Desde aquel 15 de marzo del año pasado -hace exactamente un año-, cuando el Gobierno anunció el inicio de la cuarentena ante la amenaza del recién llegado COVID-19, la ‘normalidad’ como la conocíamos cambió totalmente. El confinamiento estricto obligó a trasladar todas las actividades al hogar, a salir solo lo necesario para abastecerse y, con ello, nuestros hábitos de consumo dieron giros que aún permanecen y se han acentuado, 12 meses después.
“Hubo cambios drásticos en las personas y sus actitudes se mantendrán. Uno de los más resaltantes ha sido administrar la incertidumbre: desde que un día tienes trabajo y otro no, cambios en la rutina, cambios de hábitos de consumo por las cuarentenas impuestas. Es un hito que va a dejar huella”, reflexiona Rolando Arellano, gerente general de la consultora Arellano.
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Aunque son muchas las tendencias de consumo que se han impulsado como efecto de esta pandemia, expertos en consumo masivo destacan cinco como las más importantes que influyen en el nuevo perfil del consumidor peruano. Y que lo acompañarán más allá de cuando se logre superar esta crisis sanitaria.
1. Prioriza precios y cambia de marcas
El impacto económico de la pandemia ha sido brutal a nivel de empleos y contracción de ingresos. Por esta razón, y ante la incertidumbre de lo que podría pasar más adelante, el consumidor peruano está mucho más inclinado a buscar precios. Como explica Javier Álvarez, director senior de Trends en Ipsos Perú, nuestro país siempre ha tenido un consumo ligado al precio, pero ahora se valora mucho más que antes. “El ahorro sigue estando muy presente, pero más que ahorrar para más adelante o para una emergencia, la gente ahorra para subsistir. Y una manera de hacerlo es buscar precios bajos, pagar menos por más”, sostiene.
En el 2019, el 80% de encuestados indicaba que iba por precios económicos, en el 2020 ya eran 9 de cada 10, de acuerdo a cifras de Ipsos.
Con un ingreso per cápita ajustado, el consumidor hace sacrificios. Con ese objetivo, el 50% de los consumidores asegura que ha cambiado de marcas, comenta Álvarez. Ante la crisis, la gente se ajusta y tiene que priorizar: cambiar un producto por otro sustituto, una marca por otra, o dejar algunas categorías hasta que los tiempos mejoren.
El cambio de marcas, refiere el especialista, se estaría dando mucho más en alimentos y algunos productos de limpieza.
Arellano, por su parte, coincide en que estos cambios estarían más vinculados a los alimentos, que es donde se nota más la presión, en los abarrotes y vestimenta. Las promociones agresivas y los descuentos, por esto, han ganado importancia en el acto de compra. Una mirada hacia cuidar cada sol ante la economía familiar afectada.
En noviembre, una encuesta realizada por GRM a nivel nacional, reafirmaba esta propensión: el 50% de los peruanos estaría comprando marcas que no son las que habitualmente adquirían antes de la pandemia, con mayor énfasis en Lima y el oriente. Esto debido, principalmente, a la búsqueda de precios más bajos. Una situación que tuvo su pico más alto en mayo, cuando esta cifra llegaba al 72%. En ese entonces, el tema de los problemas de abastecimiento fueron un factor adicional.
“Yo creo que sí, el precio será importante este 2021, hasta que el rebote no se traslade a la economía familiar. Y ese rebote puede tardar más de seis meses”, indica Arellano. La última cuarentena agudizó un poco esta tendencia.
2. Ahorra
Pero además del ahorro por cada sol, Arellano destaca también que en determinados segmentos de la población se ha producido un tipo de ahorro involuntario. “Si bien hay desempleo y los ingresos han caído, no es la realidad de todos y hay ciertos sectores que al limitar su consumo en viajes, trayectos, entretenimiento, han generado un ahorro forzado”, se explica.
Aquellos que pudieron generar ese ahorro han podido ver otras alternativas para destinar ese monto, por ejemplo, para decidirse a dar la cuota inicial de una vivienda. Y es que si bien es un momento aún cuesta arriba, Álvarez apunta que dentro de las expectativas para este año, hay un 39% que espera que su ingreso familiar mejore este año.
Pero para entender un poco más el comportamiento de ahorro en el país, Álvarez indica que el 54% de peruanos -con o sin pandemia- ahorramos. No somos grandes ahorradores en cantidad, pero tenemos la costumbre de hacerlo. Los peruanos ahorradores explican que lo hacen para atender alguna emergencia, asociada a alguna mensualidad o a problemas de salud. “El 2020 , muchos peruanos perdieron sus empleos y utilizaron esos ahorros para subsistir, lo que generó una nueva dinámica de gasto en función a los ahorros, fue una adaptación”, anota Álvarez.
No obstante, se espera que conforme vaya pasando la crisis sanitaria, el consumidor redistribuirá sus gastos y las marcas deberán estar preparadas con alternativas para acompañar este proceso.
De otro lado, Arellano destaca también la frecuencia de compra a raíz de la pandemia: ha despertado la necesidad de previsión. Salvo en el caso de las personas que ganan el día a día, quienes reciben un sueldo más constante, tienden a comprar para más días.
3. Digitalización en servicios
Un cambio importante que se tuvo con el confinamiento fue correr a pasos agigantados hacia la digitalización. No solo por la necesidad de las clases virtuales, el trabajo remoto, en muchos casos, sino en el uso de la tecnología para el pago de servicios básicos, compra de alimentos, e-commerce o el mismo delivery.
“Antes de la pandemia se veía que venía y avanzaba poco a poco la ola, pero con esta coyuntura ha sido un tsunami y mojó a todos hacia la adaptación de la tecnología, se volvía una alternativa para reducir riesgos de salir a la calle, inclusive”, comenta. Ir al banco, comprar por Internet o pagar servicios son cambios que se van a quedar, más allá del grupo etario.
Eso por el lado de la demanda, indica Arellano, pero por el lado de la oferta también ha acompañado. Asegura que hay una mayor oferta en la adopción de medios de pago como Yape, Plin, y eso lleva a otros nivel de potencial para los negocios de los emprendedores, que muchos han nacido digitales durante este último año ante el desempleo.
Álvarez destaca que además de la omnicanalidad (presencial y digital, sobre todo), se vio incrementado también el uso de Whatsapp y el teléfono como medio de compras en los pequeños y medianos negocios. La tendencia hacia fin de año, comenta, es que la gente recurra con mayor intensidad al uso de las billeteras móviles y el uso de aplicativos móviles: un 56% de peruanos afirma que utilizará más los aplicativos de pagos con número de celular este año, según Ipsos Perú.
“Esta tendencia llegó para quedarse y sin los cambios que hubo por la pandemia no se habría logrado tan rápido, ya se digitalizaron varios servicios. No fue una elección , ha sido una respuesta obligada para no salir de casa y para no perder clientes, por el lado de los negocios”; explica Álvarez. Sin duda, fue importante que los centros ferreteros, mercadillos, conglomerados comerciales se hayan digitalizado, ya que si el comercio no se adaptaba, iba a estar entrampado, anota el experto.
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No obstante, remarca que hay un camino largo todavía para seguir avanzando en este aspecto.
Dentro de la digitalización de servicios hace sentido hablar también de dos rubros en los que el consumidor se ha apoyado en este año pandémico y que tienen potencial de seguir consolidándose: delivery y streaming.
Delivery:
Según Euromonitor International, este canal –explorado en mayor nivel en otros pares de la región en años previos– se vio impulsado exponencialmente en el Perú: las ventas por esta vía crecieron cerca de 350% en el 2020, siendo la cifra más alta de la región. Esto en respuesta al confinamiento y a las restricciones que se sucedieron para mitigar los contagios por COVID-19.
De acuerdo a Alonso Nuñez, director ejecutivo de PedidosYa (antes Glovo), los peruanos utilizan el delivery sobre todo para adquirir comida en restaurantes ( un 60% de todos los pedidos), seguido de mensajería (courier) y abastecimiento en general (supermercados, farmacias, tiendas de conveniencia, entre otras). En el caso de PedidosYa suman ya 4 millones de usuarios en el país.
Streaming:
Aunque todavía es una alternativa muy de nicho, el streaming explotó durante el último año, incluso en un estudio elaborado por Ipsos a junio del año pasado, ya los peruanos- en zona urbana y acceso a Internet- indicaban que habían incrementado el uso de streaming frente al año anterior.
Además, según un estudio de Comscore elaborado en julio del 2020, alrededor de 2,2 millones de peruanos visitaban Netflix en sus móviles, siendo los usuarios de 35 a 44 años los más asiduos a esta plataforma. Una cifra que, sin duda, en marzo del 2021 se ha incrementado ante el prolongado estado de emergencia por la pandemia, las pocas opciones de entretenimiento actuales y a la llegada de nuevos jugadores de streaming (HBO Max, Paramount, Star +, Amazon Prime, entre otras). Álvarez comentó en un informe del año pasado, que las estrategias de precios y mejoras en condiciones de pago también ayudan a este impulso.
“La curva de personas que utilicen el servicio de streaming va a crecer, no va a detenerse. Lo que pasará cuando pase la pandemia o abran los cines, serán una menor intensidad en el consumo o concentrado en algunos días”, comenta. Eso sí, precisa que hay que tomar en cuenta que el streaming no es masivo y los hogares con algún servicio de streaming, aún es pequeño.
4. Busca asesoramiento
Álvarez indica que otra tendencia que ha cobrado importancia en este último año es la búsqueda de asesoramiento, ya que ante las compras virtuales y la distancia social, el cliente busca que la marca le pueda ofrecer una guía como ‘personal shopper’.
De acuerdo a su análisis, hoy el consumidor está muy interesado en ver opiniones antes de realizar sus compras, una necesidad por obtener soluciones: un 46% de los compradores en línea busca recomendaciones de usuarios o especialistas. Y por ello estarían dispuestos a recurrir a personal shoppers, en particular para compra de alimentos y bebidas, productos de limpieza, artículos de farmacia, vestimenta y calzado, y electrodomésticos.
Y si bien ya hay cierta flexibilidad para retornar a las tiendas físicas con aforos reducidos, de acuerdo a Ipsos, el 38% de los entrevistados indicaba, hasta diciembre del 2020, que si veía las tiendas muy llenas no entraba o prefería regresar más tarde.
Según el informe Observatorio E-commerce 2020 de la Cámara Peruana de Comercio Electrónico (Capece), la penetración de compradores online en el Perú pasó del 18,6% (seis millones) en el 2019 al 36,1% (11,8 millones) al cierre del año pasado, en una industria que creció 50% en el 2020.
5. Preocupación por el deporte
Para Arellano otra tendencia que ha cobrado fuerza en esta pandemia ha sido la valoración por el deporte y el bienestar, lo que se ha traducido en que los peruanos se hayan inclinado a retomar o iniciar hábitos como el uso de bicicletas, correr o empezar a entrenar en el parque o en la casa.
Una tendencia que se reflejó en el significativo crecimiento de las importaciones de bicicletas entre junio, julio y agosto del año pasado, llegando a importarse más de 58 mil unidades en agosto en comparación a las cerca de 7.400 unidades que ingresaron al país en el mismo período del 2019. Un alza del 685% en tan solo un año.
Este cambio no tendría vuelta atrás, según comenta Arellano y se seguirá afianzando en los siguientes meses más allá de la pandemia.
En esa misma línea, Álvarez destaca también que hay una ligera alza en la intención de tomar algún seguro de salud previsional: el 21% de encuestados este año señala que piensa en contratar algún seguro ante la incertidumbre.
Bonus track: mira nuevamente a los negocios del barrio
Otra tendencia ha sido el redescubrimiento de la economía local del distrito, del barrio. Ante las distintas medidas de restricción que se dieron en el año, el consumidor recurrió y se reencontró con las, bodegas, panaderías o cafeterías de la zona.
Según una encuesta elaborada por Mastercard en septiembre del 2020 exhibía alguna de estas tendencias: el 43% de los peruanos gastaba más en pequeños comercios locales que antes de la pandemia. Asimismo, como parte de esta economía local, el 85% de encuestados indicaba que ha descubierto nuevas tiendas en su barrio en estos meses.
“Hay una valoración mayor a las pymes, se creó una nueva economía de comercial local. Y, al mismo tiempo, las pymes despertaron a brindar un mejor servicio, seguridad y facilidad en las formas de pago”, comentó Gianfranco Polastri, gerente general de Mastercard para Perú y Bolivia.
Para Rolando Arellano, gerente general de la consultora Arellano, la oferta de los pequeños negocios también mejoró. Las tiendas se adaptaron a este nuevo contexto y se surtieron mucho más con abarrotes, pollo y frescos, para la nueva demanda. Un consumo dentro de la comunidad que se va a quedar.
Los negocios de barrio donde los consumidores suelen acudir más seguido a realizar sus compras, según el reporte, y dónde destinan mayores montos son las verdulerías, panaderías y cafeterías.
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