Poeta peruano José Ignacio López Ramírez Gastón
En esta oportunidad, les presento al músico y poeta peruano José Ignacio López Ramírez Gastón. En actualidad se viene desempeñando como docente en la Pontificia Universidad Católica del Perú, así como difusor de música y poesía mediante el colectivo cultural La Papa Cósmica.
José Ignacio López Ramírez Gastón (Barcelona, 1968) es un artista sonoro, poeta, productor e investigador musical. Inicia su trabajo en Lima en 1985 y en la frontera San Diego/Tijuana desde 1998 hasta el 2010, donde forma el colectivo Discos Invisibles dedicado a la promoción del arte sonoro en la zona fronteriza. Graduado inicialmente de la escuela de Estudios Comparativos de la Ohio State University, es magister en Computer Music de la Universidad de California en San Diego (UCSD) y actualmente realiza su tesis de doctorado para la misma universidad sobre la historia de la música electrónica popular en el Perú. Se ha desempeñado como investigador del Center for Research in Computing and the Arts (CRCA) y es investigador del Instituto de Etnomusicología de la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP). Ha presentado su trabajo tanto musical como académico en diferentes ciudades del mundo como: Barcelona, Berlín, Belfast, Nueva York, Montreal, Sao Paulo, Santiago, Ciudad de México, etc.
Escribe poesia desde los 80 en que fundo el colectivo de poesia Lila. Ha publicado de forma independiente y en edicion limitada: Uno, Dos y Tres y Que Paso Tan chevere; y publicado los fanzines de poesia Trece Cielos y Una Fotocopiadora y Ñ
En la actualidad, es uno de los fundadores del Colectivo Cultural La Papa Cósmica, quienes se dedican a promover a poetas y músicos en una presentación mensual que se realiza los veintiuno de cada mes. Asi mismo, Se dedica a la promoción del arte nacional a traves del proyecto La Papa Cósmica y el local barranquino El Limbo.
Yo creo que sé como.
Por lo menos,
cómo desviar la mirada,
i deshilachar los recuerdos
en los anteojos de otros.
Eso si:
no sé aguantar mis urgencias,
en mis diplomáticos despliegues
desechables de camaleón.
Sé decir: no me importa,
i morderme la lengua,
i mover impaciente las manos,
como si tuvieran alguna función,
un lugar donde posarse.
Sé aguantar por más de un minuto, también,
las ansias de llamar.
Más de dos
antes de saltar de cabeza
en las piscinas vacías.
Hasta una hora, puede ser,
soportando la naturaleza de las distancias
que no quiero,
i a partir de hoy,
mirando el techo
al final del día.
Otro hombre
Algunos hombres se arrugan cuando entra la noche.
Llevan el tedio amarrado en los ojos,
y el arrepentimiento como una nube de polvo.
Se rascan la sonrisa en las calles,
hasta llegar al fondo de su cansancio.
Tragan la felicidad que los consume,
hasta que se les despegan las ganas.
Su mirada,
se derrumba entre las cenizas…
…y a su almohada, se le adivinan los sueños.
Meet the 4th challenge
Este computer-adaptive sentimiento
es cotidiano como un arma
filoso como la manzana vengadora
de aquel cuento.
La pequeña cafetería está vacía,
el azucar ya no me alcanza para olvidar.
Como si me pudiera dar lo mismo,
pudiera…I guess…
pero la verdad es que no da, ya no da para más.
Limpio Skinhead en la piscina
ante este efecto poltergeist de telenovela.
es que los zombies también lloran,
escondidos en los viveros entre flores de plástico,
rascándose los ojos en el AMC,
lloviendo ángulos muecas ilusas,
ante una audiencia muda de nombres.
Los sabios anteojos del otro lado
el astrolabio de la carne,
me han devuelto este reflejo muriente
esta instantánea memoria
de nuestro aullido futuro.
Uno siempre puede esperar para siempre, no?
Triunfador ante las masas,
exitoso espantapájaros de mirada turbia,
que alguien me baje de este carrusel
(aunque sea a la fuerza).
Aerolíneas del alma anuncian la salida…
el 713 se sube al sueño sin boleto.
Como si el pasado se pudiera vomitar, digerir,
remolcar, comprar, vender, permutar, transmutar.
Por lo menos aliviar, apaciguar, drogar, engañar,
domar, doblar, esconder, rearmar, amar,
respirar, escupir,
parchar con los chicles del destino,
barrer debajo de la alfombra del pasado nuevo,
deformar hasta cumplir con la audaz puesta en escena.
SE VENDE:
armadura defectuosa con su moribundo
soldado intergaláctico mas.
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