La fiebre del carnaval
Por Jacqueline Marcos Alvarez
Corresponsal Escolar
Desde hace años en que se sigue la tradición de los llamados “Carnavales” que se acostumbra a celebrar en febrero como toda festividad, esta atraviesa por diversos cambios, ya sea para animar a las personas que continúen con esta celebración o para distorsionar nuestra costumbre.En Lima, el carnaval es un juego que consiste en mojar con agua a cualquier persona que vaya por las calles, pero esta situación ha causado demasiada polémica puesto que en distintas circunstancias las personas que han sido afectadas siempre fueron las que se dirigen a estudiar, a trabajar o a realizar sus actividades cotidianas, y eso los perjudica porque cuando llegan a sus centros sean laborales o de estudios son amonestados, por eso que al público en general les incomoda, que se mantenga los carnavales.
En el pasado, en las casas de familia practicaban este juego de agua o los ataques con pintura de colores y papel picado. Se usaban los chisguetes, serpentina, y antifaces. Se celebraban de manera moderada, con respeto y era momento de diversión; en cambio, ahora los jóvenes lo han deformado, lo toman como escusa para en ocasiones faltar el respeto o en muchos casos jugar de manera salvaje.
En nuestra ciudad se ha aprobado un decreto para que se suprima todo juego de carnaval; pero por falta de información hay pobladores que desconocen esta ley y siguen practicándolo.
En otras ciudades son conocidos como “Yunzas o Cortamontes”, en estas fiestas todavía se puede observar que se guarda la tradición de antaño, como en Cajamarca, Junín, Puno, Cusco u otros donde los carnavales son celebrados con grandes festividades, corsos, reinados, bailes y desfiles.