Electores, ¡atentos!
Este año será escenario de campañas electorales. Esperamos que estas se caractericen por propuestas objetivas para dar solución a los problemas que debemos resolver en el corto plazo y con visión de futuro. Tenemos que resolver problemas urgentes como: inseguridad ciudadana, la falta de agua en la costa del Perú, el déficit de infraestructura (carreteras, vías férreas, puertos, etc.), falta de productividad en el agro, desaprovechamiento de nuestra biodiversidad, falta de calidad en la educación y en la atención de salud, corrupción, entre otros temas. También esperamos propuestas para aspectos de mediano plazo como el ir dejando paulatinamente nuestro modelo económico basado en la exportación de materias primas.
Los electores debemos estar atentos para que los planes de gobierno de las organizaciones que pretendan empezar a ejercer el poder político del país a partir del el 2016, tengan en cuenta los dos aspectos, los urgentes y los de mediano plazo.
La historia reciente y la no muy reciente nos muestran que propuestas totalmente demagógicas, que carecen totalmente de un sustento técnico, son las que ayudan a los candidatos en no pocos casos a vencer en las justas electorales. Esto no puede volver a repetirse. Los peruanos tenemos que estar más atentos a las propuestas de los candidatos y hacer una evaluación objetiva de sus propuestas.
En este sentido planteo que las propuestas electorales para el mediano y largo plazo con miras al 2016, muestren en la medida de lo posible cuantificaciones. No se trata de decir solo lo que se pretende hacer. Lo más importante es señalar: (1) cuánto va a costar, (2) de dónde se va a obtener el financiamiento, (3) en qué tiempo se va a implementar la medida y (4) cuál es el beneficio que obtendremos los peruanos por la implementación de esta medida. Esto evitará la demagogia y el discurso asistencialista politiquero.
Los partidos políticos ya debieran estar preparando estas matrices para que sean analizadas por el electorado. Los malos líderes políticos no deben aprovecharse de la falta de preparación de gran parte de nuestra población, que la lleva a aceptar propuestas demagógicas. Optemos por propuestas coherentes. Los peruanos queremos resolver creativamente los problemas urgentes así como dejar de basar nuestra economía en la extracción de nuestros recursos naturales para pasar a un modelo económico basado en la innovación productiva, producto de la investigación científica y el desarrollo de tecnología. ¿Pero, cuántos líderes saben realmente el costo de todo este proceso?
Las propuestas políticas deben tener el correspondiente sustento técnico. Muchas cosas se pueden prometer, pero lo más importante es saber cómo se ejecutarán. Esperemos con atención.