Perdonamos demasiado
A Iván Chang ya le crearon una cuenta en Facebook en la que los comentarios, imagino, no son nada cariñosos. Pero pongámonos una mano en el pecho: ¿fue culpa exclusiva del árbitro que hayamos empatado un partido que teníamos controlado? Considero que la crema perdonó demasiado en el primer tiempo y León, que había estado porfiando, encontró el empate por un error nuestro.
La ‘U’ versión Capitano es un equipo alegre para atacar, pero que se desconcentra con facilidad al momento de defender. Tiene un andar más tradicional, de ahí que la preocupación por la marca ya no sea de todo el equipo y recaiga en Antonio Gonzales y Rainer Torres, ambos de notable rendimiento (me cuentan que Markarián está observando con muchísima atención al primero). Por eso, a diferencia de lo que ocurría en la era Reynoso, hoy se ve a los hombres de ataque menos preocupados en defender y surgen jugadas realmente hermosas como la que precedió al golazo de Labarthe, fruto de un excelente servicio de Piero Alva.
Más allá de algún error puntual -las salidas de Fernández o el penal del ‘Negro’-, a esta crema se la ve más desprotegida, tanto por alto como por bajo. León, sin mostrar demasiado, metió miedo en el primer tiempo y con un arma muy simple: los centros de Rodas, producto de una sucesión de fouls absurdos en las inmediaciones del área. ¿Y por qué tantas faltas en ese sector? Simple: el equipo defiende más cerca de su arco, ya no en el campo contrario como ocurría antes. Basta que la pelota supere la línea de Toñito y Rainer para que afloren las preocupaciones atrás, en particular en jugadores como el ‘Negro’ que sufren mucho ante jugadores rápidos.
¿Y Chang? La roja a Alva me parece justa, la de Galliquio es un error. ¿Influyó en el resultado? Sí y no. Sí porque es obvio que con uno o más jugadores menos, el poderío de un equipo disminuye, las precauciones y la confianza son otras. No, porque a pesar del error en la expulsión de ‘Tyson’, la ‘U’ siguió mandando en la cancha, frente a un León incapaz de alguna audacia que le permitiera ir por la victoria.
Debimos matar en la primera etapa, aprovechar las situaciones que se generaron. Cuando un equipo perdona mucho, suelen ocurrir estas cosas. ¿Es culpa de Capitano, de los jugadores? Mi impresión es que más allá de lo que digan en el plantel de boca para afuera, los problemas institucionales nos siguen pasando la factura. ¿O alguno de ustedes trabajaría con normalidad sin saber si va a cobrar su sueldo a fin de mes o si su negocio está a punto de cerrar?
¿El árbitro influyó en el resultado?
¿Los problemas institucionales le están pasando la factura al equipo?
¿La culpa es de Capitano?
¿Fueron bien expulsados Galliquio y Alva?
Les recomiendo leer la entrevista que le hizo Miguel Villegas a Marina Fernández, la hija de Lolo Fernández. La pueden ver aquí y aquí.
Asimismo, ya está en librerías “Garra”, de José Alfredo Madueño, un libro que todo crema de corazón debería de leer. Un abrazo para todos.