Universitario: ¿una nueva esperanza?

El hincha de Universitario ya no celebra con libertad. La desconfianza ha invadido su ADN ante los engaños y decepciones acumulados. Haber contratado al mejor central de la selección -Alberto Rodríguez-, al lateral derecho más corajudo de los últimos años -Aldo Corzo- y a uno de los mejores delanteros que ha llegado al Perú -Luis Tejada- no genera celebraciones ni risas desbocadas, sino preguntas, pedidos de explicaciones y reclamos. Que muy viejos, que se lesionan, que no centran, que no marcan, que esto y el otro. Si alguno de ellos hubiese fichado por otro equipo, probablemente hoy serían mirados con envidia. En Ate son vistos de reojo.

Cuesta creer que jugadores tan cotizados hayan aceptado vestirse de crema sin exigir sueldos estratosféricos, como señala la actual administración. El recuerdo de la era Pacheco y sus enloquecidos sueños de convertir a la ‘U’ en el Barcelona de Sudamérica, de los Vitti, los Morel, de los fantasmales inversionistas coreanos están tan presentes que las dudas surgen con facilidad. ¡Un club quebrado no puede gastar tanto en fichajes!, claman hinchas y  periodistas. Y sí, parece ilógico, pero a realidad marca otra cosa.

En primer lugar, no hay que confundir deuda concursal con los ingresos corrientes del club. La primera se afrontará en función del plan de reestructuración que el actual administrador deberá presentar en enero. Este, según he podido conocer, tiene como punto principal la concesión de Campo Mar.

Mientras eso se lleva a cabo, la función del administrador es que la institución siga viva y para ello debe manejar con prolijidad los ingresos por derechos de televisión, sponsors, venta de jugadores, alquiler de canchas, etc. El año pasado estos rondaron los 30 millones de soles. Solo para el pago de la plantilla se destinó 2,9 millones de dólares.

Según he podido averiguar, el presupuesto para el 2017 se mantendrá en ese rango (incluso con una disminución de 0,64%). La cifra es notablemente inferior a lo que se destinó para el mismo fin en otros años (6,7 millones de dólares el 2014, 5,1 millones de dólares el 2015).

¿Cuál es la diferencia? Que con el mismo dinero se está contratando mejor. Según fuentes de club, Diego Rodríguez, Braynner García y Juan Pablo Pino ganaban entre 14 mil y 17 mil dólares mensuales. Los sueldos del ‘Mudo’, el ‘Pana’ y Corzo andan por ahí. ¿Por qué han aceptado venir bajo esas condiciones? Por la exposición que les brinda Universitario, sobre todo para el primero y el tercero que tienen expectativas de seguir sus carreras en el exterior. Si lo hacen antes de julio, dejarán dinero al club. Luego tendrán más facilidades.

La expectativa de la administración es avanzar lo más que se pueda en la Copa Libertadores y alcanzar la clasificación para la próxima en la primera parte del año. Esto permitirá generar dinero y, si se da la partida de algún jugador, reforzar el plantel convenientemente. Otra posibilidad que no se descarta es ofrecerles mejorar sus contratos bajo mejores condiciones.

Una enorme diferencia frente a gestiones anteriores es que a cargo de las contrataciones ha estado César Vento, un profesional honesto de reconocida trayectoria en el país y el exterior.

Además de Corzo, Rodríguez y Tejada, la ‘U’ ha contratado a Werner Schuler, Jersson Vasquez y Juan Diego Gutiérrez. Su prioridad en estos momentos es conseguir un volante de primera línea que sería extranjero. Ni Flores ni Vargas están en los planes.

¿Tiene equipo para hacer una buena campaña en el 2017? A nivel local, creo que cuenta con todos los requisitos para pelear el título. En el plano internacional, lo veo complicado, aunque me parece que existen jugadores para hacer una mejor campaña que el año pasado.

El gran talón de Aquiles es el cuerpo técnico. Como señalé en un post anterior,  la ‘U’ y el hincha le deben mucho a Chale, pero el club necesita un salto de calidad que, desde mi punto de vista, Roberto no se lo puede dar.

El 2017, en general, asoma mejor que el anterior. Pero no olvidemos que esto es fútbol y, sobre todo, que estamos en el Perú.