El 2020 será recordado por ser un año de extrema volatilidad en los mercados financieros. Los efectos devastadores del COVID-19 en la actividad económica mundial, un riesgo que hace un año pasaba inadvertido, produjeron una de las caídas temporales más bruscas en los activos tradicionales (acciones y bonos). El rebote posterior, bajo la influencia de la alta liquidez mundial, el incremento sustancial del gasto gubernamental y la expectativa de una vacuna en los siguientes meses, ha traído consigo que las rentabilidades de la mayoría de inversiones sean auspiciosas.
Así, la bolsa americana, se ubica en sus niveles máximos históricos, rindiendo alrededor de 13% en lo que va del año, desempeño explicado, en buena parte, por las acciones tecnológicas. Por el lado local, la bolsa está a punto de hacer ganancias en el año impulsada principalmente por el desempeño de las acciones mineras, tras el repunte del cobre (25% en lo que va del año). Por otro lado, los bonos corporativos en dólares a nivel global exhibieron una rentabilidad de 7%. Asimismo, el índice PiP de bonos corporativos latinoamericanos en mercados internacionales obtiene un desempeño de 7,5% en dólares. En el flanco local, los bonos soberanos en soles y dólares rentan 9,6% y 7,4%, respectivamente. En este contexto, ¿qué factores determinarán las rentabilidades del 2021?
En un entorno de bajas tasas de interés a nivel mundial y de incrementos en los gastos gubernamentales, los inversionistas seguirán tomando riesgos de manera paulatina, principalmente de mercados emergentes (acciones y bonos), esperando el rebote de sus economías y la recuperación de algunos sectores económicos deprimidos. Más aun, en un contexto de estabilización de las economías y un entorno geopolítico más distendido en pro del comercio internacional (post Trump), se esperaría una menor percepción en los riesgos mundiales. Esta situación juega, a su vez, a favor de una depreciación del dólar y una robustez de los metales industriales.
MIRA: Violeta Bermúdez: Ejecutivo buscará digitalizar el 100% de sus plataformas de promoción comercial
En el frente local, la bolsa peruana podría experimentar mejoras principalmente en sectores vinculados a la demanda interna (como el financiero y de consumo), mientras que los precios de bonos corporativos de sectores económicos deprimidos podrían beneficiarse por contracción en sus primas de riesgo crediticio en la medida en que la economía brinde señales más claras de revitalización.
No obstante, el 2021 no estará exento de riesgos, siendo uno de los principales un retraso en la masificación de la vacuna contra el coronavirus, que produzca un alargamiento en las condiciones de confinamiento y, por lo tanto, de la recuperación económica esperada. Asimismo, en el frente local, destacan el ruido político debido a las próximas elecciones presidenciales y a un Congreso transitorio con propuestas disonantes. Bajo estas circunstancias, será importante mantener alternativas que brinden diversificación a nuestros portafolios con activos relativamente menos correlacionados a los ciclos económicos tales como fondos vinculados a la actividad inmobiliaria, renta fija privada y fondos vinculados a las actividades de factoring. Además, será importante mantener un colchón de liquidez (depósitos), siendo selectivos en las entidades que elegimos como destinos de nuestros recursos en términos de capitalización y solvencia.
Contenido sugerido
Contenido GEC