Ventanilla bailó sin parar en el "Gran Clic Tonero 2009"
Texto: Marco Gamarra Galindo
Video: Mauricio Vivanco Estela
Foto : Juan Carlos Espinoza Peña
Corresponsales Escolares Asignados
El último sábado de marzo el populoso distrito de Ventanilla, situado a dos horas de Lima, vivió un gran espectáculo de fin de verano en el complejo deportivo Antonia Moreno de Cáceres. Una vez instalados fuimos testigos de un lleno total. Toda la gente chalaca esperaba con ansias ver en acción a sus cantantes y orquestas favoritas que ofrecían lo mejor de su repertorio y recordar las canciones con las cuales se enamoraron.
La fiesta se inició con el joven grupo Iberia, que se encargó de conectar a toda la concurrencia, la mayoría salsera. El momento más fuerte de la noche lo puso la orquesta de salsa Camaguey que al ritmo de su ¡hey, hey camaguey! puso a bailar a toda la gente proveniente de Ventanilla, La Perla, La Punta y otros distritos del Callao. El público vibró y coreó canciones como: “Vivir sin trabajar”, “Una tarde gris”, “Cama Camagüey”, la popular “Ya para qué” y varios éxitos de El Gran Combo de Puerto Rico y La Sonora Ponceña. Así culminó la primera parte del festival.
Minutos más tarde apareció Juaneco y su Combo, grupo del oriente de nuestro país, que al compás de canciones como “Mujer Hilandera”, “Ya se ha muerto mi abuelo”, “A la fiesta de San Juan” y “Anaconda” nos trasladó hacia algún lugar de la selva peruana, quizás a Pucallpa y fue en medio de toda esa gran algarabía que vimos como se nos esfumaba un sábado, entre cánticos y saltos de los asistentes.
Pero aún había más. En otro momento de la noche, el sonero puertorriqueño, Junior González, tomó el mando del concierto y con sus clásicos temas como: “El paso de Encarnación”, “Gitana”, “Tengo derecho a ser feliz”, “Cari Caridad”, la más reclamada: “La Cartera” y algunas canciones del mítico Héctor Lavoe, se metió al público en los bolsillos.
La faena musical culminó a ritmo de cumbia con Los Caribeños de Guadalupe que nuevamente, demostraron por qué la cumbia está de moda. A pesar de ser las dos de la mañana, la gente aún permanecía en el recinto como si estuvieran clavados en el.