Mi mascota y la Navidad: Cuidado con los cohetones
Llegó diciembre y con el transcurrir del mes se harán más intensas las celebraciones por Navidad. Desayunos, almuerzos y cenas navideñas con los compañeros de oficina y familiares, intercambios de regalos, compras y así, un sinfín de actividades.
Los más chicos también festejan, a su modo, durante este mes. Lo malo es que la mayoría de ellos se afana haciendo explotar juegos pirotécnicos como parte de las celebraciones.
Por ellos, escribimos este post. Pues como padres de familia, tíos, hermanos mayores, es más que importante reflexionar al lado de los chicos sobre algunos comportamientos que tenemos los humanos como parte de esta celebración, que afectan considerablemente a nuestras mascotas y a los animales menores en general.
Evitemos los juegos pirotécnicos
Todos los años aparecen nuevos tipos de cohetones. A la peligrosa “mamarata” se le suman otros aún más peligrosos. El ruido provocado por uno de estos productos no solo son dañinos para el oído de cualquier persona sino que además puede causar quemaduras, y hasta la pérdida de extremidades de los niños que los manipulan.
Centrándonos solo en las mascotas podemos decir que estos juegos pirotécnicos ponen en riesgo su tranquilidad e incluso su salud. Sobre todo de los perros, que reaccionan con gran nerviosismo y temor, pues su oído es mucho más potente y sensible que el del ser humano.
A nuestras mascotas aún podemos protegerlas en casa de las detonaciones de cohetones y otros pirotécnicos que son manipulados en la calle, pero imagínense a los animales que no tienen casa, no solo perros y gatos callejeros, sino las pobres aves que se desorientan y no saben dónde protegerse.
Además, hay que tener en cuenta que las aves, los perros y otros animalitos que no tienen casa se pueden comer los restos de estos cohetones, lo cual les generaría serios problemas en el aparato digestivo, si no la muerte.
Para tranquilizar a su mascota durante las fiestas, es necesario que:
- Esté acompañada de la familia, y que cuando se le vea nerviosa, se le acaricie.
- Mantengan cerrada la puerta de la casa, pero por si acaso colóquenle un collar con sus datos, por si llegara a escapar (instinto de supervivencia) y así se le pueda localizar.
- No la dejen sola en casa, pero si no hay otra opción, que no sea por mucho tiempo.
- Le dejen agua y su alimento concentrado.
- Quede encendida la radio en volumen moderado paro que la haga sentirse acompañada.
El peor error que cometemos las personas con nuestras mascotas es que tratamos de “humanizarlas”. Y no lo hacemos por maldad, al contrario, lo hacemos porque queremos compartir nuestras celebraciones y fechas especiales con nuestros animalitos. Pero ya saben, no es necesario.