La nueva película de animación "El principito", que fue presentada fuera de concurso en Cannes, no pretende ser una versión más de una historia archiconocida, sino retratar cómo el libro afecta a quienes lo leen y acercarlo a quienes aún no lo han hecho.
Dirigida por Mark Osborne, realizador de "Kung Fu Panda", la cinta cuenta la historia de una niña cuya madre ya ha planificado cada minuto del futuro de su existencia, encaminada a obtener el éxito en los estudios y después ser profesional.
La pequeña conocerá de pronto a su nuevo vecino, un excéntrico aviador que le introducirá en el mágico mundo de "El principito" y que la ayudará a mirar a las estrellas de una forma distinta.
La película está rodada con dos técnicas muy diferentes para los dos relatos paralelos: por un lado se utilizó la animación por ordenador para narrar la "realidad" de la niña y el aviador, mientras que para los fragmentos que reconstruyen la historia original del libro se utilizó la animación o "stop motion".
El resultado es una bella película, más dirigida a un público infantil que adulto, que logró un prolongado aplauso en su estreno en el Festival de Cannes.
"El libro era especial en mi vida. Mi mujer me lo regaló hace 25 años cuando estábamos en la universidad. Ella solía citarlo a menudo y cuando leí un ejemplar por fin lo entendí todo. Soy muy consciente del poder del libro y de que se convierte en parte de tu vida, por eso al principio dije que no al proyecto", dijo Osborne en rueda de prensa.