Reseña de Kobra and the Lotus - High Priestess - Titan Music - 2014
La persistencia del sonido clásico del heavy metal debe ser una señal de que cuando la humanidad lo inventó alcanzó algo imperecedero que ya no nos dejará más. Por ello a pesar de las décadas transcurridas siguen apareciendo bandas que vuelven a exponer el heavy metal de siempre, aunque con alguna marca de personalidad, su propio estilo. En algunos casos son bandas para nostálgicos fundamentalistas, pero en otros nos topamos con grupos tan bien definidos que se nos ocurre que de haber existido en el periodo clásico habrían alcanzado gran notoriedad. Este es el caso de los canadienses Kobra and the Lotus.
Hace algunos años reparé en el primer disco del grupo que no me impresionó demasiado, en realidad no era muy bueno, aunque tenía ya la presencia de su talentosa vocalista, la llamada aún Brittany Page. Hace poco leyendo el muy buen fanzine Soulgrinder me topé con una entrevista a dicha vocalista y me “picó” la curiosidad de cómo andaría la banda en este momento. Entré a YouTube a ver videos recientes y me gustaron bastante, así que fui de frente por este disco, que hoy reseño, su tercer trabajo High Priestess. Debo decir que la evolución de la banda es sorprendente, han pasado de formar parte del pelotón intermedio de bandas nuevas del metal a ocupar un importante lugar en la vanguardia de ataque de las bandas postclásicas destinadas a dejar su marca imperecedera en el metal.
La concepción musical que gravita en el disco es muy cuidada. A nivel instrumental es claramente heavy metal deudor de Judas Priest con mucho US power ochentero detrás. Pero es también un hijo de su tiempo, y las conquistas musicales logradas por el thrash y el speed no le son ajenas, de tal manera que hay cambios muy propios de esas vertientes, se nota el impacto del Anthrax del Among the Living. Además la producción sonora es de primera y muy minuciosa, lo que aleja el trabajo del underground y lo vincula con una intención más “mainstream” la hoy Kobra Page, (quien cambió legalmente su nombre de pila) señala que tiene la intención de llegar a una gran audiencia, y no encerrarse en los circuitos subtes. Creo que tienen potencial para ello.
Efectivamente este último trabajo exhibe a la par que una gran pericia instrumental, una fuerza metálica auténtica y un talento inmaculado para la creación de canciones acabadas y con personalidad. Así es, no solo es que hay buenos solos y riffs y una buena cantante, hay canciones, rolas como les llaman por otros lares, excelentes. La apertura Warhorse, la homónima con el álbum, High Priestess o la inolvidable Soldier son temas que pueden escucharse cientos, miles de veces y no hacen más que gustar más y más, como en su tiempo lo hicieron The Trooper, Freeweel Burning o Ace of spades, lo que nos recuerda un poco que esto del rock tenía que ver con temas, antes que con sonidos. Quizás esa sea la virtud de Kobra and the Lotus: nos devuelve a la tradición de las buenas rolas de heavy metal.
Por supuesto, tener buenos temas no es su única virtud. Instrumentalmente todos los integrantes se lucen bastante bien con sus respectivas labores sin opacarse mutuamente (qué importante es el equilibrio). A mí en lo personal me ha gustado la percusión y su capacidad para saber arriesgar y luego saber contenerse. Obviamente los solos de guitarra estilo virtuoso están, pero no atosigan. No agobian con su omnipresencia, como a veces ocurre. Una característica que le otorga algo especial al disco es que Kobra suele cantar sobre los punteos de guitarra, cuando se sabe hacer eso queda genial y le da mucha potencia a los temas.
Líricamente el trabajo es también muy rico ya que toca tanto aspectos místicos-literarios como en High Priestess o Willow, como también más realistas y antibelicistas como Soldier. Da gusto seguir las historias desarrolladas en cada tema y se nota una interesante elección de palabras y combinaciones de palabras para trabajar adecuadamente la sonoridad y la eufonía.
A nivel de la producción, este disco es muy moderno, por momentos parece tener la misma combinación que emplea Nightwish (hablo solo del sonido, no de la música) lo que le abre las puertas a una audiencia más amplia dentro del metal y del rock. No me sorprende porque el productor es John Karkazis, quien ha trabajado con Machine Head (Supercharger) y Megadeth en sus últimos discos, que yo sé no son de los mejores, pero el problema no yace precisamente en la producción sonora (es lo mejor de esos discos, en general tan pobres).
La alineación que ha hecho frente a estos temas es la ya mencionada Kobra Paige a las voces, Jasio Kulakowsky a la guitarra, Brad Kennedy al bajo y el batería de sesión Elías “Bones” Rodrígez. También es conocido por la mayoría local, que en el disco anterior y su respectiva gira, participó el peruano Charly Parra del Riego, con el que dieron más de 100 conciertos en Europa. Ahora ya no está (ha declarado que se le venció la visa y que querían que se vistiera como ellos, en esto último no vemos problema, la vestimenta de la banda es ortodoxa.).
Soldier
De su anterior disco