A los 39 años se apresuró en colocarse el buzo de la selección y fue apaleado por ello. Hoy, con la sabiduría que otorgan los años, está de vuelta, con las mejores intenciones. Pulir el talento peruano desde la raíz es su consigna.
—¿Qué ha significado para usted volver a caminar por estos pasillos de la Federación después de doce años?
Me resulta muy familiar. En el año 94, cuando se inaugura la Videna, yo era futbolista de la selección. Yo jugaba en Europa en aquellos años, pero venía a jugar para la selección y me quedaba a dormir en las habitaciones que tenemos enfrente. Estar en la Videna es algo familiar para mí. Es cierto que han pasado varios años desde que salí de la Videna, en el 2009, cuando fui entrenador de la selección de mayores. Me resulta familia no solo por el sitio sino por la gente. Hay muchos que siguen trabajando acá desde aquellos años. No me es extraño esto. Uno cuando llega a un equipo nuevo, todo te resulta extraño hasta que uno se va adaptando. Este no es el caso.
CHEMO DEL SOLAR EN ENTREVISTA
—La selección por definición recluta jugadores y los clubes forman. ¿Qué hará con los clubes? ¿Cómo trabajará sostenidamente con ellos?
Eh, la formación de los jugadores no solo es tarea exclusiva de los clubes sino de la Federación. Porque la Federación puede dar las directrices a los clubes para tener a sus jugadores de menores un buen tiempo durante el año. Por ejemplo, la Sub-17 que va a tener un Sudamericano el 30 de marzo y luego el mundial de noviembre que se va a jugar en Perú, ten por seguro que en este año los muchachos van a pasar tanto tiempo con nosotros como lo pasan con sus clubes. Nosotros también tenemos la labor de formarlos. Necesitamos la colaboración de los clubes definitivamente para cederlos y necesitamos que tengan gente capacitada en sus categorías menores para que el futbolista pueda tener una buena preparación. Dentro de nuestro fútbol tenemos un déficit. Ves una gran diferencia en la formación que puedan tener los chicos de Alianza Lima y Sporting Cristal con chicos que son de la región Loreto, Tumbes o Cajamarca. La Federación necesita que eso se pueda equiparar. No es fácil conseguirlo, pero por algo hay que empezar.
—¿Cómo hará viable esa idea suya de que la selección sea un equipo y los fines de semana se vayan a competir a sus clubes?
Una de las cosas que voy a tratar de conseguir es que el chico que venga a la selección de menores más tiempo pase en la Videna que en su club. Voy a intentarlo. Me gustaría. Hay que coordinar con los equipos para que nos cedan a los futbolistas, pero nosotros con lo que le vamos a brindar en la Videna probablemente tengamos la posibilidad de entregarles futbolistas más capacitados. Es cuestión de coordinarlo. A partir de la próxima semana tengo reuniones con los clubes para poder conversar de todo esto. Esperemos que haya una buena disposición de ellos para con la selección.
—¿En los cinco años que estuvo en César Vallejo qué talentos de menores promovió?
Salieron algunos. Pocos, pero sacamos algunos. Hay una gran diferencia entre las categorías menores de los equipos de Lima y los de provincia y lo he podido notar claramente en César Vallejo. El nivel de competencia en las regiones es muy pobre y el futbolista para desarrollarse necesita competir contra chicos que sean buenos. Allí desarrollas tu potencial. El que juega en Vallejo, Cienciano o Melgar no tiene contra quién competir. Más facilidades van a tener los equipos de Lima de sacar futbolistas. Entrando al detalle hay jugadores que han actuado conmigo en Vallejo como Stalin Morillo, Jorge Ríos, Jeferson Nolasco, Anderson Villacorta. Pero, claro, si te pones a comparar los jugadores que yo hice debutar en la Vallejo durante cinco años con los que hice debutar en Cristal, la ‘U’ y San Martín hay muchos más allí. ¿Por qué? Porque tienen una mejor formación, y compiten más.
—¿Es frustrante para un entrenador de Primera esa realidad?
Sí, yo tuve muchas dificultades en Vallejo. Al final logramos hacerlo, pero el tema de la Bolsa de Minutos nos complicaba. Porque al final el equipo de las distintas regiones del país terminan poniendo a los chicos en el primer equipo por obligación. Y los chicos no están bien formados y no están capacitados para jugar por este déficit de competencia. Ya se cambió la Bolsa de Minutos. Yo no estaba de acuerdo, porque en estos equipos juegan por obligaciones. Probablemente los chicos de la ‘U’, Alianza y Cristal sí estén preparados pero los otros no. Tenemos que potenciar el campeonato de menores. Quizá no en este año, porque las directrices ya están dadas, ya está armado todo, pero debemos tratar de que a partir del próximo año el campeonato de menores comience a variar para que sea mucho más competitivo. No solo en Lima sino a nivel nacional.
—Ha mencionado la importancia de tener una red de ojeadores a nivel nacional e internacional. Pero ya existe una y está a cargo de Pablo Bossi. ¿Cuál es su evaluación?
Tengo entendido de que el señor Pablo Bossi ya no está. No sé qué habrá pasado. No tengo ni idea. Pero ya no está y ahora se va a reestructurar la red de ojeadores que hay a nivel nacional y que habrá a nivel internacional, porque creo que no había. De afuera solo habían referencias.
—Se necesita un equipo grande...
Se necesitan ajustes y cambios para poder detectar el talento fuera. Hay colonias peruanas muy grandes en distintos países. Estados Unidos, España, Italia, Argentina. Yo sí creo que deben haber bastantes chicos con ascendencia peruana jugando por allí.
—¿Cómo convencerlos, qué ofrecerles? El volante Alexander Robertson del Manchester City cortó comunicación con la FPF mientras que Matteo Pérez del Bayern Múnich se decidió por Suecia...
El tema está en tratar de captarlos cuando son chicos. Porque si a un chico de 18 años del Manchester City le vas a decir: vamos a jugar a Perú. Lo más probable es que te diga que no. Si a ese chico se lo propones cuando tenga catorce años, quizá su respuesta sea distinta. Y, claro, a los catorce, quince años el chico está más influenciado por los padres. Es una decisión tomada en conjunto, familiar. Se debe tratar en lo posible de detectarlos cuando sean más jóvenes. Habrá más posibilidades.
—¿Busca promover algún estilo del Solar? O sea, que todas las divisiones menores jueguen de una determinada manera.
No necesariamente. Hay dos cosas que se debe diferenciar: el sistema de juego y el modelo de juego. Tú puedes jugar con tres centrales y dos laterales-volantes, o cuatro defensores o tres delanteros. Los sistemas varías. El modelo es otra cosa. Es si tienes presión alta o esperas en tu campo y contragolpeas. Inicias el juego elaborando desde abajo o con pelotas largas a tu delantero. Yo creo que los equipos tienen que entrenarse y afrontar cada partido de acuerdo a qué te vas a enfrentar. A nivel de selecciones, en este caso lo que me compete a mí de menores, no es lo mismo enfrentar a Brasil que a Bolivia. Porque Brasil te va a salir a atacar en todo momento y ese día tendrás que jugar al contraataque. Y Bolivia más bien se agrupará atrás. Hay que saber adaptarse a todo. Pero si analizas mis equipos, más o menos yo tengo un modelo de juego que el equipo casi siempre intenta jugar. Hay excepciones, por supuesto. En el torneo peruano entran a tallar otras variables como la altura.
—Si hace más de quince años estaba seguro de llevar a Perú a un mundial de mayores y, finalmente, no se dio, ¿de qué está convencido ahora o más bien se permite dudar?
Yo estoy convencido de que voy a hacer un buen trabajo y voy a poner el mejor de mis esfuerzos para que las selecciones de Perú de menores progresen y puedan ser competitivas.
—¿Me parece o está siendo bastante prudente con lo que promete?
¿Te parece? Probablemente, no lo sé. Ya tendrás que analizarlo tú.