Mi experiencia con los peces
Foto: Arbron
Siempre escuché decir que antiguamente los psiquiatras aconsejaban tener peces a algunos pacientes con problemas mentales como la esquizofrenia o la depresión, y dejaban que estas personas se quedasen mirándolos por un tiempo determinado. Me imaginaba que esta indicación médica estaba dada por la tranquilidad que brinda el ver nadar a los peces en el agua calma, pero he comprobado que estos realmente brindan una sensación de libertad.En mi consultorio tengo unos peces Goldfish y Carpas, que conviven sin problemas en la misma pecera.
Cuando ingreso a mi consultorio todos se arremolinan hacia mi lado, si camino de un lado a otro me siguen hacia donde voy y si me detengo en un rincón, ellos hacen lo mismo.
Es posible que lo hagan porque les doy alimento, pero también puede ser porque ya me reconocen a mí o al mandil blanco que uso allí a diario. Y si otro médico -con su mandil del mismo color- entra a mi oficina, hacen lo mismo. Puede ser que asocien el color blanco con la idea de que los van a alimentar.
Yo he llegado a conocerlos uno por uno. Sé cuál es el más travieso (el que recorre la pecera de un lado a otro o salta en la superficie del agua), el más tranquilo (no nada mucho), y así varios ejemplos.
Y lo cierto mi estimado lector, es que me relaja mucho verlos.