Marco Quilca León

Las lágrimas de Sashenka Porras lo reflejan todo. Es la emoción de quien convirtiéndose en la peruana más joven en hacerlo y darle un a (1-1) ante Deportivo Lara de Venezuela. Es la alegría de quien hasta hace algunos años le pedía a su madre que la deje jugar al fútbol recibiendo casi siempre la negativa.

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Era una de las últimas jugadas del partido. La atacante aliancista recogió el balón cerca del área rival y enfiló hacia al arco. En plena carrera superó a dos rivales como si fueran esos obstáculos que encontró cuando decidió jugar al fútbol y de un derechazo colocó el balón en el ángulo de la portería. Brazos alzados, como esos festejos de los cracks de antaño, luego de rodillas y emotividad a flor de piel para celebrar la igualdad.

“Queríamos los tres puntos. Al principio no se dio porque tuvimos algunas oportunidades que no supimos aprovechar, pero ya en el segundo tiempo pusimos más tranquilidad y llegó el gol”, señaló Porras, quien ingresó a los 78′ por la colombiana Estefanía Cartagena y fue elegida la mejor del partido.

En el estadio Gonzalo Pozo Ripalda de Quito, Ecuador, las íntimas rescataron un punto ante un conjunto venezolano que debutó en el torneo internacional. Un duelo marcado por el concierto de ocasiones falladas por parte de las blanquiazules. En total fueron 17 remates pero solo cinco fueron a portería.

Con el empate y sabiendo que América de Cali (Colombia) derrotó a Santiago Morning (Chile) por 1-0 con tanto de Wendy Bonilla (la atacante colombiana que reforzó al elenco victoriano en la Libertadores pasada), Alianza ahora deberá buscar los tres puntos ante el cuadro chileno este lunes para acomodarse en un Grupo D que tiene como amplio favorito al conjunto colombiano.

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Contra todo

Aunque Deportivo Lara era el rival a vencer, el cuadro victoriano sacó un valioso empate en su estreno en la Copa Libertadores Femenina. Sobre todo teniendo en cuenta todos los obstáculos que ha tenido que pasar últimamente para soñar con superar la hazaña del torneo pasado en el que se instaló entre los ocho mejores del continente.

La mala organización del torneo por parte de la Federación Peruana de Fútbol trajo consecuencias que se ven desde el inicio del torneo. De entrada, se alteraron los planes de un Alianza que, , ya trabajaban en la Libertadores. No fue exceso de confianza, sino planificación algo que todos los clubes deben hacer.

Pero jugar la final a doble partido (primero en Trujillo y luego en Lima), cuando en principio en las bases decía que iba a ser un solo partido, obligó a que el certamen termine una semana antes del inicio de la Copa, lo cual acortó los tiempos de preparación. Incluso el club tenía pensado hacer una aclimatación en Arequipa antes de llegar a Quito, pero no se pudo.

De hecho, a la capital ecuatoriana llegaron este martes, hace apenas tres días. Y lo hicieron sin sus dos figuras: Sandy Dorador no tuvo tiempo de recuperarse de la lesión que sufrió en la segunda final y la venezolana Neidy Romero no llegó a regularizar sus papeles y llegaría recién este sábado.

“No hay mucho tiempo de preparación. Nos exponemos a no poder recuperar algunas jugadoras que se lesionan. Pero bueno, así es la cosa y ya está. Queda prepararnos”, .

El poco tiempo de preparación también afectó a las seis futbolistas colombianas que llegaron a reforzar al cuadro blanquiazul. Paola García, Estefania Cartagena y Johannys Muñoz se sumaron recién el lunes a los entrenamientos, mientras que Yirleidis Quejada, Yulieth Rivas y Sara Córdoba lo hicieron recién un día antes del partido. Por eso, las cuatro primeras fueron titulares y las otras dos ingresaron en el segundo tiempo.

“Hoy para Alianza Lima fue como un partido de práctica con los refuerzos llegando casi el mismo día, igual que le pasara a la selección nacional, formando el plantel dentro de los 90′ de partido. Mucho que mejorar con los cronogramas y planificación de la FPF”, , futbolista estandarte en Perú.

Para colmo, Adriana Lúcar, la goleadora del equipo, se lesionó en los entrenamientos en Ecuador y no se sabe aún si estará disponible para el segundo partido. Lo que sí es concreto es que el equipo íntimo la necesita más que nunca.

Pese a todo, Alianza Lima Femenino busca volver a hacer historia en la Copa Libertadores. Quieren que el premio a un proyecto serio y sólido, como ni siquiera vemos en todos los clubes de la Liga 1, no solo sea salir campeonas en el torneo local sino destacar a nivel internacional.


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