Olga Guillot, una mujer hecha leyenda
“Dejé huella y eso es lo más importante, hacer algo propio, auténtico, que siga vigente aún cuando ya no estés presente”, fueron las sabias palabras con las que Olga Guillot definía su inmortalidad durante una entrevista concedida a El Comercio en 1991. Un breve perfil viene a cuento en estas horas en que el bolero llora sus letras.
La noticia de su muerte tomó por sorpresa a su propia familia y a todos sus admiradores. Este lunes 12 de julio su corazón dejó de latir para convertir a esta valiente cubana en una leyenda. Olga nació el 9 de octubre de 1922 en Santiago de Cuba, donde pasó sus primeros años.
Empezó a cantar a los seis años, pero no se consideraba una niña prodigio. “Como cualquier ser caribeño, nací cantando y con un enorme sentido del ritmo. Cuba, mi país, siempre ha estado lleno de voces privilegiadas, incluso sin haber estudiado jamás. Había que situarse en cualquier esquina y oír a los pregoneros… ¡Cuánto arte y cuánto ritmo!”, declaraba orgullosa de sus orígenes.
Cuando conoció a Celia
Se muda a La Habana junto con su madre y hermana, allí conoce a Celia Cruz. Las dos amigas compartieron una adolescencia austera, abundante en frijoles, arroz y malanga, lo que se convertía en el menú del día.
En una entrevista, Olga y Celia recordaron que caminaban juntas buscando trabajo durante horas, hasta romper los tacones del zapato. La fama tocó sus vidas llevándolas por caminos distintos, pero ambas gozaron de la gloria a plenitud.
Con la Flor de la Canela
Esta hermosa morena, de amplia sonrisa y uñas largas y rojas, visitó numerosas veces el Perú. En una de sus llegadas a nuestro país, en 1967, compartió escenario con la peruanísima cantante criolla Chabuca Granda. Durante los ensayos para la presentación en Canal 5 las dos confesaron su mutua admiración.
Olga Guillot siempre cantó en español, pues consideraba que era el idioma más bello de todos. Y fue la primera cantante de nuestra lengua en cautivar al público japonés. La “Reina del Bolero”, como también la llamaban, siempre se sintió gigante en el escenario, pero al terminar el show volvía a ser una mujer sencilla y romántica. Si le preguntaban por el amor, ella respondía: “Me he casado cinco veces, lo que significa que sí he amado y me han amado. ¿Divorcios? Sí, pero ¿quién me quita lo bailao? ”
“Esta tarde vi llover”, “Contigo aprendí”, “Si Dios me quita la vida”, “Miénteme” y “Adoro”, son algunas de las canciones que mantendrán a la “Reina del Bolero” viva en el recuerdo de sus miles de seguidores.
Lili Córdova
Fotos: Archivo Histórico El Comercio