“Dos noticias sobre el chequeo del cáncer”
Recientes investigaciones aportan nuevos datos sobre la eficacia de ciertas pruebas para detectar tumores en la próstata y el colon. Hoy veremos brevemente dos recientes noticias sobre el chequeo del cáncer. Una es sobre el cáncer de próstata y la otra es sobre el de colon o intestino grueso.
—CUESTIONAMIENTO DEL TACTO RECTAL—
La primera se publica en “Annals of Family Medicine” y reporta el estudio de investigadores de la Universidad McMaster (Canadá). El trabajo estuvo encaminado a demostrar la validez del examen de próstata que hace el médico general a través del tan odiado examen rectal. En otras palabras, ¿cuán útil es el examen rectal que hace el médico general para detectar cáncer de próstata? ¿Sirve realmente?
Los autores de este estudio hicieron una búsqueda bibliográfica intensa, tratando de identificar aquellas investigaciones publicadas en las que se demostraba una clara correlación entre los hallazgos del médico durante el examen rectal –por ejemplo, una dureza o un bultito– y el resultado de la biopsia de la próstata. Es decir, buscaron aquellos estudios en los que realmente se tenía una biopsia de próstata para comprobar la certeza del dedo del médico general en identificar un cáncer. Después de revisar miles de publicaciones, solo identificaron siete trabajos –que incluían a 9.241 hombres– que cumplían esas condiciones.
Los resultados no fueron alentadores. En primer lugar, el examen rectal hecho por el médico general no pudo identificar el 49% de los cánceres de próstata demostrados luego con una biopsia (en términos estadísticos, sensibilidad). El dedo del médico general no es tan certero en identificar el cáncer.
Del mismo modo, solo en el 41% de los casos en los que el médico general dijo que la próstata era normal, se demostró efectivamente que no había cáncer después de la biopsia (especificidad, en términos estadísticos). Podemos diferir entonces que este método tampoco es 100% eficaz para detectar un estado normal.
Con esos resultados, la probabilidad de que una anormalidad sospechosa encontrada en la próstata por el médico general sea en realidad un cáncer fue de solo un 41% (eso se llama valor predictivo positivo). Lo ideal es que ese valor se acerque lo más posible al 100%.
Por otro lado, la probabilidad de que un examen negativo de próstata coincida con que realmente el hombre no tenga cáncer fue del 61% (eso se llama valor predictivo negativo). Lo ideal es también que ese valor se acerque lo más posible al 100%.
Los autores concluyen que el examen rectal –hecho por médicos generales– no es útil en el diagnóstico precoz del cáncer de próstata.
Habrá notado un par de cosas en lo escrito hasta ahora, estimado lector. Primero, que en todo momento repetimos las palabras ‘médico general’, no ‘médico especialista’ –el urólogo– (su efectividad no está estudiada). En segundo lugar, hemos dicho examen rectal para identificar cáncer de próstata, no para otros problemas de salud. Hay que aclararlo porque ya en un artículo anterior sobre chequeo de este tipo de cáncer, alguna persona malintencionada tergiversó nuestro artículo diciendo que habíamos recomendado que el chequeo del cáncer de próstata no debía hacerse. De igual modo, no estamos diciendo que el examen rectal no deba hacerse, sino que el estudio dice que tiene valor limitado para la detección de esta clase de tumores. Su utilidad para examinar otro tipo de problemas del ano y del recto, tales como hemorroides, fístulas, fisuras u otra clase de cáncer, no está en discusión.
—VALIDEZ DE LA COLONOSCOPÍA—
El segundo estudio ha sido publicado en “Annals of Internal Medicine” y demuestra que la colonoscopía es un excelente examen para disminuir las muertes por cáncer de colon o intestino grueso.
Recordemos que más del 90% de estos casos ocurren después de los 50 años y que la enfermedad es completamente silenciosa y traicionera, y se encuentra en más de la mitad de los pacientes –incluso en EE.UU.– en estado avanzado e incurable.
Sabiendo que el cáncer de colon nace de una pequeña y silenciosa carnosidad llamada pólipo –10% a 20% de pólipos se convierten en cáncer–, el truco de la prevención y la detección precoz está en descubrir temprano ese pólipo. Si este es descubierto y extraído antes de que se convierta en cáncer, estaremos haciendo prevención, y si es identificado y removido cuando se está convirtiendo en cáncer, estaremos haciendo detección precoz.
En el estudio que comentamos, se compararon 5.000 casos de hombres con cáncer de colon con 20.000 hombres de características similares pero sin la enfermedad. Se demostró que la muerte por cáncer de colon fue 61% menor en aquellos a los que se les había detectado temprano el tumor con ayuda de la colonoscopía, comparados con los hombres que no se la hicieron.
Sabiendo que el pólipo canceroso sangra en minúsculas cantidades (sangre oculta), es posible también usar otro examen muy sencillo y que se hace en la casa, llamado examen de sangre oculta en las heces (FOBT, por sus siglas en inglés).
Ambos exámenes son muy útiles en la detección precoz del cáncer de colon. La diferencia está en que la colonoscopía se puede hacer cada cinco a diez años, mientras que el FOBT debe hacerse anualmente. Debido a que aún no está muy claro cuál prueba es mejor, ya están en curso estudios que las están comparando directamente. Pero si usted tiene 50 años o más, le recomendamos que no deje pasar el tiempo y se haga una u otra, antes de que sea demasiado tarde.