¿Y si llega una propuesta por Quispe?
La conferencia que dio Manuel Barreto sobre la transferencia de Álex Valera al Al Fateh puede resumirse básicamente en cuatro palabras: ceder antes de perder.
Universitario cedió a las pretensiones del atacante ante el peligro que corría de mantener en su plantilla a un futbolista congelado (“deportivamente no contábamos con el jugador estando acá”, dijo el propio Barreto) y que a fin de temporada podía marcharse sin dejar un sol en tesorería porque el supuesto vínculo que lo ligaba hasta finales del 2023 estaba repleto de fisuras legales.
Ante esa perspectiva, se buscó mejorar la negociación hasta alcanzar un acuerdo que el director deportivo crema ha calificado como “histórico” por el monto que se recibirá por la transferencia y la posibilidad de aumentar esos ingresos en caso Valera cumpla una serie de objetivos con su nueva camiseta.
Las cifras que se manejan -entre US$1’300.000 y US$1’500.000 solo por el pase- suenan excesivamente altas para un delantero de 26 años, sin mayor relevancia internacional, suplente de su selección y que proviene de una liga de tercer orden como la nuestra. Imagino lo que habrá sentido Valera cuando llegó la propuesta y cómo se encendieron sus deseos -perfectamente comprensibles- de no dejar pasar la oportunidad. No olvidemos que hace apenas cuatro años jugaba fútbol playa y la Liga 1 era un sueño lejano.
Es muy difícil que un delantero peruano reciba una oferta de esa dimensión, más aún tras la eliminación al Mundial de Qatar. Me atrevo a decir que si hubiésemos vencido a Australia, Álex habría pensado dos veces antes de aceptar el ofrecimiento del Al Fateh. Y la ‘U’ se hubiese mantenido en sus trece. Nos habríamos ahorrado esta telenovela que iba camino a tener más capítulos -broncas, drama y lloriqueo- que “El secreto de Feriha”.
Del clima irrespirable que se generó durante las negociaciones tienen culpa ambas partes. El club dio una serie de señales contradictorias apenas conocido el interés de los árabes. Internamente se hablaba de “no cortarle las alas al jugador”, pero luego apareció Barreto para declarar que la ida de Valera perjudicaría el proyecto deportivo en marcha.
El delantero, por su parte, se puso en rebeldía y no participó de los entrenamientos. Un sector de la hinchada lo atacó duramente y otro se la tomó con la dirigencia. En tanto, el equipo se hundía en la cancha mientras extrañaba el juego y los goles de su único 9 de jerarquía.
EL BENDITO PROYECTO
Desde que Manuel Barreto asumió la dirección deportiva de Universitario se ha mencionado repetidamente la necesidad de impulsar un proyecto deportivo. ¿Qué significa esto? En pocas palabras, ordenar el trabajo, establecer objetivos para todas las categorías, señalar cuál es el horizonte por alcanzar. Convertir esos deseos en hechos requiere, en primer lugar, ser conscientes que los resultados no se obtendrán de inmediato. Por eso es indispensable grandes dosis de paciencia y alto respaldo dirigencial, algo inconcenbible en un ambiente tan volátil e inmediatista como el nuestro.
Como dije alguna vez en redes sociales, el mejor jale de la administración Ferrari ha sido la incorporación de Barreto. El ex delantero merengue es un tipo serio y preparado, con experiencia y muchas ganas de trabajar. Aunque su elección como director deportivo fue algo accidentada, considero que está en capacidad de hacer una buena labor y hacer historia en el club de sus amores.
Pero del proyecto deben estar convencidos todos, desde el ayudante del jardinero hasta el administrador de la institución. Esto no implica soltarle la mano al equipo principal. Si a este le va mal en el torneo, los ingresos del club disminuirán considerablemente y será difícil financiar cualquier propuesta futura, por más interesante que sea.
Y la decisión de dejar ir a Valera ha dejado abierta una peligrosa puerta.
¿Qué pasa si mañana llega una oferta millonaria por Piero Quispe y este decide también declararse en rebeldía y no entrenar a fin de torcerle la mano al club para que acepte negociar su transferencia? ¿Primará cuánto dinero ofrezcan? ¿Bastará con decir que Novick o Vilca pueden sustituirlo? ¿Y el bendito proyecto deportivo?
Si, como dicen, la ‘U’ está por encima de todo, hay que demostrarlo con hechos.