Carta a los Lelos Universales
Después de tres semanas en Lima regreso a Cusco con la inquietud de que la gente me vea como un modelo a seguir. Me han dicho durante estos días: “Quisiera tener tu vida”, “¡Cómo quisiera tener la valentía que tú tuviste y dejar todo esto!”. Y es difícil responder o poner una cara, porque es fuerte, una responsabilidad enorme que alguien quiera ser “como tú”.
Una persona “como yo” es alguien que renunció al juego de tronos y está relajado, que vive en la naturaleza, que desarrolla sus sueños, que no trabaja para nadie, que no está preocupado por el carro, la casa, la deuda con el banco, el hijo, el prestigio, la posición social, la competencia, el MBA, que se despierta frente a una montaña, que anda descalzo, que está enamorado, que te dice “feliz” cuando le preguntas “¿cómo estás?”
Todo esto es verdad. En general, soy así. También me preocupo por la plata, que no alcanza, que hay que pagar el alquiler y más. Es decir, tengo preocupaciones como ustedes hermanos, la única diferencia es que son las preocupaciones de mis sueños, no de los sueños de alguien más.
Vivir mi vida como me da la gana me da la fuerza cuando todo se pone difícil. He tenido que cantar en combis, mercados, calles, rescatar el almuerzo para dos con tres soles, no salir a restaurantes fichos, no haber hecho el Camino Inca, caminar por no tener plata para el micro y más… es decir, he tenido carencias y las seguiré teniendo seguramente. Y eso está bien. Está bien tenerlas, porque en el fondo no me falta nada mientras me dedique a lo que me gusta.
Hermanos lelos, les escribo esto sin saber si realmente a alguien le interesa leerlo. Pero el mensaje potente es que hay que hacer lo que uno ama, no hay punto medio. No existe “Mi trabajo me gusta, pero…”, no hay razón para no vivir de lo que te encanta, no hay excusa para no hacer lo que te nace. Sé que nos dijeron de chicos “¡No puedes hacer en esta vida lo que te da la gana!”, bueno, tengo una notica para darles, ya que estamos en un blog, esencialmente informativo: ¡SÍ, PODEMOS HACER LO QUE NOS DA LA GANA!
La única condición es que sea para algo bueno, que haga algo, que mueva, que inspire, que ponga la piedrita para la ruta de la evolución. No significa componer el nuevo Dark Side of The Moon (¿o por qué no?) sino simplemente recordar que la felicidad solo será redonda cuando haga feliz a alguien más.
Si no te encanta, no vale. Sino sudaste mientras trabajaste, no trabajaste, no cambiaste el mundo. Si no dejaste todo en la cancha, no jugaste. Si tú eres feliz, el otro lo es. Matemática primaria. Hermanos, el mundo es posible, tú mundo es posible, solo tienen que estar dispuestos a cambiarse, porque lo de afuera seguirá igual y solo irá cambiando mientras todos cambiemos. All in. El tráfico, la bulla, Castañeda y el muerto de la mañana, todo eso no existe, el único atoro es tu miedo que se hace cáncer dentro tuyo. No vean en mí el sueño imposible que nunca harán, si lo quieren hacer dejen de quejarse y hagan el cambio. Dicen que he sido valiente pero yo no estoy tan seguro de eso. Ha sido, en general, fácil. Hay un plan tan chévere en el cielo que será su primer aliado cuando tomen la decisión, sino estaremos contra la corriente, como la única especie animal que no migra por su bienestar.
Termino esta Carta a los Lelos Universales con el ferviente deseo de empoderarlos, de decirles “SÍ” a aquello que cruza por su mente, porque como dice Lennon, sí, es la respuesta, el amor es la respuesta. El amor hará que todo sea posible, que vivan la vida de sus sueños y sin sufrimiento. El plan de una vida sana, sin dolor, plena, feliz y abundante es posible. Lo más bacán de todo es que depende de ustedes, hermanos lelos, habitantes del pórtico de la insondable leledad.
Yo no creo que mi vida es especial, o que tengo suerte. Creo que tu vida también es especial y que nadie tiene suerte. Si tuve suerte en algo fue en que me den ataques de pánico, me entre miedo a morir súbitamente hace algunos años y que eso me lleve a preguntarme aterrorizado “¿Qué hago acá, cuál es mi misión?”. Agradezco a la vida con toda mi fuerza que aquella pregunta no me tocará responderla cuando me esté muriendo realmente. Así que me siento complacido de hacértela, si estás virgen al respecto: “¿Qué haces acá, cuál es tu misión?”. Nos tocará enfrentarla a todos en algún momento, así que si has llegado hasta acá, te agradezco por darme el honor de ponerte en problemas. El resto es tuyo, pero tuyo es el mundo.
Somos libres, seámoslo siempre. El cielo está con cada uno de nosotros y en nosotros, cuidando nuestros ideales y, silenciosamente, colaborando para que los realicemos, como quien tapa con la mano la vela, para que al caminar no se apague.
Este es un blog de viajes, aunque no parezca, pero hay un punto en todo esto. Como diría el revolucionario comediante y hoy polvo de Saturno, Bill Hicks, la vida es “solo un paseo”.
https://www.youtube.com/watch?v=C6MZM-T1I7E