Uruguay contaba con la mejor selección del mundo en la década de 1920. Bicampeones de los Juegos Olímpicos, los orientales recorrían todo Sudamérica para enseñar sus técnicas de fútbol. El Perú no fue la excepción en estas visitas y, entre tantos futbolistas, arribó a nuestro país el half Romeo Parravicini.
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Su estilo y clase de juego lo convirtieron rápidamente en una de las figuras del novel fútbol peruano. Defendía la camiseta del Circolo Sportivo Italiano, pero también era entrenador. Un boletín de la Federación Peruana de Fútbol, el 23 de abril de 1926, le otorgó “un voto de simpatía y reconocimiento por sus servicios desinteresados para dirigir el entrenamiento de los jugadores nacionales”.
Un año después, el poderoso Real Madrid de España hizo una gira en el Perú y Romeo Parravicini fue jugador (pese a ser uruguayo) y director técnico a la vez de la selección de Lima. Los capitalinos lograron un histórico empate a un gol. Meses después, formó parte del comando técnico de su compatriota Pedro Olivieri en la Copa América.
En enero de 1928, se convirtió en el primer extranjero en vestir la camiseta de Alianza Lima. Parravicini, nacido en 1902, fue uno de los tres refuerzos victorianos en una gira por el norte y centro América. Destacó en una goleada por 4-1 ante el América de México. Meses antes, hizo lo mismo por Atlético Chalaco, en una visita a Costa Rica.
-EL MUNDIALISTA QUE NO FUE-
Ya con muchos años en nuestro país, y hasta con un hijo, Romeo Parravicini no ocultó su deseo de jugar por la selección peruana en la primera edición de la Copa del Mundo, que por esas coincidencias sería en Uruguay. Las reglas del torneo permitían que un futbolista juegue por una selección no natal, pero que no podría volver a vestir la camiseta de donde nació.
‘Parra’ confesó, incluso, que “no calzará más los ‘chuzos’ (zapatos de fútbol)” en caso defender la camiseta peruana, para dedicarse de lleno a la carrera de entrenador. El volante apenas había jugado un par de amistosos por una informal selección uruguaya en 1924 y 1925. En la actualidad, no son reconocidos en dicho país.
Ni bien Paco Brú, elegido como entrenador de Perú para el Mundial de 1930, llegó al Perú, vio en acción a Romeo Parravicini en un amistoso entre los combinados de ‘Circolo-Tabaco’, que perdió ante el ‘Chalaco-Hidroaviación’. El ibérico comentó sobre varios futbolistas potencialmente convocables, pero nada acerca del uruguayo.
Diversos hinchas enviaban cartas a los periódicos (a falta de redes sociales) haciendo sus comentarios en cara a la participación mundialista. Muchos se animaban a enviar sus oncenas titulares, con el sistema de la época 2-3-5, con el nombre de Romeo Parravicini en la mayoría de estas.
No solo eso, la prensa también voceaba su nombre para la convocatoria. Cuando no apareció en la nómina preliminar de 30 futbolistas, la crítica apunto hacia Bru. “Creemos que su ausencia deriva de una mala interpretación de los reglamentos. ‘Parra’ es uruguayo de nacimiento, pero ello no impide defender nuestros colores en el Mundial”, se leyó en La Crónica.
“No hay derecho para inferirle un desaire, ya que con el mayor desinterés ofreció su discurso para alistarse en nuestro equipo. Y más a él quien le debe nuestro fútbol muchas de sus enseñanzas y que ha probado que es un peruanófilo (sic) de corazón”, agregó el medio, pidiendo a la Federación que amplíen un cupo por él.
-LA CARTA DE PARRAVICINI-
El 26 de mayo de 1930, días antes que el plantel concentre en Ancón, el diario ‘La Tribuna Popular’ de Uruguay publicó una carta enviada por ‘Parra’. La nota titulaba: ‘Nuestro compatriota Romeo Parravicini vendrá al Campeonato del Mundo acompañando a los peruanos’. La noticia allá era clara, un oriental defendería a la bicolor en el torneo.
“Acompañando al team combinado que enviará el Perú a disputar el Campeonato Mundial de 1930, vendrá aquel científico half de Colón y Nacional llamado Parravicini”, se leía al inicio de la nota. Según dicho periódico, Parravicini era un futbolista ídolo por el brillo y eficacia de su juego.
En dicha carta, Parravicini revela que la Federación Peruana de Fútbol no le “confiaría el puesto de entrenador del equipo”. Cabe recordar que el uruguayo muchas veces realizó ambas labores a la vez, incluso al combinado limeño, la base de nuestra primera selección. Eso sí, afirmó que viajaría hacia Montevideo, ya que hace muchos años no visitaba esa ciudad.
El mediocampista dudaba si quedarse o no en su país. Finalmente, su nombre nunca apareció en la nómina de viajeros que Perú envió hacia Uruguay. Es más, Paco Bru jamás se pronunció acerca de él. El half centro de Perú en el Mundial fue Plácido Galindo, capitán ante Rumanía.
En 1938, los dirigentes del fútbol de Panamá le pidieron a sus pares uruguayos una lista de entrenadores para dirigir a su selección. Romeo Parravicini, de 36 años, se convirtió así en el primer director técnico de dicho equipo. Dirigió cinco partidos y ganó tan solo uno. De coincidencia, fue reemplazado por un peruano, Manuel Sánchez Durán.
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