Las bodas de Fígaro renueva nuestra cartelera lírica
Por Gonzalo Tello (Ópera Perú)
Mozart: Las bodas de Fígaro. Instituto de Arte USMP. Teatro Municipal de Lima. Dirección: Jean Pierre Gamarra. Dirección musical: Luis Chumpitazi.
Si bien nuestra cartelera lírica no es de lo mas nutrida, como lo es en otras ciudades, Lima ha crecido en cuestión de interés por el género operístico. Eso se demuestra en la aparición en los recientes años de escuelas o institutos como el que impulsa la Universidad San Martin de Porres hace 10 años.
Este Instituto de Arte, celebrando su primera década de existencia, decide celebrarlo con un montaje de “Las bodas de Figaro” de Mozart, una de las óperas mas famosas del repertorio, pero no por eso de las mas fáciles. “Figaro” es compleja ya que requiere que su presentación sea impecable y visualmente audaz, sino pierde brillo e interés. Su duración de mas de tres horas y sus largas e inspiradas arias da capo pueden causar que una producción se vuelva pesada, por lo que el director de escena tiene que saber resolver estos retos aplicando técnicas teatrales efectivas. Musicalmente demanda una técnica vocal de los cantantes y ser muy versátiles al momento de actuar y recitar sus frases, ya que de esto depende que sus personajes sean creíbles.
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Esta producción cuenta en su mayoría con cantantes que están preparándose y el principal objetivo es darles la oportunidad en las tablas. Estas iniciativas son positivas y se critican desde esa perspectiva. Sin embargo, esta producción de cantantes jóvenes y en proceso no tiene por que ser austera, por lo cual su puesta en escena si es profesional.
El elenco está conformado por voces internacionales en los roles principales. El barítono peruano radicado en EEUU, José Sacín, interpreta al Conde de Almaviva, y es el cantante con la voz con mejor técnica y proyección, aunque su personaje es marcado por la dirección como muy estático y eso limita un poco su expresión. Fígaro es interpretado por Eduardo Castro, con gracia para los recitativos y buenos desplazamientos escénicos. La soprano rusa y también directora del Instituto de Arte, Elena Ananitcheva, interpreta a una Condesa refinada y cabisbaja, con movimientos leves y abanicándose constantemente. Proyecta bien la voz aunque con un vibrato excesivo. Destaco la brillante actuación de la soprano Paola Neyra como Susanna, quien tiene la gracia, movimientos y versatilidad requeridos para el papel. La voz aún está en proceso, pues le falta volumen y técnica, pero muy pronto dará que hablar y desde aquí le seguiremos los pasos. Otro personaje a destacar es el de Cherubino, interpretado por la joven mezzo Amy Huamán a quien se le pasó algo la mano en la caracterización del personaje, pero demuestra también mucha versatilidad y ganas de hacer las cosas bien. Los otros personajes cumplen con sus roles, sobretodo en la parte escénica.
La dirección escénica, escenografía e iluminación recaen sobre Jean Pierre Gamarra, quien debe ser el único peruano especializado en dirección de ópera. Salido de las canteras del Colón, Gamarra ha presentado diversas óperas y espectáculos, y este “Figaro” es una delicia a la vista. La escenografía es minimalista pero fiel a la época, con un bastidor que representa el palacio de Almaviva, con detalles de época y muebles estilo neoclasicista. La calidad del acabado de esta puesta, mas la correcta iluminación, hacen que se vea elegante, sobrio, y con gusto refinado. Lo mismo con los vestuarios, muy bien presentados y coloridos. Gamarra marca muy bien las entradas y salidas de los personajes, les da toques atrevidos pero nunca excesivos y les da un ritmo teatral audaz.
El Ensemble Artifex, orquesta de cámara de 21 músicos, cumple con los retos de la partitura, y la dirección de Luis Chumpitazi es precisa y correcta, controlando tanto a cantantes como a músicos. Una orquesta de mayor número hubiera hecho imposible escuchar a los solistas y coro, por lo que fue adecuada.
Esta puesta de “Las bodas de Fígaro” amplía la oferta de espectáculos de este tipo, sobretodo que devuelve el género lírico al Teatro Municipal de Lima, discriminado durante la gestión de Alayza y que durante esta gestión esperemos se retome, ya que un teatro como este no puede ser darse el lujo de relegar a las artes cultas. Esperemos que la nueva dirección de cultura de la Municipalidad que recién inicia funciones tenga presente desarrollar estas opciones.