Mar, playas y más
Referirse a la Costa Verde para el poblador limeño es asociar directamente al circuito de playas, que es muy frecuentado en los meses de verano. En sus casi 20 km de extensión litoral abarca seis distritos (Barranco, Miraflores, San Isidro, Magdalena del Mar, los más poblados Chorrillos y San Miguel), con una población que bordea los 700.000 habitantes residentes en una morfología física y sociocultural variada.
La Costa Verde principalmente es un lugar de destino y un espacio físico de múltiples actividades. Alberga la diversidad de recursos marinos que son explotados por los pescadores artesanales de Chorrillos principalmente. Es un espacio para el desarrollo de actividades deportivas como el ciclismo, trote, surf (la más emblemática de ellas), la recreación en sus playas, sus acantilados bordeados por una serie de malecones y parques para observar el paisaje costero, sin olvidar que es una vía de tránsito vehicular creciente que une Chorrillos con el Callao. Su desarrollo y proyección depende de la Autoridad del Proyecto Costa Verde, órgano descentralizado de la Municipalidad Metropolitana de Lima, que tiene en el papel autonomía administrativa, técnica, económica y financiera.
San Miguel y Magdalena poseen la zona de Costa Verde que se ha formado por la modificación del espacio físico. En la actualidad allí se realizan actividades diversas, como ferias gastronómicas. Hay parques de diversiones e infraestructura urbana para el deporte, la recreación, entre otras, y por la amplitud del litoral es posible tener un óptimo desarrollo inmobiliario. Contigua a ella está la Costa Verde tradicional, que abarca lo que se conoce como el circuito de playas de Miraflores, Barranco y Chorrillos: un polo de atracción muy diverso.
El desarrollo de la Costa Verde desde el 2011 se está implementando a paso lento en infraestructura, equipamiento urbano y vial del lugar, que la actual gestión debe potenciar. Sin embargo, el problema es cómo se proyecta y gestiona la implementación de la obra pública. Una muestra de ello es la ejecución del tercer carril vial en la zona de Miraflores, que está generando un problema para los surfistas y bañistas, por la casi destrucción de las playas Redondo y La Pampilla. Frente a ello es necesario un diálogo franco entre Lima Metropolitana, el alcalde de Miraflores y los surfistas, quienes son la parte afectada, y llegar a una solución técnica viable, teniendo en cuenta que existe la Ley 26306, que declara a las playas de la Costa Verde de uso público irrestricto, comprendiendo la franja intangible de 50 metros a partir de la línea de máxima marea, y extendiéndose a mayor distancia, según las disponibilidades de espacio tradicionalmente utilizadas para recreación.
Lima no debe perder el privilegio de ser una de las pocas capitales del mundo que mira hacia el mar. Por ello el tratamiento de la Costa Verde debe mantener los criterios de sostenibilidad ambiental, pensada principalmente en la escala del ser humano en armonía con el entorno existente.