La charlatanería en medicina
Los charlatanes en medicina han existido siempre. Desde los antiguos vendedores de pócimas mágicas y aceite de culebra, hasta los modernos vendedores de hierbas, suplementos y tratamientos alternativos, quienes usando los medios de comunicación, aprovechan de la ingenuidad de la gente para darles gato por liebre.
Algunas de las razones de su existencia incluyen la falta de información y acceso al sistema de salud del público, el natural deseo de la gente de vivir con más salud, el efecto placebo que alivia los síntomas, las enormes fortunas con las que los charlatanes compran espacios en radio y televisión y por último, el aprovechamiento del dolor y frustración de la gente ante los límites de la medicina convencional. Hoy veremos las técnicas de mercadeo más comunes usadas por los charlatanes para vender sus productos, pero antes, definamos algunos importantes términos.
Medicina convencional: Es la que usamos comúnmente en el mundo occidental y tiene al médico, al centro de salud y tratamientos científicamente comprobados como sus ejes centrales. Ha sido criticada por preferir el tratamiento de la enfermedad y no dar énfasis a la prevención.
Medicina complementaria: Es aquella que ayuda usando intervenciones y técnicas en paralelo a la medicina convencional, meditación, yoga y masajes son algunos ejemplos.
Medicina alternativa: Es la que pretende reemplazar a la medicina convencional. Yo he visto pacientes con cáncer que rechazando tratamientos comprobados, buscaron ritos mágicos y espirituales, hierbas y pociones de origen desconocido. Todos regresaron arrepentidos muy graves al hospital.
El gran problema es que la charlatanería hace mucho daño al inocente usuario. Cuanta gente que se siente débil y cansada por ejemplo se deja llevar por la propaganda de una vitamina, de un suplemento mineral o de una hierba y posterga su visita al médico. Cuando un buen día vomita o defeca sangre y recién se descubre que tiene un cáncer del estómago o del colon, a quien echarle la culpa. ¿al charlatán que se enriquece con la venta de sus productos?, ¿a la ingenuidad de la persona? ¿a la falta de acción de la sociedad que no educa al público? ¿a la falta de acción de las entidades gubernamentales que no ejercen su función reguladora?, ¿al medio de comunicación que sin pensar en la comunidad que sirve, vende su espacio para lucrar con el engaño?
Los siguientes son los trucos mas frecuentes que usan los charlatanes.
- Ofrecen curas rápidas, sin esfuerzo y “garantizadas”, tales como hacer bajar de peso sin dieta ni ejercicios o hacer crecer el pene.
- Anuncian sus productos como una cura milagrosa para un gran número de enfermedades.
- Anuncian que pueden tratar problemas médicos que ya han sido desahuciados por la ciencia.
- Ofrecen productos que sólo ellos saben preparar y que aun “no han sido reconocidos” por la ciencia médica y usan palabras claves como “cura milagrosa” o “remedio antiguo”.
- Dicen que sus productos son 100% naturales y no contienen sustancias químicas.
- Anuncian tentadoras ofertas, como “compre 2 frascos por el precio de uno” o “llame en los próximos 15 minutos y recibirá un frasco gratis”.
- Presentan testimonios pagados de personas que aseguran haberse beneficiado al usar los productos del charlatán. Así, se tiene el calvo a quien le creció el pelo o la persona con cáncer que se curó después de haber sido desahuciada por los doctores.
- Mezclan ciencia con fantasía. Esto es muy común para profesionales de la salud que venden vitaminas, hierbas y minerales como el magnesio y selenio.
- Son muy afectos a usar a Dios en sus ofrecimientos y aparentan espiritualidad y religiosidad.
- Ofrecen garantía absoluta y devolución del dinero si el producto no funciona, pero ¡que hombre se va a quejar de que el pene no le creció con las pastillas que le vendieron!. El charlatán sabe muy bien que la gente acepta calladamente que la engañaron.
- Por último, y esto es muy triste, sabiendo que la gente está desesperada por algún caso grave en la familia, ofrecen solución al problema con sus medicinas naturales y milagrosas, diciendo “no perdemos nada con probar”.
No olvidemos que a diferencia de los científicos y los profesionales de la salud, los charlatanes no hacen estudios científicos con sus productos, o si los hacen, están auspiciados por ellos mismos.
Las victimas mas frecuentes de los charlatanes son personas de edad avanzada, quienes tienen problemas de salud crónicos y difíciles de manejar, o los de edad mediana que sienten ya el miedo al paso de los años. Últimamente, sin embargo, los charlatanes están apuntando a los jóvenes, ofreciendo cremas que hacen crecer el busto o las nalgas, pastillas que hacen crecer el pene, fajas magnéticas o de yeso para quemar grasa, pastillas quemadoras de grasa, sustancias que hacen crecer los músculos en el gimnasio (muchas veces mezcladas con los dañinos anabólicos), aguas vitaminadas u oxigenadas, shampoos para no volverse calvos, etc.
Por ultimo, le doy un truco par reconocer fácilmente al charlatán en la radio o televisión. Preste atención a lo que dice, si durante el programa menciona repetidamente e incesantemente sus productos, no deja de alabarlo repitiendo que sirven para todo, está frecuentemente dando teléfonos “para pedidos” o está constantemente pidiéndole al público que visite su centro de salud natural o alternativo, tenga mucho cuidado con su billetera. Le recomiendo que cambie de radio o de canal, o si desea, escúchelos y diviértase (o indígnese) viendo como el comerciante hace malabares para quitarle el dinero a la gente.
¿Conoce usted a algún charlatán con esas características?