Universitario depende de su juego, no de Ruidíaz
La ausencia de Raúl Ruidíaz no fue la razón principal por la que Universitario no pudo vencer a Cienciano el sábado pasado. Hubo dos factores determinantes: el error garrafal de Comizzo de reemplazar a la ‘Pulga’ por Guastavino y el estupendo planteamiento de Mario Viera, quien ahogó a los cremas en su propia cancha, los obligó al error y cortó sus circuitos ofensivos.
Es imposible negar la importancia de Ruidíaz, no solo por su cuota goleadora, sino por su movilidad y buen pie que añaden un valor enorme a la cuota de improvisación que debe tener todo equipo en los últimos metros. Sin embargo, como señalé en el post anterior, Universitario es candidato al título por su juego, es decir, por la manera cómo ha logrado amalgamar una manera de enfrentar los partidos.
¿De qué sirve tratar de ser vertical, abrir la cancha, tirar centros, si no va a haber nadie en el área para culminar las jugadas? Guastavino, más allá de su individualismo desesperante, no es un jugador hecho para concluir, sino para generar. Que le guste pisar el área, no significa que tenga olfato goleador. Lo suyo está en los alrededores de la media luna o por los costados para hacer un regate, centrar o habilitar.
Cuando supe que jugaría, lo primero que pensé fue que en el segundo tiempo, si había necesidad de cambiar de aire o liquidar el partido, el equipo no tendría un jugador de reemplazo para cumplir esa función.
Y así ocurrió. El uruguayo jugó como siempre lo hace, solo que en esta ocasión no había un Ruidíaz que recogiera sus balones. Al no tener un referente de área a quien marcar, los centrales visitantes jugaron más desahogados, sin cometer muchos errores (salvo aquel que motivó la anotación de Gonzales). Lo tragicómico es que en el banco había dos ’9′: Ximénez y Chirinos que podrían haberle dado otro cariz al ataque merengue.
Cuando Comizzo se dio cuenta que necesitaba un centro atacante y mandó al Chino a la cancha, el desorden se apoderó del equipo, ya no se abrió más el juego y cada quien, en particular Guastavino, quiso convertirse en el héroe de la tarde. La ‘U’ regaló más de un tiempo por jugar sin ’9′ y cuando lo tuvo, jugó como si no necesitara uno.
EL FACTOR VIERA
Es usual que cuando ocurren estos resultados olvidemos que el rival cuenta y Cienciano, a diferencia de otros equipos, no llegó al Monumental a tirarse atrás. Viera dispuso lo que probablemente veamos en otros partidos en esta liguilla: marcó a la crema en la salida y rodeó a sus principales referentes -Rainer y Christofer- hasta ahogarlos. Sin espacios, la ‘U’ sufre. Por eso hubo tantos pases a laterales o a los defensas. El equipo necesitaba rearmarse, empezar desde el principio. El juego se ralentizó y la visita hizo su negocio.
Hubo también otros factores que influyeron, como las salidas prematuras de Toñito y Alloco por lesión, y el error de Duarte en el penal (pese a lo cual, sigo pensando que es uno de los mejores de la zaga). ¿Lo positivo? Que ante las derrotas de UTC y León de Huánuco, se consiguió alargar la ventaja. Pero mucho cuidado con lo que se viene: Universitario no se ha reforzado a diferencia de rivales como Gálvez, que con su triunfo ante los cajamarquinos, ha demostrado que no será tan fácil como en la primera rueda del campeonato.
Espero sus comentarios, un abrazo para todos.