Gagarin, el hombre que derrotó a la gravedad
Yuri Gagarin nació el 9 de marzo de 1934, hace 80 años, en Gzhatsk, una ciudad que ahora lleva su nombre. Hijo de carpintero y ama de casa, vivió en una zona agrícola que soportó la ocupación nazi. Estudió para aviador, llegó a piloto de guerra, y luego a cosmonauta, el primero en romper la gravedad y girar alrededor de la Tierra, un 12 de abril de 1961.
Terminada la Segunda Guerra Mundial la pugna tecnológica entre Estados Unidos y la URSS por conquistar el espacio no tuvo tregua. En un contexto de rivalidad política y militar, la batalla científica no era menos importante. Esa disputa tenía en algún momento que generar puntos de quiebre, derrotas y victorias. Hasta que sucedió.
Ese histórico día El Comercio tituló: “Trascendental acontecimiento. La URSS lanzó un hombre al espacio”. La noticia remeció a los peruanos y al planeta entero. La expectativa del mundo occidental fue creciendo conforme pasaban las horas, a pesar que la información que se recibía del otro lado de la “Cortina de Hierro” era escasa y difusa.
El viaje
El cohete impulsor que puso en órbita al vehículo espacial Vostok I (Oriente I) fue lanzado a las 9:07 de la mañana, hora de Moscú. “¡Vamos!”, fue la primera frase del astronauta soviético segundos después de dejar la superficie. Tras alcanzar suficiente velocidad para vencer la gravedad, la nave entró en órbita alrededor de la Tierra.
Dio una sola vuelta al planeta en 89 minutos, a una altura de 301 kilómetros y una velocidad de 29.000 kilómetros por hora (el diámetro de la Tierra es de 40.000 kilómetros). El ascenso y descenso tomaron 20 minutos más, por lo que el viaje duró unos 109 minutos en total.
Al respecto el periodista científico Óscar Miró Quesada, Racso, comentó: “El viaje por el espacio exterior es la hazaña más grande realizada por el hombre desde que el mundo existe. Con nada puede ser comparada porque significa el triunfo sobre la fuerza de gravedad que lo retenía preso en la Tierra”.
Sobre América del Sur
A los 15 minutos de partir Gagarin pasaba sobre América del Sur. Era la 1:25 de la madrugada, hora de Perú. En ese momento el astronauta transmitió: “El vuelo es normal y yo me siento bien”. El control de la nave se llevaba desde la Tierra, pero estaba preparada para ser gobernada por Gagarin en el momento necesario. Minutos después el cosmonauta comentó: “Puedo ver la Tierra; la visibilidad es buena, aunque algunas regiones están cubiertas por nubes”.
La sorpresa
El presidente John F. Kennedy dijo: “el vuelo realizado por los soviéticos es uno de los más grandes acontecimientos científicos. No cabe duda que nosotros vamos por detrás de ellos”. Kennedy envió un saludo a su contraparte Nikita Kruschev y al cosmonauta.
Por su parte, James Webb, administrador de la NASA, dijo que “es un espléndido triunfo y de gran significación en los anales soviéticos. Confío que la información obtenida por el experimento se ponga a disposición de la ciencia mundial”.
Retorno a la Tierra
Cumplida la misión Gagarin se preparó para abandonar el estado de ingravidez y emprender el descenso. El cosmonauta explicó que volvió a sentir el peso natural de brazos y piernas. A poco de llegar a la superficie fue eyectado y cayó en paracaídas en medio de una granja. Paradójicamente, la culminación de su hazaña lo llevó a sus orígenes: el campo. Dos mujeres lo vieron descender como quien descubre a un extraterrestre llegando a nuestro planeta. Le preguntaron si venía del espacio. Gagarin contestó: “Sí, pero soy soviético”.
El delirio
“Ganamos, una vez más somos los primeros”, tales fueron las exclamaciones difundidas a través de una emisión de la radio oficial. Luego del anuncio de la hazaña se organizó un mitin de masas en la Plaza Roja al pie de los muros de ladrillo del Kremlin y ante el mausoleo de Lenin y Stalin. “Creo que no está muy lejos el momento en que podremos realizar un vuelo a la Luna, Marte y otras zonas del vasto espacio sideral”, dijo Gagarin en su primer contacto con la prensa.
La fama
En octubre de 1961 fue recibido por la reina Isabel II y el príncipe Felipe. Cuando lo halagaban diciendo que era un superhombre Gagarin respondía con modestia: “La gente que realizará los vuelos espaciales en el futuro en la Unión Soviética, aquí en Inglaterra, en todos los países será gente normal, no hay nada sobrehumano en ellos”. También visitó Cuba y Brasil.
Expectativa en Perú
El 19 de noviembre de 1966 los diarios peruanos anunciaban que Gagarin llegaría a Lima esa mañana. Permanecería 30 minutos en una escala de vuelo que lo llevaba a Chile, a una conferencia sobre astronáutica. Cuando la nave de la aerolínea Panagra aterrizó redactores y fotógrafos rodearon la escalinata, pero la decepción fue mayor al enterarse que el cosmonauta ruso había suspendido su viaje y sería reemplazado por Alexei Leonov, el primer hombre en realizar una caminata espacial.
La muerte
Siete años después de su conquista, poco antes de que los estadounidenses Armstrong y Aldrin llegaran a la Luna, el primer cosmonauta de la historia fallecía durante un vuelo rutinario en avión, el 27 de marzo de 1968. Las cenizas de Yuri Gagarin se encuentran depositadas en las murallas del Kremlin, y tras su muerte su ciudad natal pasó a ostentar su nombre.
(Miguel García Medina)
Fotos: Archivo Histórico El Comercio
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