Mi Estambul
Hay varias maneras de llegar al centro de Estambul (o a uno de los centros) desde el aeropuerto de Ataturk. Desde luego, la más rápida es por metro para evitar el terrible tráfico de la ciudad. Pero a aquellos que van a Estambul por la primera vez les recomiendo tomar un autobús o un taxi. De esta manera tendrán una primera vista de esta magnífica ciudad desde la ventana del vehículo con el mar de Marmara a la derecha y el paisaje urbano interrumpido por minaretes y cúpulas a la izquierda. ¡Es inolvidable! Es difícil decir cuál es mi ciudad preferida porque hay muchas opciones, pero Estambul está definitivamente entre las cinco primeras. He tenido el placer de visitarla seis veces y sé que continuaré yendo. Además tengo dos buenos amigos allá: Marhaba Korkut y Deniz. En esta ciudad se pueden ver vestigios de todos los siglos de la ocupación humana: muros romanos, iglesias bizantinas, bazares otomanos, edificios art deco y altísimos rascacielos.
La ciudad se encuentra a ambos extremos del estrecho del Bósforo, que conecta el Mar Negro con el Mediterráneo. Es la única ciudad del mundo situada en dos continentes (Europa y Asia). El Bósforo separa la parte occidental europea de la parte oriental asiática. Además, el sector europeo de la ciudad está dividido por una entrada de mar llamada El Cuerno de Oro. Resulta impresionante ver la cantidad de tráfico marítimo que pasa por el Bósforo.
Sultanahmet se sitúa en la ribera sur de la ciudad europea y es el barrio turístico por excelencia. Ahí se encuentran la Basílica de Santa Sofía construida en el siglo VI, que fue en su tiempo la iglesia más grande del mundo. Aquí también están la mezquita azul y el palacio de Topkapi. Si bien este barrio tiene una gran concentración de monumentos, sería un error limitar una visita a Estambul solo a ese barrio, ya que ha perdido su encanto al comercialismo. El verdadero encanto de Estambul está en perderse en sus diferentes barrios con habitantes y arquitecturas diversas.
Siguiendo la línea del tranvía de Sultanahmet se llega hasta el barrio de Eminonu. Aquí se encuentra el Bazar Egipcio, donde se pueden comprar condimentos y dulces. Sus calles se especializan en vender diferentes tipos de mercancías según la manzana. De aquí también salen botes que llevan a la ribera asiática. En el puente de Eminonu siempre se pueden encontrar personas pescando.
Al frente de Eminonu se puede divisar la torre de Galata construida por los genoveses.
El barrio aledaño a la torre es muy pintoresco y contiene casas del siglo XIX y principios del siglo XX. Algunas están muy bien conservadas y otras están en un estado deplorable.
La calle Istliklal Cadesi es la principal avenida comercial de la ciudad y está cerrada al tránsito vehicular, salvo un tranvía a la antigua que recorre tres kilómetros de hermosas y elegantes casas convertidas en hoteles, restaurantes y bares hasta llegar a la principal plaza de la zona europea, la Plaza Taksim.
El barrio de Beyoglu se encuentra en las calles alrededor de esta avenida y cuenta con rincones y callejuelas llenas de pequeños restaurantes y tiendas de antigüedades.
Desde lo alto de los edificios ubicados en Taksim se pueden ver el tráfico marítimo del Bósforo, la isla con la Torre de la Princesa, y la parte asiática de la ciudad.
Bordeando el Bósforo hacia el este de Taksim llegamos al bohemio barrio de Ortakoy, situado al pie del primero de los dos puentes que cruzan el Bósforo. En los quioscos de este barrio se puede probar la riquísima papa rellena de Ortakoy.
A ambos lados del Bósforo se encuentran elegantes barrios residenciales que albergan algunas de las casas más caras del mundo.
Los barrios de Etilier y Levent y Maslak son los centros comerciales y financieros de Turquía donde se encuentran sedes de bancos y grandes empresas. Turquía es una de las economías más pujantes del planeta en estos momentos.
Los modernos rascacielos contrastan con las murallas romanas e iglesias bizantinas de casi dos mil años de antigüedad.
Uno de los mayores atractivos de Estambul es perderse en los barrios no turísticos y observar la vida diaria de la gente.
Tomar jugo fresco de granadilla…
Comer pan fresco…
Apreciar barrios que han ido evolucionando con el tiempo y por donde han pasado griegos, armenios, judíos, kurdos y otros inmigrantes de Anatolia rural en barrios como Fatih, Balat o Fener.
Los turcos son grandes amantes de los gatos.
Les recomiendo entrar a alguna mezquita no turística.
Finalmente les recomiendo salir de Sultanahmet y explorar tranquilamente la ciudad para descubrir rincones y lugares secretos que podrán volver a encontrar cada vez que vuelvan.