En la bóveda de la Biblioteca Nacional se conservan 64 libros de la colección que José de San Martín donó a la institución  hace 200 años. FOTO: ALESSANDRO CURRARINO/EL COMERCIO
En la bóveda de la Biblioteca Nacional se conservan 64 libros de la colección que José de San Martín donó a la institución hace 200 años. FOTO: ALESSANDRO CURRARINO/EL COMERCIO
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Jorge Paredes Laos

La historia cuenta que, tras firmar el decreto que creaba la Biblioteca Nacional del Perú, el 28 de agosto de 1821, el general José de San Martín donó a la flamante institución su colección particular de libros. No existe consenso sobre la cantidad de volúmenes donados, pero quienes se han ocupado del tema como los historiadores José Pacífico Otero, Teodoro Caillet Bois, Pedro Luis Barcia o Felipe Pigna coinciden en señalar que el libertador era un hombre ilustrado, amante de la lectura y conocedor de las novedades bibliográficas de su tiempo, por lo que trajo de Europa toda una colección de volúmenes sobre las más variadas materias. Once cajones de libros que contenían más de 700 libros que, luego, puso a disposición de la biblioteca limeña.

El local de la antigua Biblioteca Nacional en la avenida Abancay, luego de su reconstrucción tras el incendio de 1943. Foto: Exposición "Renacer de las cenizas", que se puede ver en el jirón Ucayali hasta  el 30 de setiembre.
El local de la antigua Biblioteca Nacional en la avenida Abancay, luego de su reconstrucción tras el incendio de 1943. Foto: Exposición "Renacer de las cenizas", que se puede ver en el jirón Ucayali hasta el 30 de setiembre.
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Citando a Pigna, el historiador Héctor López Martínez precisó en un artículo aparecido el domingo pasado en este Diario, que eran unos “745 volúmenes, además de 76 mapas, cartas y planos cartográficos”. Se sabe, además, que dos tercios de estas obras estaban en francés, idioma que San Martín dominaba a la perfección.

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En “Los caminos de la lectura. Las bibliotecas del libertador”, Pedro Luis Barcia hace un ordenamiento de la librería sanmartiniana y establece una especie de catálogo de los volúmenes contenidos en ella. Así, demuestra la existencia de títulos de ciencias, derecho, economía, filosofía, historia, lengua, literatura, marinería, matemáticas, mineralogía, periodismo, agricultura y ganadería, artes y oficios, tácticas militares, viajes y recreación. Libros que podían ser identificados por una especie de etiqueta que el general argentino colocaba en cada uno de ellos y que se conoce como el ex libris de José de San Martín: un rectángulo orlado que tenía al centro el nombre del libertador. En algunos casos, los ejemplares también llevaban su firma.

Detalle de uno de los libros donados por  José de San Martín a la Biblioteca Nacional hace 200 años. FOTO: ALESSANDRO CURRARINO/EL COMERCIO
Detalle de uno de los libros donados por José de San Martín a la Biblioteca Nacional hace 200 años. FOTO: ALESSANDRO CURRARINO/EL COMERCIO
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¿Queda algo de esa surtida colección sanmartiniana 200 años después? La respuesta la encontramos en la bóveda de la Biblioteca Nacional, ubicada en su sede de San Borja.

Salvados del fuego

En el sector dos, del cuarto piso de la Biblioteca Nacional, se encuentra el Fondo Antiguo, un espacio que contiene todas aquellas publicaciones anteriores al año 1900. Algunos de estos libros han sido salvados del fuego y recuperados de los continuos saqueos que ha sufrido esta institución casi desde el momento mismo en que abrió sus puertas, el 17 de setiembre de 1822, en el antiguo Colegio de Caciques de Lima.

“Se sabe que, en plena época de la independencia, el bando realista saqueó la biblioteca y se perdió una parte de su colección primigenia”, cuenta el historiador Gerardo Trillo, jefe de la dirección de Protección de Colecciones de la BNP. Sin embargo, la mayor expoliación se produjo en el verano de 1881, cuando el ejército chileno ocupó los salones de la biblioteca y miles de libros fueron sustraídos como botines de guerra. La mayoría terminó en la Biblioteca Nacional de Chile, pero otros volúmenes fueron rematados en pulperías limeñas o fueron a parar a manos de coleccionistas particulares. Y el otro hecho trágico ocurrió el 10 de mayo de 1943, cuando un incendio destruyó las instalaciones de la biblioteca peruana y redujo a cenizas gran parte de su patrimonio bibliográfico y documental.

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Pero ya antes de este incendio, los libros donados por San Martín eran prácticamente historia. “Entre enero y febrero 1935 —cuenta Trillo— el historiador Pacífico Otero visitó la biblioteca buscando los libros del libertador, descubrió que solo quedaban siete u ocho ejemplares que el director de entonces, Carlos Romero, guardaba en su oficina”. Ese detalle previsor, los libró del fuego, pues, ocho años después, las llamas no alcanzaron la dirección.

“Voyage a l'isle de France, a l'isle de Bourbon au Cap de Bonne Esperance”, de Henri Bernardin de Saint-Pierre. Libro donado por San Martín a la BNP que fue devuelto por Chile, en 2007. FOTO: ALESSANDRO CURRARINO/EL COMERCIO
“Voyage a l'isle de France, a l'isle de Bourbon au Cap de Bonne Esperance”, de Henri Bernardin de Saint-Pierre. Libro donado por San Martín a la BNP que fue devuelto por Chile, en 2007. FOTO: ALESSANDRO CURRARINO/EL COMERCIO
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Los que volvieron

Por un amplio corredor, después de pasar por una docena de modernas torres de anaqueles, se llega a la bóveda de la Biblioteca Nacional. La sólida puerta se abre con asombrosa rapidez luego de que el director de colecciones digita la clave en un pequeño panel numérico. Adentro hay una mesa de regular tamaño y sobre la izquierda un conjunto de anaqueles. Ahí se conservan incunables, libros antiguos y rarezas bibliográficas, como un manuscrito de Apu Justo Sahuaraura, un descendiente de Huayna Cápac, con dibujos de incas coloniales.

“Histoire du Prince Eugene de Savoye: généralissime des Armées de l'Empereur et de l'Empire” (1777), de Eléazar de Mauvillon. Libro perteneciente a la colección de José de San Martín que se resguarda en la BNP. FOTO: ALESSANDRO CURRARINO/EL COMERCIO
“Histoire du Prince Eugene de Savoye: généralissime des Armées de l'Empereur et de l'Empire” (1777), de Eléazar de Mauvillon. Libro perteneciente a la colección de José de San Martín que se resguarda en la BNP. FOTO: ALESSANDRO CURRARINO/EL COMERCIO
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Entre estos volúmenes, se resguardan los libros de San Martín salvados del fuego en 1943, pero también los recuperados tras las devoluciones realizadas por el gobierno chileno en 2007 y 2017. De estos libros que han retornado de Chile, los especialistas de la BNP han identificado más de 50 unidades bibliográficas pertenecientes a la colección del libertador, que se pueden individualmente en línea. Ejemplares que tienen el ex libris orlado, así como los antiguos sellos de Biblioteca de Lima.

“En total tenemos ahora 64 libros de San Martín”, anuncia con orgullo Trillo. Casi un diez por ciento de la biblioteca donada hace 200 años. Todos estos ejemplares ya han sido declarados patrimonio cultural de la nación (el último grupo de 26 unidades bibliográficas obtuvo este reconocimiento este año), lo que les otorga una protección legal frente a eventuales pérdidas o robos.

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Entre las joyas sanmartinianas, destacan tres títulos de Voltaire: “Theatré” (1809), “Alzire ou les Americains: tragédie” (1809) y “Catilina ou Rome Sauvée: tragédie” (1809); ocho unidades bibliográficas de “Elementos de matemática”, de Benito Bails (1775-1781), varias obras de Mirabeau, entre ellos su “Collection complete des travaux de M. Mirabeau l’aine. A l’assemblée nationale” (1791), dos volúmenes de “Le dictionaire des arts et des sciences”, de Thomas Corneille (1731) y dos de “L’histoire du regne de l’empereur Charles-Quint”, de William Robertson (1771) y cinco tomos de “Histoire du Prince Eugene de Savoye: généralissime des Armées de l’Empereur et de l’Empire” (1777), de Éléazar de Mauvillon.

"Le dictionaire des arts et des sciences”, de Thomas Corneille (1731). Libro de don José de San Martín devuelto por Chile en 2007. Se conserva en la bóveda de la BNP. FOTO: ALESSANDRO CURRARINO/EL COMERCIO
"Le dictionaire des arts et des sciences”, de Thomas Corneille (1731). Libro de don José de San Martín devuelto por Chile en 2007. Se conserva en la bóveda de la BNP. FOTO: ALESSANDRO CURRARINO/EL COMERCIO
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Asimismo, dos tomos de “Voyage a l’isle de France, a l’isle de Bourbon au Cap de Bonne Esperance” de Henri Bernardin de Saint-Pierre, dos tomos de “Histoire des nouvelles découvertes faites dans la Mer du Sud en 1767,1768,1769, 1770” (1774), de Anne Francois Joachim Freville y un libro titulado “Agricultura general que trata de la labranza del campo y sus particularidades: crianza de animales, propiedades de las plantas que en ella se contienen y virtudes provechosas a la salud humana”, de Alonso de Herrera.

El mensaje de Palma

Entre esta recuperada biblioteca sanmartiniana, hay uno que tiene un valor especial. Es un pequeño tratado de quiromancia que, se puede decir, ha permanecido en la biblioteca durante toda su azarosa historia. Se titula “Opus pulcherrimuz chiromantie: cum multis additiôibus nouiter impressuz”, y es un incunable de 1499. “Es un libro que siempre mostramos”, afirma Trillo. La razón no solo está en sus vistosas ilustraciones explicativas para la lectura de manos, sino en una nota de puño y letra de Ricardo Palma que aparece en su primera página. Ahí, el tradicionista cuenta cómo lo recuperó de manos de un soldado chileno en 1881, al conseguir que se lo vendiera por dos reales de plata. En un testimonio de 1888, el conservador Manuel Calderón constató que este ejemplar lucía el ex libris del libertador, pero ahora este distintivo ha desaparecido. Son las heridas de un pequeño libro salvado de la guerra y del fuego. Una resistencia bicentenaria.

Anotación de Ricardo Palma en “Opus pulcherrimuz chiromantie", un pequeño tratado de quiromancia, donado por San Martín a la BNP, que el tradicionista rescató de las manos de un soldado chileno en 1881.  FOTO: ALESSANDRO CURRARINO/EL COMERCIO
Anotación de Ricardo Palma en “Opus pulcherrimuz chiromantie", un pequeño tratado de quiromancia, donado por San Martín a la BNP, que el tradicionista rescató de las manos de un soldado chileno en 1881. FOTO: ALESSANDRO CURRARINO/EL COMERCIO
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Ilustraciones del “Opus pulcherrimuz chiromantie", un incunable de 1499 que el libertador donó a la BNP hace 200 años. FOTO: ALESSANDRO CURRARINO/EL COMERCIO
Ilustraciones del “Opus pulcherrimuz chiromantie", un incunable de 1499 que el libertador donó a la BNP hace 200 años. FOTO: ALESSANDRO CURRARINO/EL COMERCIO
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MÁS INFORMACIÓN

-“Théatre” (1809) de François-Marie Arouet (Voltaire) reúne la producción teatral del escritor francés. Luego de su muerte se publicaron sus obras completas, lo que generó gran expectativa entre quienes compartían los ideales del movimiento ilustrado.

-”Histoire des nouvelles découvertes faites dans la Mer du Sud en 1767,1768, 1769, 1770″ (1774), de Anne Francois Joachim Freville, narra la historia de los nuevos descubrimientos hechos en el Mar del Sur en la segunda mitad del siglo XVIII.

-”L’histoire du regne de l’empereur Charles-Quint” (1771), de William Robertson, analiza el gobierno político y los acontecimientos principales del reinado del emperador Carlos V.

-“Histoire du Prince Eugène de Savoye: généralissime des Armées de l’Empereur et de l’Empire” (1777), de Éléazar de Mauvillon, narra la historia del príncipe Eugenio de Saboya, uno de los máximos generales austriacos, clave en la derrota de los turcos otomanos.

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