Los elogios de Fito Páez al Perú en su libro "Diario de viaje": lee un adelanto
Reconocido como uno de los más brillantes cantautores de Latinoamérica, Fito Páez casi ha dado la vuelta al mundo cautivando a miles con letras inolvidables y un talento especial frente al piano.
En esta ocasión, sin embargo, la noticia no está relacionada directamente a una canción (aunque también tenga que ver con vocales, palabras, oraciones y párrafos).
“Libros a mí” te comparte un extracto de “Diario de viaje (Algunas confesiones y anexos)”, libro de Fito Páez bajo el sello de Editorial Planeta. En esta parte de la publicación, el artista nacido en 1963 evidencia su cariño por nuestro país, el cual lo ha recibido en más de una ocasión a lo largo de las últimas dos décadas.
“Diario de viaje” recoge todo el 2015 de Fito Paéz. Hay no solo sus anécdotas en conciertos, sino también sus experiencias de viaje y sus momentos familiares y amicales.
AQUÍ EL FRAGMENTO:
09 de noviembre
La banda partía hacia los ensayos definitivos de Giros en los estudios El Santito desde DF hacia Buenos Aires. Yo pasé dos días con sus noches en Lima junto a Macarena Amarante y mi edecán Toti Sánchez recorriendo y disfrutando de los restaurantes limeños. Lima convertida en el foco gastronómico más exótico y original del mundo. Recuerdo una degustación con pescados, carnes, verduras y decenas de salsas y aditivos deliciosos en Osaka, uno de los primeros restaurantes limeños en dedicarse a la cocina de fusión peruano japonesa. También disfrutamos Rafael un mediodía de sol, y Astrid y Gastón en una casona francesa reciclada una noche de humedad y calor en mi amada Lima. Cuántos recuerdos me trae esta ciudad. La juventud que explotaba junto a Charly tocando para toneladas de gentes en la Feria del Pacífico. Recuerdo no haber visto nunca tanta gente junta. Eran alrededor de 150 mil almas.
Escuchar a Pablo Milanés cantar boleros en un garaje, todos en el marco del festival interamericano CICLA. Fue mi debut en la plaza de toros de Acho. La Lima que me enseñó mi padre a través de Chabuca con su alameda y su ciudad vieja. El bar La Noche, siempre dispuesto a nunca terminarse y… “Y cuando Lima fue París”, la frase de “A medio paso de tu amor” (Rey sol, 2001) surgida en el medio de una extraña borrachera. Rumbo al aeropuerto vi una ciudad pobre con mis ojos mientras una cámara invisible lograba ver con total claridad un esplendoroso pasado inapagable. Ninguno de mis interlocutores comprendió en aquel momento cuando hablé de aquello. La línea define la canción. Y, otra vez, otra noche, otro concierto en este otro rincón de la gran casa americana. La gente de oro. Perú de oro.
Hermanito Lucho González de oro. Reina Chabuca de oro. Lima de oro. Me toca cerrar con un piano solo en una convención de la Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas. Terminamos el concierto y salimos asistidos en un operativo de película por un auto de la policía limeña hacia el aeropuerto para poder llegar a horario. En el transcurso nos esperaban accidentes, roturas de semáforos, atolladero de tránsito. El destino no quería que tomásemos aquel vuelo. “No todo está escrito” le dice Lawrence de Arabia al general árabe encarnado por Omar Sharif en el inigualable film de David Lean, cuando en el medio del cruce del desierto del Nefud se le pierde uno de sus asistentes jóvenes favoritos. Contra las órdenes del general árabe, que le indicaba que no fuera en su rescate porque “ya estaba escrito” que ese joven moriría, Lawrence regresa una jornada más tarde con aquel mancebo desmayado pero vivo sobre su caballo. La desgracia, o el destino, o las circunstancias, posiblemente todo junto también, hicieron que Lawrence tuviera que ejecutar a aquel joven la noche antes de tomar Akaba para evitar una pelea definitiva entre dos rabiosas e inamigables tribus que formaban parte de su ejército. Allí fuimos a intentar torcer el destino, entonces, que nos gritaba a viva voz que no embarcaríamos en ese vuelo. ¡Ja! Finalmente llegamos al aeropuerto. Toti me ayudó a cambiarme la ropa empapada del show en el baño del hall de salida y finalmente embarcamos sobre el último minuto antes de que cerrara la puerta del vuelo que nos llevaría a casa. Vuelta feliz con sabor a tarea cumplida y gozada.
SOBRE EL LIBRO
Sello: Planeta
Precio: S/69
Lugares de venta: En todas las librerías, supermercados Wong, Tiendas Phantom y tiendas Vinilos.