Cueva sí, ¿Ampuero? Hummm...
Es difícil encontrar unanimidad cuando se habla de refuerzos para Universitario, y con Cueva y Ampuero no ha habido excepciones. Razones futbolísticas y extradeportivas se han esgrimido para descalificar sus probables incorporaciones, a pesar de que, al menos sobre el papel, reúnen características nada desdeñables para cualquier equipo local con pretensiones: son jóvenes, juegan en Europa y alguna vez fueron considerados en la selección. ¿Pero todo eso basta para que se conviertan en verdaderos refuerzos? ¿Universitario realmente los necesita?
Aunque lleva poco tiempo en Italia, qué lejos están los días en que Ampuero parecía destinado a convertirse en un indiscutible por la banda izquierda, sea como lateral o volante. Su biotipo y buen pie lucían como argumentos contundentes para hacer la diferencia, al menos en el plano local. Pocos advirtieron su lentitud –pese a que no faltó quien creyera que podría servir mejor como volante central o de salida, una suerte de Chemo redivivo- o creyeron que solo le hacía falta despabilarse, y para ello nada mejor que continuar su carrera en Europa. Lamentablemente, nada de eso sucedió. Los pocos minutos que tuvo en el rush final de la eliminatoria lo mostraron como un jugador atortugado e impreciso, lejos de su mejor nivel. Jugar en la tercera división italiana no parece haber sido el mejor de los mundos para el campeón de la Libertadores Sub 20.
Con Cuevita sucede algo parecido. Tras un regular paso por el fútbol chileno, apareció en la liga española vistiendo una camiseta que lo emparentaba con la patria no solo por el modelo y sus colores –blanca y con una banda roja cruzándole el pecho-, sino también por los resultados (derrotas, a veces por goleada). El ex San Martín no dio fuego en el Rayo Vallecano y lo enviaron a la filial, a jugar partidos en canchas de clubcillos y con tribunas peladas. Allí ha encontrado continuidad y más cercanía con la red. Pero la tercera división no es precisamente el sueño que lo empujó a buscar un futuro en el viejo continente.
Tras la terrible experiencia con los refuerzos extranjeros esta temporada –Chemo ya anunció que solo se quedará con Cris Martínez-, Ampuero y Cueva aparecen como alternativas firmes para incorporarse al plantel cuando se reabra el libro de pases en agosto. A ellos se les uniría un delantero de área que, ante la partida de Luna, Dalton y Soto, podría ser extranjero.
De los dos, Cueva calzaría en el juego del campeón. Es rápido, vivo, puede moverse por las bandas y tiene gol. Ampuero, en cambio, me deja dudas. Con Saco Vértiz tuvo algunos partidos interesantes en la temporada 2012, pero no es veloz y tiene dificultades en la marca. Además, si Chemo pretende laterales y volantes con ida y vuelta, le va a costar adaptarse.
Universitario necesita reforzarse. Tiene un buen grupo de chiquillos que la rompieron en el torneo de reservas y que, cuando les ha tocado jugar, mostraron un juego interesante, incluso en partidos que terminaron en derrota como el jugado el último domingo en Huancayo. Sin embargo, lanzarlos a los leones sin una columna vertebral que los sostenga sería un grave error (¿ya olvidaron cómo nos fue en la última Copa Libertadores?). Sí, los chicos necesitan jugar, pero requieren hacerlo en un nivel que haga más rigurosa su exigencia.
Espero sus comentarios, un abrazo para todos.