Con US$11 mil millones perdidos el año pasado (es decir, el 92% de sus ingresos anuales), el turismo ha sido uno de los sectores más golpeados por el coronavirus en el Perú. Precisamente, por esa condición de gravedad, debería ser uno de los rubros que más rápida atención reciba por parte del nuevo Gobierno, a partir del 28 de julio.
En esa línea, y en tanto se defina si es Pedro Castillo o Keiko Fujimori quien se coloque la banda presidencial, vale la pena poner sobre el tapete cuáles son las medidas urgentes que se deberían promover para reactivar el turismo peruano a nivel nacional e internacional.
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Hace algunas semanas, en Día1 y El Comercio hemos analizado cuáles son los planes de los dos candidatos a la presidencia, en lo que respecta a la industria de los viajes, y ahora recurrimos a un grupo de especialistas del sector para esbozar un mapa (una hoja de ruta) que pueda servir como referencia sobre qué hacer –urgentemente– con el turismo, para quien se mude a la Casa de Pizarro.
Por lo menos son cinco las recomendaciones de los expertos para que esta actividad pueda sobrevivir a la crisis sanitaria. En esa lista de prioridades están: [1] la vacunación de los trabajadores de esta industria, [2] la reactivación financiera de la empresas que operan en este rubro, [3] promover la conectividad aérea local y con el extranjero, [4] invertir en infraestructura y competitividad, y [5] difundir nuestros atractivos turísticos en todo el globo.
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VACUNACIÓN Y REACTIVACIÓN
Una de las tareas fundamentales de cara a la resurrección de esta industria es la vacunación contra el COVID-19, indica Ricardo Acosta, presidente de la Asociación Peruana de Agencias de Viaje y Turismo (Apavit). No solo acelerar la vacunación de los ciudadanos en general, que está avanzando, sino, especialmente, la inmunización de los trabajadores que conforman la primera línea de atención a los viajeros: los que laboran en hoteles, agentes de viaje, los porteadores en destinos como el Cusco, entre otros.
Ese grupo –al que podríamos llamar la infantería del turismo– está conformado por cerca de 500 mil colaboradores, según los cálculos de Acosta, y representa el 15% del total de personas que trabajan en este sector (usando la base del 2019).
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Apavit ha propuesto que sean las propias empresas de este rubro las que se hagan cargo de comprar las vacunas para sus trabajadores, pero si el nuevo Gobierno no lo cree conveniente, tendría que considerar a estos colaboradores como ciudadanos con prioridad de inmunización, como fue el personal de salud, policía y Fuerzas Armadas.
Ahora, dentro de esta industria coinciden en que, tan importante como la salud de sus trabajadores es la sostenibilidad de sus empresas, algo que ha estado en riesgo debido a las restricciones de movilidad que provoca la pandemia. De hecho, según la Cámara Nacional de Turismo (Canatur), de las 150 mil compañías que se dedican a este actividad en el país, por lo menos la mitad ya había cerrado hacia el último trimestre del 2020.
Para evitar más quiebras, el Ejecutivo ha lanzado programas de soporte económico como el FAE Turismo, pero su baja cobertura entre las firmas de esta industria ha convencido a Canatur de proponer acciones más agresivas, como la exoneración del IGV para las empresas de este sector “hasta que termine la emergencia sanitaria”, y la provisión de “créditos blandos” para reactivarlas. Vale decir, préstamos garantizados por el Estado, con períodos de gracia de dos o tres años y con tasas de interés muy cercanas a cero.
CONECTIVIDAD Y PROMOCIÓN
En el Perú, el desmadre global que provocó el coronavirus redujo a menos de la cuarta parte el número de turistas que visitan nuestros atractivos desde el extranjero. Según el Ministerio de Comercio Exterior y Turismo (Mincetur), si en el 2019 arribaron 4,37 millones de visitantes internacionales, para el 2020 ese flujo no superó los 900 mil viajeros (ver infografía).
En estos días de ligera reactivación, es muy importante que se retomen la mayoría de los vuelos que conectan al Perú, tanto dentro como fuera de nuestras fronteras, como ha señalado Miguel Mena, experto en el mercado aerocomercial del estudio CMS Grau. Para tener una idea de cómo va esa cobertura, sirve precisar que, en algunas rutas, el número actual de vuelos no supera el 50% de la oferta que había antes de la pandemia, según el gerente general de Viva Air, Stephen Rapp.
Del mismo modo, es vital mantener las obras de mejoramiento o ampliación de nuestros aeropuertos, como se está haciendo en el emblemático Jorge Chávez, con el objetivo de casi duplicar su capacidad para el próximo quinquenio.
A nivel nacional, estas obras suman una inversión de casi US$4.000 millones, según lo que sus propios concesionarios han indicado a Día1.
Estos son pasos fundamentales para promover nuestros destinos, como ya está haciendo Prom-Perú en el extranjero, destacando que en varios casos ya contamos con el sello internacional Safe Travels, un requisito que, en estos días de recelo para viajar, son un espaldarazo potente para convencer a nuestros potenciales visitantes.
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