Un estudio de la Universidad de Oxford, y publicado en la revista Archives of Disease in Childhood, determinó que los bebés que fueron alimentados a través de lactancia obtuvieron, 16 años después, mejores resultados en pruebas de lenguaje y matemáticas frente a aquellos que crecieron a base de fórmulas o sucédasenos de la leche materna, sin embargo, las diferencias que se apreciaron no fueron muy grandes.
Hogar&Familia entrevistó al autor principal de la mencionada investigación, el científico peruano Reneé Pereyra-Elías, quien detalló las conclusiones que lograron recabar sobre el impacto de la lactancia materna en el desarrollo cognitivo y rendimiento académico.
“Las diferencias no son tan grandes. No estamos diciendo que los bebés que recibieron leche materna solamente se van a sacar 20, o que los bebés que no recibieron leche materna van a jalar todos sus exámenes, o que el grupo que no recibió leche materna va a sacar en promedio 11 y que el grupo que sí recibió leche materna va a sacar 18 y 19. Las diferencias entre ambos grupos son muy ligeras”, comentó el también docente de la Universidad Científica del Sur.
“En un puntaje de 0 a 90, los niños que lactaron por un año más, comparados con los niñitos que nunca lactaron, tuvieron 3 puntos más. Pero 3 puntos más en un puntaje que potencialmente podría ser de 0 a 90, no es nada”, acotó.
Pese a no demostrar diferencias relevantes en el ámbito académico, Pereyra-Elías hizo hincapié en la importancia de la lactancia materna debido a otros factores que ayudan a potenciar en el cuerpo y mente del ser humano.
“La lactancia materna tiene bastantes beneficios conocidos, especialmente reducción de enfermedades y mortalidad en los niños. Además, es importante para la madre, pues reduce el riesgo de cáncer de mama, cáncer de ovario, hipertensión y enfermedades cardiovasculares”, manifestó.
Asimismo, exhortó a las madres que no pueden dar de lactar a no preocuparse por sus hijos, académicamente hablando, ya que no van a tener ninguna desventaja significativa.
“Aquellas mamás que por indistintos motivos no puedan dar de lactar a sus bebés, no tienen de que preocuparse, o en todo caso sentirse culpable y romperse la cabeza pensando que ahora sus niños van a estar en una desventaja académica porque no lactaron. Repito, el rendimiento académico entre los bebitos que no lactaron y los que lactaron por más tiempo no es mucha”, continuó.
¿Cómo se realizó el estudio?
Desde hace 100 años existe información que sugiere que los niños que fueron amamantados por más tiempo tienen un mejor desempeño académico, pero estos estudios no eran lo suficientemente robustos, ya que los resultados podían estar influenciados por otros factores, “como el hecho de que, en países de altos ingresos, como Inglaterra, las mujeres con mayor acceso a educación y en mejores condiciones económicas suelen dar de lactar a sus hijos por más tiempo”.
Por tal motivo, el también médico cirujano contó que él y sus compañeros buscaban aclarar ciertas dudas relacionadas a dicha información. Para ello, evaluaron datos de cerca de 5.000 menores a través de sus madres, a quien se les consultó sobre el tiempo que lactaron sus hijos.
“Se separaron a los niños en grupos según las respuestas: los bebés que nunca lactaron, los que lo hicieron hasta por dos meses, de dos a cuatro meses, de cuatro a seis meses, de seis a 12 meses y de 12 a más”, detalló el científico peruano.
Posteriormente, los investigadores analizaron cuál fue el desempeño de estos muchachos en matemáticas, lenguaje (inglés) y en todos los cursos en general. De acuerdo con sus conclusiones, la probabilidad de aprobar cinco o más exámenes fue 12% más alta en los que lactaron por cuatro meses o más, en comparación con los niños que no lactaron, lo cual no es una diferencia muy grande. Además, establecieron que hubo una reducción del 25% en la probabilidad de reprobar el curso de inglés en aquellos que lactaron al menos un año.
“Estos resultados significan que, comparados con los que no recibieron lactancia materna, los que sí la recibieron van a tener un rendimiento académico un poco mejor. Pero, si se esfuerzan, todos pueden tener notas altas”, aclaró Pereyra-Elía.
Cabe precisar que este estudio se realizó en Inglaterra con adolescentes que se desarrollaron en el mencionado país, por lo que es complicado determinar si las conclusiones de la investigación aplican para de ingresos bajos o medios como Perú, ya que son otros factores involucrados.
“La particularidad que tienen ciertos países de Latinoamérica, incluido el Perú, es que las mamás que son de una posición socioeconómica más alta dan de lactar a sus bebés por menos tiempo, pero, en Inglaterra y otros países de la región, las mamás que tienen mayor educación y riqueza dan de lactar por más tiempo”, dijo el doctor.
“Entonces, a diferencia de los estudios que se han hecho acá, en Perú, las mamás que dan de lactar por más tiempo tienen menos recursos económicos. Ahí sería súper interesante evaluar la asociación de estos factores, porque nos, digamos, limpiaría el camino de estas variables confusoras. Por el momento, los estudios tienen limitaciones y no son concluyentes. La respuesta a la pregunta de si es que la lactancia materna influye en el desarrollo cognitivo y en las notas todavía está por conocerse”, concluyó el peruano.