Animales encerrados
Hace unos días visité la hermosa Cajamarca, y en uno de los paseos llegué a la Granja Porcón. Me llamó la atención cómo los habitantes de la zona han logrado convivir de manera casi perfecta con la naturaleza. Pero, -siempre hay un “pero”- hay un zoológico allí dentro con diversas especies animales no del todo bien cuidadas.
Decimos esto porque nos llamó la atención que los visitantes alimenten a los animales como si supieran cuál es la dieta recomendada para cada uno de ellos.
En el ingreso al recinto se recomienda comprar pan o galletas para alimentar a las especies del zoológico, pero nadie restringe a quién se le puede dar y a quién no estos alimentos. A simple vista se puede observar que la mayoría de aves tienen sobrepeso, y como siempre lo hemos dicho un animal gordo no es sano. Otros animales como los otorongos o el puma, están muy delgados, este último felino habita una jaula muy pequeña para su tamaño. Se le ve desganado y nos lleva a preguntarnos si estará sano.
Como sabemos, todo animal –sobre todo salvaje- que vive encerrado es como si fuese una bomba de tiempo. Está sometido a altos niveles de estrés.
Pudimos ver también cómo algunas personas irresponsables –a manera de broma y en medio de risas- daban de beber gaseosa a los monos choros.
Felizmente no todo es negativo, hay hermosos gansos que caminan libremente por el recinto y venados que tienen un amplio espacio verde como hogar.
A diario este lugar recibe decenas de visitantes pero no sabemos si hay alguien que cuide seria y responsablemente de los animales que allí habitan mientras dura el recorrido por el zoológico. Si lo hubiese, debe estar oculto.
Por ello, todo esto nos lleva a la pregunta ¿quién regula o controla ese zoológico?