Hometape, el músico que hizo un disco con sonidos de películas porno
«Querida mamá: (…) Una gran cantidad de personas (obviamente, la mayoría hombres) están expuestos a la pornografía y no es correcto pensar que solo la gente espeluznante, los misóginos o las lacras solitarias de la sociedad miran esas películas. Nada podría estar más alejado de la verdad. Cualquier varón menor de 35 años estaría familiarizado con ella y a mi edad, los chicos y las chicas están completamente conscientes de su existencia. (…) En cualquier caso, nunca he querido que pienses que produzco cosas degradantes para las mujeres. Si piensas eso, es solo tu primera reacción al enterarte y no es la forma en la que he querido que lo tomes. Créeme… solo he intentado expresar la pornografía en términos musicales (por muy pretencioso que suene). Puede parecer siniestro y desconcertante para ti… y lo entiendo. Supongo que el hecho de tener que explicar todo esto también podría ser un indicador de que lo que estoy haciendo nunca te parecerá muy bueno. Igual, es lo que hago. Llámame».
Anthony acaba de enviarle un correo electrónico a su madre. Ella ha enloquecido luego de ver un videoclip de su más reciente proyecto. Uno que no tenía nada que ver con sus estudios de Filosofía. Todo lo contrario. En las imágenes se podía apreciar a una mujer desnuda –tendida sobre una cama–, que respondía las preguntas indiscretas de su acompañante, también desnudo. Era la típica escena inicial de una película para adultos; pero también era parte del videoclip de “Hey there“, canción que el joven compuso para The Redtube Album, su disco hecho a partir de pornografía.
«¡¿Desde cuándo te convertiste en un adicto al porno?!», «¡¿Cómo puedes hacer música sobre eso?!», le preguntó innumerables veces su escandalizada madre. Criado en el seno de una conservadora familia del noroeste de Londres, Anthony sabía que no iba a convencerla a través de la línea telefónica, por lo que decidió escribirle una carta. Era la única forma de explicarle que se podía hacer música con cualquier cosa; incluso con el sexo actuado. Y así lo hizo.
“Le conté a mis hermanos sobre el proyecto y me apoyaron bastante. Recién he podido conversar con mis padres al respecto”, explica desde Inglaterra. “Explicarle a mi madre que no soy un misógino o un pervertido ha sido lo más difícil que he tenido que hacer de mi vida. Tuve que poner en contexto mi música con la actual pornografía online. Aunque su reacción inicial fue fuerte, ahora lo entiende. Creo que el malentendido se debió a una brecha generacional… porque mi hermana no tuvo problema alguno”.
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LECCIÓN 1: CÓMO IDENTIFICAR UNA BUENA PORNO
Acogido por la privacidad de su habitación en la Universidad de Leeds, Anthony decidió no ser más Anthony. A comienzos del 2011, empezó a utilizar el alias ‘Hometape’ para firmar cualquier producción que hiciera en adelante. Lo que ninguno de sus parientes supo nunca era que el joven filósofo también deseaba dedicarse a la producción musical y cumplir así un sueño que parecía relegado: grabar un disco.
Un día mientras caminaba a clases –a mediados del mismo año– se le ocurrió armar un proyecto con el que pudiera aprender a mezclar y samplear apropiadamente. La idea inicial consistía en buscar sonidos novedosos que sean fáciles de manipular en su computadora. Canciones olvidadas de los años setenta, películas de clase B y gritos de animales aparecieron como potenciales fuentes de sonidos para su proyecto. Pero la búsqueda finalizó cuando recordó a sus amores de adolescencia: las actrices porno.
¿Cómo te diste cuenta de que la pornografía podría proveerte del material sonoro para un disco?
Anthony: Jamás imaginé estar envuelto con todo este tema de la pornografía. Simplemente llegué a una conclusión: si podía hacer un álbum con extractos de estas películas, entonces luego podría samplear cualquier sonido. Una porno tiene muy poco de “musical”, a pesar de que se usan canciones de fondo para las escenas de sexo. Por ello, el reto sería crear música a partir de un género fílmico que no prioriza la musicalización.
¿Cuántas películas tuviste que ver para llegar a esa conclusión?
A: Ufff… algunos cientos, quizás miles. No creo que pueda brindar un número aproximado. Sucede que en Internet difícilmente se encuentran películas porno de larga duración (entre 35 a 40 minutos), sino más bien pequeños extractos de 5 minutos o hasta 10 con buena suerte… que tampoco he visto completos. Siempre salto hasta la “carnecita sonora”.
Y la “carnecita sonora” en una película porno es…
A: Cualquier sonido que sea poco probable de encontrar en otro lado. Cosas como palmazos en las nalgas, escupitajos y prolongados gemidos. Son únicos e interesantes.
¿En qué tipos de clips pornográficos encuentras más de estos sonidos “interesantes”?
A: Aunque nadie lo crea, en las del tipo amateur se encuentran un montón de cosas raras. Una vez vi un video en el que una chica tenía sexo con un hombre disfrazado de oso panda. Él la penetraba con un cinturón que incluía un pene de plástico, mientras sonaba “Life“ de Des’ree, la canción de pop más empalagosa de los años noventa. Que alguien me diga dónde más podría encontrar un audio para samplear como ese.
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LECCIÓN 2: CÓMO SAMPLEAR UNA NALGADA
Anthony no se considera un experto en pornografía. Confiesa que solo la ve “con una perspectiva inusual”. Una mirada desde el plano musical a diversas escenas que resultan grotescas y misóginas para el común de la sociedad. O para quienes no estén haciendo un disco con ellas. Así estableció el objetivo principal de su controvertido proyecto: dar a conocer al mundo el rol de las películas para adultos y proporcionar una idea general sobre ellas. “Aunque yo sé tanto de porno cómo cualquier muchacho de 22 años”, aclara.
Con todo eso a cuestas, el músico consideró que era hora de encontrar los sonidos “interesantes”. Estableció cuatro categorías con el fin de ordenar los clips que hallara en su búsqueda. Según su propia definición, las películas pornográficas se pueden diferenciar de acuerdo a su música de fondo: las que tienen sintetizadores oscuros, percusión electrónica y loops de piano (común en el actual porno hardcore); las que tienen piano y guitarras acústicas (soft-porn moderno); las que tienen música de salón con saxofones y sintetizadores brillantes (porno de los ochenta y noventa); y las que se acompañan de bandas orquestales (porno de los sesenta y setenta).
El músico inició la etapa de pre-producción de su álbum a principios del 2012. Exploró diferentes páginas web que le pudieran proporcionar el suficiente material como para hacer tracks con 3 minutos de duración promedio. Dedicó cerca de 5 horas diarias durante los siguientes 6 meses para rebuscar entre sitios como Redtube, Youporn y Pornhub, aunque finalmente utilizó solo el primero de ellos para armar adecuadamente su banco de sonidos.
¿Por qué te quedaste con Redtube y no con otro sitio web?
A: Pudo haber sido cualquier sitio web… o todos. Creo que el proyecto habría perdido el foco creativo si tenía demasiadas fuentes, así que me concentré en Redtube. También tuvo que ver bastante el hecho de que suena mucho mejor The Redtube Album que The Youporn Album. Una tercera razón fue la influencia del productor Danger Mouse, quien lanzó su exitoso The Grey album, en el que mezcló el White Album de The Beatles y el Black Album de Jay-Z. Yo también quería un color (risas).
Estabas trabajando con sonidos sacados de una porno. ¿Tenías alguna idea en mente de cómo terminarían sonando tus tracks?
A: No, para nada. Como se trabaja con sonidos aleatorios, que se presentan espontáneamente, es imposible predecir cuál será el resultado final. Lo que siempre tuve fue la intención de captar la esencia de la pornografía online: un gran y complejo desorden sonoro. Todo lo demás lo descubrí en el camino.
Dices haber usado solo extractos de las películas, pero se puede reconocer una percusión bastante real en cada canción de The Redtube album…
A: En efecto, todo lo saqué de Redtube. Los samples de percusión que mencionas fueron tomados de la música de fondo, de baterías reales. Aunque también extraje sonidos que se asemejaran al de las tarolas… sonidos percutivos. Esos los saqué, por ejemplo, del ruido que hacen los tacos de las actrices al caminar, o de los portazos que dan antes de iniciar el coito. Incluso de las mismas nalgadas que suenan como aplausos de verdad (risas).
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LECCIÓN 3: CÓMO NO PARECER UN PERVERTIDO
No se masturba desde hace un año. La última vez que lo hizo fue antes de lanzar su disco: en julio del 2012. Tras dedicarse a ver cientos de películas para adultos, estas dejaron de ser una fuente de placer. Luego de producir, mezclar y masterizar The Redtube album, lo subió a Internet para que pueda ser descargado de manera gratuita. Una con otra, según dice, ya que él también utilizó escenas de películas sin pagar derecho alguno. Todo en nombre de la música. “Me importa un carajo lo que piense la gente de mí. Yo soy un músico, no un pervertido”, precisa.
Y así como una buena película porno aprovecha el elemento audiovisual, él sintió que tenía que replicar la estrategia. Junto a su amigo de la universidad, Charlie Lyne, repitió el proceso de ver numerosas películas, aunque esta vez para editar y crear dos videoclips. Así produjeron el video de “Hey there” (sí, el que enloqueció a su madre) y posteriormente el del track “Vintage upload II”. Por todo eso, Anthony está convencido de haber batido el récord Guinness de la persona que más porno ha visto en toda su vida.
¿Y te gustaría que tus canciones sean usadas para musicalizar alguna de estas películas?
A: Eso sí que sería extraño y no me imagino cómo funcionaría, pero si me lo ofrecen… bienvenido sea. Después de que los he sampleado, los directores también me pueden samplear (risas). Me encantaría que Lars von Trier, a quien muchos acusan de hacer pornografía a pesar de ser un reconocido director, use mis canciones.
Por cierto, ¿acaso estoy conversando con un pionero de la música?
A: Para nada. Solo tuve una pequeña idea tras otra. Los verdaderos pioneros son los que establecieron las bases de la producción musical… como en el hip hop. Aquellos que demostraron que se podían hacer cosas maravillosas con los samples. The Redtube Album es solo una pequeña contribución a la cultura del remix. Eso sí… espero que algún día reconozcan todo el sacrificio que tuve que hacer por este disco. Un gran sacrificio.
► Escucha The Redtube Album de Hometape:
** Esta historia se publicó originalmente en la revista Dedo Medio (edición marzo de 2013) y fue actualizada posteriormente.