Hacia la compra de nuestra libertad profesional
Muchas cosas malas nos pueden pasar en la vida. Una de ellas es estar atrapado en un mal trabajo, aquel en el que no estamos a gusto. Donde sentimos o sabemos que no tenemos futuro, en el que nos sentimos maltratados, poco respetados o, peor aun, donde nuestra ética y valores no son consistentes con los de nuestro empleador.
Obviamente, todos tenemos obligaciones que cumplir y no se trata de renunciar a un trabajo por situaciones que, muchas veces, terminan siendo pasajeras. Sin embargo, cabe preguntarnos si tenemos posibilidades de éxito haciendo algo que no nos interesa de verdad, para lo cual no tenemos talento natural, donde no estamos verdaderamente motivados o peor aun, donde cada día es un suplicio continuar. ¡Obviamente no!Es casi imposible cumplir de manera sobresaliente y ser reconocidos como buenos colaboradores si nuestro trabajo nos hace sentir permanentemente a disgusto, nos estresa sobremanera, no soportamos a las personas del entorno o menos aun a un jefe incorregible, si nuestra dignidad es afectada o si sentimos que no tenemos un futuro mejor a mediano plazo.
Todos sabemos que el éxito viene de la perseverancia, de la disciplina, del cumplimento del deber, de la confiabilidad, de la ética y de otras características que nos permiten cumplir con las responsabilidades acordadas. Sin embargo, el éxito viene también de hacer lo que a uno le gusta, le encuentra sentido, es consistente con su identidad y misión personal, tiene las competencias necesarias, puede hacerlo naturalmente bien y, ojalá, le apasiona hacerlo. Es decir, siendo leal a uno mismo.
A veces nos encontramos con personas atrapadas en un trabajo que odian porque simplemente no pueden darse el lujo de renunciar, de terminar el suplicio y buscar otro trabajo que les ofrezca satisfacción, desarrollo y futuro. Estas personas se sienten atrapadas porque tienen que cumplir muchas responsabilidades económicas y no han previsto ni preparado la manera de salir de una situación así.
La propuesta que siempre hacemos a quienes quieren desarrollar su carrera exitosamente es que tengan por prioridad crear un fondo de ahorros que les permita comprar su libertad cuando y donde sea necesario.
Ese fondo de ahorros nos permitirá irnos de un mal trabajo cuando sea imperativo hacerlo, cuando lo que esté en riesgo sea nuestro respeto personal, el cuidado de nuestra dignidad o nuestra verdadera satisfacción en el trabajo. Así, nuestros ahorros nos permitirán ser leales a nosotros mismos y a nuestro plan de carrera, mantenernos empleables y poder seguir creciendo laboralmente, sin descuidar nuestras responsabilidades económicas ni someter a la familia a un estrés extremo.
Muchos pueden pensar que esta propuesta es soñadora e irreal, más aun cuando los sueldos en nuestro país siguen bajos, el costo de vida alto y es difícil ahorrar. ¡Y son tantas las cosas para las cuales debemos ahorrar! Sin embargo, ahorrar para ser libres profesionalmente en caso de necesitarlo no es un lujo: puede llegar a salvar nuestra carrera y hasta nuestra salud emocional.
¿Cuánto es necesario? Los expertos hablan de al menos seis meses de costos fijos familiares. Suena a mucho dinero y esfuerzo obtener ese nivel de ahorro, pero nuestra dignidad, respeto por nosotros mismos, carrera, futuro laboral y empleabilidad los valen plenamente.