OIT: “Más del 90% de jóvenes empleados trabajan bajo contratos a plazo fijo”

El Panorama Laboral del 2019 elaborado por la Organización Internacional de Trabajo (OIT)posiciona a Perú como uno de los países donde existe la mayor incidencia de contratos a plazo fijo (por meses) frente a los contratos a plazo indeterminado.

Durante la presentación de dicho informe, el economista regional de la entidad Hugo Ñopo, explicó que esta proporción es mucho más alta que en otros países.

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“En Perú los empleos temporales son una proporción muchísimo más alta del empleo que en otros países porque el costo de los empleadores es bien alto. El costo de la empleabilidad fija implica casarse de por vida e ignora la volatilidad de la economía, las innovaciones tecnológicas y muchas cosas que cada vez más son importantes en América Latina”, aseveró.

El informe centra su atención en esta proporción sobre los jóvenes de América Latina y de Perú, donde el porcentaje supera al 90%.

La gráfica refleja que la proporción es más equilibrada en países como Chile y Argentina. “Siendo estos costos altos como en el caso de Perú, se opta por estos empleos temporales. Es otro de esos casos donde la legislación en el ánimo por proteger al empleador resulta haciendo más daño que bien”, afirmó. Ñopo precisa que la Encuesta Nacional de Hogares (ENAHO) también permite detectar a los jóvenes sin contrato escrito para el caso peruano.

Lo que señala la OIT

Para la OIT es importante preguntarse bajo qué condiciones están trabajando estos jóvenes. “En principio, los contratos temporales, ya sea de prueba o de tipo formativo, son deseables en la medida que facilitan el proceso de emparejamiento entre empleador y empleado. Sin embargo, aquellos que son empleados como un mecanismo para reducir los costos del despido podrían tener consecuencias adversas en el empleo y la productividad (Alaimo y otros, 2015)", recalca.

Asimismo, el informe da cuenta de estudios que muestran una asociación entre relaciones laborales de corta duración (como es el caso de contratos temporales) con una menor incidencia en capacitación. “A su vez, una menor inversión en formación podría tener repercusiones en términos de productividad”, acota.