¿Cómo evitar algunos errores (típicos) en una clase de yoga?
¿Te ha pasado que entras a una clase de yoga un poco adolorido, sales aliviado, pero luego el dolor regresa? Es común, pero no está bien. Hay muchas razones por la que eso está pasando. Por eso escribí cinco recomendaciones para llevar a tu clase (o por si estás a punto de empezar a practicar).
1. Habla con el instructor: Es muy probable que él o ella te pregunte si es que tienes alguna molestia, pero igual acércate y díselo. Así, durante la práctica te dirá cómo puedes reemplazar algunas posturas.
2. Tener una lesión no quiere decir que vas a hacer menos: Como lo puse en el punto anterior: te dirán cómo reemplazar posturas. No sientas que porque toda la clase hace una postura y tú no, está mal. ¡Te estás cuidando! Y eso es lo mejor que puedes hacer.
3. Cuídate, aún así no sientas la molestia durante la práctica. Quizás escuches al instructor, antes de entrar a una postura, decir algo como: “Si te moleste la espalda, quédate en esta variación”. Pero no te quedas en esa variación porque no te está doliendo la espalda (por seguir el ejemplo), pero a lo que se refiere es a si es que la espalda te fastidia normalmente. No importa si es que en ese momento no te molesta, es mejor tomar el consejo y verás que el dolor dejará de aparecer cuando le de la gana.
4. Si recién estás empezando, después de hacer arcos, no lleves las rodillas al pecho. Esto lo leí hace poco. Lo escribió Martin Kirk. Según dice, muchos no sienten ninguna molestia después de hacer la postura del puente (echado en el mat llevando la cadera hacia arriba) o algún otro backbend profundo (pongo foto) y luego llevar las rodillas al pecho. Pero lo cierto es que esto puede ser muy fuerte para tu espalda (!) si recién estás comenzando. ¿Qué hacer? Sales de la postura y te echas boca arriba, piernas bien estiradas.
5. No doblar las rodillas por querer llevar la cabeza a ellas: Hay una postura que se hace mucho, especialmente durante los saludos al sol, en el yoga: uttanasana. En esta, tenemos los pies pegados al piso y llevamos la cabeza hacia abajo y apoyamos las manos en el piso. Es importante que te cuides las rodillas, hasta que sientas que estas realmente están cómodas. ¿Cómo?: Flexionando las rodillas. No te mates en querer llevar la cabeza a las rodillas con las piernas estiradas. Dale tiempo al cuerpo. Ojo, para salir de la postura (escribe B.KS. Iyengar), levanta la cabeza y presiona los dedos contra el suelo. Levanta el dorso despacio y asegúrate de subir con la espalda recta.
6. Utiliza bloques y correas. Los ‘props’ en una clase de yoga son básicos. Y son increíbles. Usarlos (bloques, correas y más) no quiere decir que no estás llevando la postura a otro nivel. ¡Todo lo contrario!. Con un bloque puedes lograr que el corazón se abra mucho más. Mientras más herramientas tengas al lado de tu mat, mejor.
Namasté..