmente estaba entrenando, sino que estaba haciendo algo que disfrutaba y el plus era que ejercitaba mi cuerpo. Los ejercicios parecen fáciles, pero conforme va avanzando la secuencia va siendo un poco más complicado.
Finalmente, continuamos con la secuencia, cambiamos de lado, porque todo lo estábamos iniciando con el lado derecho del cuerpo y luego combinamos ambos lados. La música culminó luego de 1 hora de entrenamiento y cerramos un una serie de estiramientos para que los músculos se relajen.
¿Cómo me sentí haciendo Fit Boxing?
Salir totalmente sudada de hacer una hora contundente de ejercicio no tiene precio. El cuerpo se siente cansado, pero es una sensación agradable. La mente también es una de las beneficiadas, ya que a la hora de hacer ejercicio, botamos muchas hormonas de la felicidad, entre ellas la dopamina, la serotonina y la endorfina.
En base a mi experiencia, hacer este deporte me hizo sentir:
- Mucha felicidad.
- Relajación.
- Me permitió dormir muy bien en la noche.
- Me mantuvo más activa en el día y al día siguiente.
- Me ayudó a ordenar mi día, ya que comencé temprano y me establecí un horario que debo seguir con disciplina.
- Satisfacción, porque poco a poco voy mejorando y subiendo de nivel.
- Cambios en mi cuerpo: Actualmente, sigo entrenando y el ver que poco a poco mi cuerpo va obteniendo cambios positivos me hace sentir muy contenta.
Se pueden acceder a los entrenamientos de Fit Boxing con Richard Ortega en los gimnasios X-Fly. Más información al número 7643809 o en las redes sociales.
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