Corrida memorable en la Plaza de Acho (con resúmenes en video)
SE PERDIERON AL MENOS SEIS OREJAS POR LOS ACEROS
Para el recuerdo ● Gran corrida de Juan Pedro Domecq ● Ponce, inspirado y artista ● Talavante, maduro y sorpresivo ● Adame, valiente y entregado.
PABLO J. GÓMEZ DEBARBIERI
La corrida de ayer, sobre el papel, era una promesa de triunfo. Un cartel posible en pocas plazas del mundo. Enrique Ponce, en la cumbre de su imbatible veteranía –los años no pasan por él; mejora con el tiempo−; Alejandro Talavante, en el mejor año de su carrera –equilibra hondura con improvisación− y Joselito Adame, primera figura del toreo en México, con toros de Juan Pedro Domecq, esencia del encaste Parladé Domecq, desarrollado por el abuelo y el padre del actual ganadero, quien le ha aportado a sus toros más raza y emoción. Era para ver Acho lleno hasta la bandera. Allá los que no lo vislumbraron; se la perdieron. El conjunto ganadero fue sobresaliente, los toreros dieron lo máximo de sí y el resultado fue memorable; de esas corridas que no son frecuentes. No se cortaron varias orejas, al fallar con los aceros, pero nadie pudo apartar la vista del ruedo y los aficionados salieron de Acho encantados.
—Ponce—
Llegó a Lima tras cortar un rabo en Ecuador el viernes, lo que lo ha dejado íntimamente satisfecho; esa moral se le notó ayer. Su temporada este año ha sido grandiosa y lo del viernes fue el colofón.
Desde que se abrió de capote en el primero, se evidenciaron las ganas de triunfo que tenía. Lo lidió con mimo, cuidando la fuerza justa del toro. Inició el trasteo de muleta en el tercio, inteligentemente, sin forzarlo a salir a los medios hasta estar seguro de que el astado se había asentado. Solo entonces lo toreó magistralmente por naturales, intercalados con derechazos relajados y soberbios cambios de mano que encandilaron al público. La larga faena –recurrente en Ponce− dificultó la estocada y el triunfo grande quedó en una sola oreja.
Si aquella fue buena, la del cuarto, fue superior. El toro no era fácil; llevaba la cara alta. Pero Ponce lo fue sometiendo, templándolo y bajándole la mano. La raza del toro lo permitió y su fondo de bravura posibilitó un trasteo con soberbios, extensos y hondos naturales. Cambios de mano, redondos infinitos y pases por bajo, matizados con detalles que entusiasmaron al público, que, puesto en pie, lo aclamó –“¡Torero, torero!”–. ¿Faena de rabo? Tal vez, pero de nuevo el fallo con el estoque trocó los trofeos por una vuelta al ruedo apoteósica.
—Talavante—
El segundo tuvo un gran lado izquierdo y él tiene una notable zurda. Inició la faena por ese lado, pero incomprensiblemente basó luego su labor en derechazos, bajando el nivel del trasteo. Al final, tras unas manoletinas, un natural inmenso reconfirmó la clase del toro por el izquierdo. Era toro de triunfo grande, pero, entre no aprovecharlo al máximo por su mejor lado y un pinchazo, seguido de una estocada baja, aquel triunfo se esfumó.
Al quinto, el mejor de la corrida, Talavante lo empezó toreando de rodillas. Continuó por derechazos y naturales –toreo fundamental de categoría por ambos lados− para rematar de rodillas, entusiasmando al público. De nuevo, un pinchazo antes de una estocada, redujo un triunfo de dos orejas a una.
—Adame—
Le tocó el peor lote. El tercero, alto y basto, no humilló y fue incierto. Otro lo hubiera aliñado y matado pronto. Pero él, poderoso, técnico y valiente, no quiso quedarse atrás y se la jugó. Emocionó y demostró por qué es la primera figura mexicana. Estocada desprendida y una merecida oreja.
En el sexto, toro con ciertas complicaciones, volvió a estar valiente y solvente, pero tras una buena labor, lo pinchó y perdió otra oreja.
Una buena tarde, para el recuerdo, apesar de no haberse cortado las orejas que podrían haber obtenido los tres diestros.
El próximo domingo, el gran cierre de feria, Morante, Manzanares y Andrés Roca Rey con toros españoles de García Jiménez. Debe ser otra muy buena corrida.
EL VIERNES EN ECUADOR
Triunfo de Ponce y Roca Rey
El viernes 25, en Latacunga, cerca de Quito, Enrique Ponce y Andrés Roca Rey, mano a mano, protagonizaron una tarde para el recuerdo ante buenos toros de José Luis Cobo. El último cuarto de siglo, de Ponce, y el próximo en el toreo, de Andrés; 50 años de tauromaquia resumidos en una corrida. Ponce, una oreja y luego las dos y el rabo; Andrés, dos en cada toro. Las cuatro faenas, notables; pero la segunda de Ponce, una antología de temple y dominio de los tiempos y las pausas, que le valió cortar el rabo. El peruano no se opacó y logró entusiasmar al público, cortando dos orejas.
EL GANADO DE AYER
Toros españoles de Juan Pedro Domecq. En general, bien presentados. Fue una buena corrida, con matices en su juego y en las hechuras que presentaron, como es normal, pero que a la postre hicieron posible un festejo que tardaremos mucho en volver a ver, por lo interesante y bravos que fueron, en conjunto, los seis. Pocas veces es posible conjugar seis astados que redondeen una corrida memorable, a pesar de no haberse cortado los trofeos que ameritaban, al no acertar los toreros con los aceros.
1. Alucino. Número 106, con 522 kilos. Castaño. Con edad. Bajo, bien hecho y largo de cuello. Aplaudido de salida. Embistió con clase y permitió una larguísima faena, a pesar de tener la fuerza muy justa.
2. Orgía. Número 156, con 475 kilos. Negro zaíno, acapachado. Con menos cuajo que el primero, pero con edad. Tuvo un gran lado izquierdo y mucha clase en su embestida. Bravo. Era de dos orejas.
3. Flechillo. Número 170, con 552 kilos. Jabonero. Basto. Montado. El de peores hechuras y juego. Nunca metió la cara con clase; tuvo peligro y solo la decisión de su matador permitió una faena lucida.
4. Merecedor. Número 124, con 463 kilos. Colorado, ojo de perdiz. Bajo y bonito. Con edad, aunque algo justo de presencia. Tuvo raza, pero no fue fácil su lidia; sin embargo, sacó un buen fondo de bravura tras una larga y bien planteada faena.
5. Malcosido. Número 98, con 527 kilos. Colorado ojo de perdiz. Justo de cara. Toro de extraordinaria clase. Embistió incansablemente metiendo la cara por bajo. Otro toro de triunfo grande. Vuelta al ruedo al toro en el arrastre.
6. Dardillo. Número 145, con 461 kilos. Negro, algo montado, veleto. Le costaba humillar con la clase de sus hermanos. Junto con el tercero, fue el menos bueno, pero sin desmerecer el conjunto de la corrida.
FICHA DE LA CORRIDA
Plaza de Acho. 27 de noviembre del 2016. Cuarta corrida de abono. Aforo: tres cuartos de plaza.
Ganado. Toros españoles de Juan Pedro Domecq.
Toreros.
Enrique Ponce (España), de tabaco y oro. Oreja y vuelta apoteósica.
Alejandro Talavante (España), de azul eléctrico y oro. Silencio y oreja.
Joselito Adame (México), de morado y oro. Oreja y palmas.
RESUMEN EN VIDEO DE LA CUARTA CORRIDA EN ACHO (27 NOV 2016)
https://youtu.be/UjKHS596oKQ
Video: Paseillo.pe (Guillermo Rivas y Ayrton Laura)
RESUMEN EN VIDEO DE LA CORRIDA EN LATACUNGA (25 NOV 2016)
https://youtu.be/7wRjLNuJ9U4
Video: Roberto Juárez