Falta mucho más por hacer
Por: Eva Huamán
Corresponsal escolar asignada
Fe y Alegría N° 2 SJL
En estas semanas hemos sido testigos del enorme corazón solidario del pueblo peruano con nuestros hermanos del sur chico, quienes cada día colaboran de diferentes maneras, ya sea donando víveres, ropa, dinero o compartiendo su tiempo trabajando como voluntarios, con el propósito de agilizar el envío de donaciones a esas zonas donde la ayuda aún no llega.
Ante esta muestra de solidaridad, nuestro equipo de corresponsales escolares asignados no pudo quedarse atrás y con su campaña “corresponsales en acción” visitaron este último sábado 25 el Estadio Nacional, para llevar las donaciones recolectadas por los alumnos de diferentes instituciones educativas que participan en el concurso “Crea tu propio periódico escolar” que organiza diario El Comercio.
Al llegar al Estadio Nacional, era visible la cantidad de víveres y ropa almacenada en cientos de sacos apilados por voluntarios, en su mayoría jóvenes como Walter de la Cruz Moreno (23), estudiante de la universidad Alas Peruanas, que desde hace 2 días apoya en el Estadio Nacional, clasificando la ropa que llega, “estamos dando un granito de ayuda, ya que nadie está libre de nada”, explicó mientras observaba la cantidad de donaciones que debía revisar.
Sin embargo, no solo los voluntarios de distintas empresas, universidades o entidades prestan su ayuda, lo hacen también gente común y corriente como doña Eugenia Campos (50), quien participa en esta labor movida por el dolor que sufre su familia en Huancavelica, que al igual que nuestros hermanos de Pisco, Chincha y Nazca, han perdido su hogar. Su jornada comienza desde las 6:30 a.m. y culmina a las 6:30 p.m., 12 horas que no llegan a ser suficiente para aplacar de alguna forma las necesidades de las víctimas del terremoto ocurrido en Pisco.