¿Tatuajes contra robos?
En medicina veterinaria los tatuajes se han usado desde hace muchísimo tiempo, probablemente, poco después que en los seres humanos. Antiguamente se marcaba con fuego al ganado para saber su procedencia y quién era su dueño, y con los años se fue sofisticando la técnica hasta que comenzó a usarse en las mascotas.
Foto: 37prime
Esto, en un principio, con un fin terapéutico para los gatos y los perros que por un problema de despigmentación (lo que los predispone a un cáncer de piel) requerían que se les tatuara las zonas claras del cuerpo como las orejas, la nariz y el borde de los ojos.
Con los años surgió la idea de tatuar (con un tatuador especial) en las mascotas el apellido y número de teléfono de la casa del dueño, y el número de registro en casos de mascotas con pedigrí. Así, si el animal se perdía, quien lo encontraba podía llamar a reportarlo.
En los últimos días hemos visto cómo se ha retomado esta antigua práctica y muchas personas han llevado a tatuar a sus perros como medida de seguridad y por el temor a que se los roben. Pero es importante preguntarnos ¿un ladrón de perros tiene algún reparo en si el animalito lleva un tatuaje?, ¿lo detendrá saber que en la oreja va plasmado el número de DNI del dueño? No lo creemos, pues no es ninguna garantía. Ayudaría en caso alguien tome a la mascota y después pueda demostrarle que ese perro o gato le pertenece. Pero, para eso primero hay que encontrar al animal y después demostrar la pertenencia.
Un tatuaje en un animal, al igual que en una persona, debe hacerse con mucho cuidado porque pueden producirse hematomas en la zona tatuada. La anestesia es otro riesgo y ambos deben ser informados a los dueños para que lo tengan en cuenta.
En Lima se ha extendido mucho el número de mascotas, de allí que se creen mecanismos contra robos. Hasta que no llegue y sea más accesible el collar GPS para perros en nuestro país, recomendamos siempre el uso del collar para perro con una placa con el teléfono y dirección del dueño. Así, si se pierde el animalito y una persona bien intencionada lo encuentra con seguridad llamará al dueño. Además por algo se tiene que empezar para atacar -de alguna manera- la ola de robos de mascotas que cunden en nuestra ciudad.