En defensa de Salomón
Libman debería ser el arquero de Perú este lunes ante Uruguay por la Copa América. Punto. No me fijo ahora en la camiseta del club que defiende, solo propongo que se recuerden sus presentaciones cuando defendió a la selección y en el nivel ascendente que nunca se detuvo durante los amistosos de los microciclos. No le recuerdo ningún blooper, ninguna pose fuera de lugar, ninguna falta de profesionalismo; más bien sobriedad pura. Pero Libman, al parecer, habría perdido el puesto ante Raúl Fernández.
Este periodista se encuentra en la ciudad de Mendoza, Argentina, desde hace días cubriendo a la selección nacional y expongo mi punto de vista desde lo que puedo percibir y enterarme por fuentes del equipo, por ocasionales amigos, etcétera. Y también quiero dejarlo claro: no estoy en contra de Fernández, quien si es finalmente elegido por Markarián tendrá todo mi aliento para que al país le vaya bien y la camiseta no se manche. Sus manos serán las mías si es que tengo que escribir una alegría para el Perú.
Y es que el puesto de arquero es especialmente sensible para la afición cuando lo pelean los dos mejores que pertenecen a los clubes más populares. Habrá de todas formas un sesgo que no había desde hace mucho porque Leao Butrón -el anterior referente de los tres palos- defendía a un club con escasos hinchas, aunque tenía pasado blanquiazul.
Libman solo ha recibido un gol con la selección y fue ante Jamaica. Mentalmente es sólido por todo lo que le costó pasar desde que salió del Boys y en Alianza siempre tuvo una pelea -a mi parecer- desigual con George Forsyth por cuestiones extrafutbolísticas. Libman fue un excelente profesional para acatar la suplencia, pero nunca desmayó hasta verse titular y conseguir un rendimiento, actualmente, notable, con un estilo particularmente serio de atajar y cumpliendo un axioma fundamental: que los remates fáciles que le llegan no parezcan difíciles de controlar.
Poco propenso a los ‘bloopers’, Salomón tiene mejor juego con los pies y una clara voz de mando para ordenar desde su lugar al resto del equipo. Pero no jugaría.
¿Cómo habría conseguido la titularidad Raúl Fernández? Por el consejo de Óscar Ibáñez al ‘Mago’. Y obvio, es su trabajo recomendar por la función que desempeña en el comando técnico. No acuso ninguna cosa extraña en eso, tampoco creo que exista alguna intención de daño ni preferencia por los años que trabajaron juntos en Universitario como se ha especulado. Realzo las grandes virtudes de atajador que tiene Fernández, pero esto es solo para fijar mi posición como periodista por el trabajo que vengo presenciando en Mendoza para El Comercio. Ahora lo que espero es que Perú derrote a Uruguay, Markarián sea inteligente (lo es) para mover las fichas y consolide un sistema defensivo efectivo que tanto nos ha costado sostener. Y en ataque, Paolo Guerrero encuentre la iluminación las pocas veces que Perú pueda llegar con claridad al arco charrúa porque también es verdad que con el tema de los lesionados hemos perdido un potencial de ataque impresionante. Pero como siempre y ante todo, VAMOS PERÚ.
Los invito a seguirme en Twitter con mucha información de Perú en Argentina: @elkinsot_DT