Amor pingüino
Guardé esta noticia que apareció a fines de enero para colgarla en San Valentín. Aquella vez me enterneció tanto que he decidido viajar a Harbin, un fin de semana, para conocer a la parejita en cuestión (solo estoy esperando que baje un poco el frío). Sucede que tengo predilección por coleccionar historias de amor.
Creo fervientemente en el amor más allá de colores y banderas. Y debo confesar, que en esta etapa de mi vida, más que nunca
El zoológico Polar Land de Harbin, en el noreste de China, celebró una simbólica boda entre dos pingüinos macho después de que estos demostraran ser tan buenos padres que hasta lograron sacar adelante dos huevos.
“Han sido una buena pareja y se merecían esta recompensa”, declaró uno de los cuidadores del zoológico a la prensa china.
Durante la ceremonia, uno de los cónyuges llevaba una corbata michi, y el otro vestía una pechera sobre el mismo frac que traían al nacer. Ambos atuendos eran rojos porque este es el color de las bodas tradicionales chinas. Tras la marcha nupcial, iniciaron la luna de miel con un surtido banquete de pescados.
Foto: Baidu.com
Los “recién casados” se hicieron famosos en noviembre último, cuando los cuidadores del zoológico constataron que la pareja –monógama como todas las de su especie- no solo estaba formada por dos machos sino que además querían ser padres. Por este motivo, intentaban sin éxito robar los huevos de otras parejas heterosexuales para incubarlos.
La administración del zoológico decidió separarlos del resto de ejemplares de su especie para evitar que en pleno forcejeo del robo, uno de los huevos acabe por romperse y arriesgue un proceso reproductivo que es complejo de por sí.
“Una de las responsabilidades que adquieren los pingüinos cuando llegan a la adultez y forman pareja es el cuidado de los huevos. Y aunque la producción de huevos propios es una imposibilidad biológica para esta pareja, el instinto natural permanece”, explicó un veterinario del zoológico.
Los pingüinos machos asumen la tarea de incubar el huevo. El período de incubación oscila entre los 33 y 62 días. Todas las especies suele poner dos huevos aunque por lo general solo uno de ellos eclosiona. Según los expertos, existe una posibilidad de hasta 70% que el huevo se rompa durante este largo y delicado proceso.
La pareja cuestionada integra el grupo de 17 pingüinos que China trajo de la Antártica en 2005 para alojarlos en los zoológicos del extremo norte del país, donde el invierno puede llega a alcanzar temperaturas de hasta 40 grados bajo cero. En el 2007, tras muchos intentos fallidos, solo el 20% de los huevos acabaron en polluelos. En el zoológico de Harbin nació un ejemplar que fue bautizado como “Mambo”.
Como los pingüinos suelen tener la misma pareja durante toda su vida, los cuidadores del zoológico decidieron mantener juntos a los dos machos. De hecho el pingüino es una de las tantas especies animales en las que se ha observado parejas formadas por individuos del mismo sexo.
A fin de año, la pareja desterrada recibió una gran oportunidad. Los cuidadores del zoológico decidieron encomendarles el cuidado de un par de huevos de otra pareja que parecía desinteresada. El esmero que demostraron fue tan impresionante que los cuidadores los catalogaron como “los mejores padres del zoológico”.
Pero la parejita en cuestión no es la primera y tampoco será la última. En el 2004, Silo y Roy dos pingüinos macho del zoológico de Nueva York se hicieron famosos después de que se hiciera público un romance de más de seis años. Ansiosos de ser padres, e incapaces de poner sus propios huevos, intentaron incubar una piedra.
Fue tanta la repercusión que los cuidadores de este zoológico decidieron entregar a la pareja neoyorquina un huevo, del que nació una hembra bautizada como “Tango”. Esta historia inspiró un libro infantil, “And Tango Makes Three” (2006) o “Tres con Tango” (en su versión en español), durante dos años consecutivos el libro con más intentos de censura en Estados Unidos.