La intelectual peruana Rosa Arciniega vivió en España por ocho años y supo ganar un espacio en el círculo de intelectuales y los medios de comunicación. (Editorial Renacimiento)
La intelectual peruana Rosa Arciniega vivió en España por ocho años y supo ganar un espacio en el círculo de intelectuales y los medios de comunicación. (Editorial Renacimiento)
Diana Gonzales Obando

El nombre de Rosa Arciniega (1903-1999) pasó de resonar en los círculos de intelectuales y la prensa española de los años treinta a ser solo un susurro en la actualidad. Sabemos que la memoria histórica acerca de las mujeres es frágil y muchas veces terminan en el olvido, pero hoy su palabra, sus novelas, artículos periodísticos, crónicas y correspondencia se convierten en el testamento de esta escritora peruana que conquistó al país europeo.

Mientras los poetas vanguardistas escribían su admiración por los aeroplanos, Rosa Arciniega los dominaba. Como aviadora, Arciniega alzó vuelo en Perú y España, país donde desarrolló su más sólida, prolífica y celebrada obra literaria que se preocupó por la situación de la clase obrera frente a la industrialización y el progreso, el papel de las mujeres y de los menos favorecidos. Su belleza e inteligencia enamoró a varios, y su personalidad moderna, arrolladora e intimidante llamó poderosamente la atención de hombres y mujeres de Europa y Latinoamérica.

DE CABANA A MADRID

Sobre la vida y obra de Rosa Amalia Arciniega todavía quedan vacíos, pero investigaciones como la de la crítica española Inmaculada Lergo rescatan los datos imprescindibles de la vida de la escritora que se van escribiendo y reescribiendo conforme más los profundiza.

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Además de ser especialista en la vida y obra de Arciniega, Lergo es poeta, Miembro Correspondiente de la Academia Peruana de la Lengua y una apasionada que va tras las pistas --a modo detectivesco-- de Rosa Arciniega. Así, ha cazado datos como el de su año exacto de nacimiento.

Vía telefónica desde España, asegura Lergo que la escritora nació en 1903, pues así lo consigna la partida de nacimiento a la cual tuvo acceso. “Era común en las mujeres de la época que se bajaran la edad”, nos dice en referencia a las otras fechas que aparecen también en artículos académicos, siendo 1909 la más repetida. Lo mismo sucede con su lugar de nacimiento, pues se creía que Arciniega había nacido en Lima, sin embargo fue realmente en el pueblo de Cabana, Pallasca, en Áncash. En la capital estudió en el colegio San José de Cluny.

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Publicado por Pesopluma en Jueves, 1 de abril de 2021

En 1924, a los 21 años, se casa con José Granda Pezet y juntos emigran a España en 1928 pasando probablemente por Francia que en aquella época era de parada obligatoria. Su única hija, Rosa Beatriz, nació en Barcelona ese mismo año. Aproximadamente en 1929 o inicios de 1930, se traslada a Madrid, según consigna Lergo en el prólogo de la edición peruana de la novela distópica Mosko-Strom (Pesopluma, 2021), la tercera novela de Arciniega.

En España vivió solo hasta 1936, año en que empezó la guerra civil, y regresó al Perú; sin embargo, bastaron estos ocho años en Europa para crear una obra literaria y periodística no solo prolífica, sino exitosa y celebrada.

UNA OBRA FULGURANTE

Su carrera como escritora comenzó en el Viejo Continente. Con una hija todavía en la infancia, Arciniega publica su primera novela, Engranajes (Renacimiento, 1931), con la que gana el reconocimiento de “El mejor libro del mes”, además de convertirse en la primera mujer en obtenerlo. Y este no era cualquier premio. Un mes antes lo había ganado Pío Baroja y un mes después Miguel de Unamuno, tótems de las letras hispanas. Así era el nivel literario de la escritora, el mismo que la catapultó a la fama de inmediato.

“Su primera novela tuvo un éxito fulgurante. Recibió el premio ‘El libro del mes’ que lo concede un jurado muy prestigioso en el que estaba Azorín”, nos comenta Lergo. “A partir de allí fue una mujer muy prolífica. Escribió en muchas cabeceras (publicaciones periódicas) de España y durante toda su vida siguió haciéndolo para Estados Unidos y países hispanoamericanos”. Ese mismo año repitió el reconocimiento con una nueva novela, Jaque-Mate (Panorama del siglo XX). En 1933 publica Mosko-Strom y Vidas de celuloide al año siguiente, ambas con la editorial Cenit.

Edición peruana de la novela distópica de Rosa Arciniega, "Mosko-Strom", publicada por la editorial Pesopluma este 2021. Lleva el prólogo de Inmaculada Lergo. (Pesopluma)
Edición peruana de la novela distópica de Rosa Arciniega, "Mosko-Strom", publicada por la editorial Pesopluma este 2021. Lleva el prólogo de Inmaculada Lergo. (Pesopluma)

Su prestigio subió como la espuma y es que era extraño encontrar a una mujer que se dedicara de lleno a la escritura y mucho menos a la narrativa politico-social como la que propone Arciniega en su obra a partir de Engranajes, con temáticas duras como el conflicto entre la modernidad, la industrialización y el progreso frente a la situación de los obreros: “Parecía que el mundo iba a cambiar y todos los inventos y la moderna forma de vivir iban a transformar la sociedad. En su novela Mosko-Strom, el mensaje es: cuidado por dónde deriva esa modernidad, de ahí esa distopía de la novela. Por un lado, hay que apoyar toda la tecnología e inventos, pero también era crítica con el problema social que esta nueva ola de industrialización y modernidad estaba llevando a la clase proletaria a unos niveles de opresión y una vida de la cual a los obreros les resultaba difícil salir”, nos dice la especialista.

En el preliminar de Engranajes escribe Arciniega: “Pasar por la vida con una corona de mirlos en la frente o una cajita de rapé en la mano, es viajar en el coche de la incomprensión y el egoísmo (...) Negar la existencia del dolor es absurdo. Orillarlo, silenciarlo, antihumano. Reducirlo a justas proporciones, a justas palabras, a su justa, fina y propia sencillez… ¡he ahí el gran problema!”. Para ella era esencial dar a conocer “los grandes conflictos colectivos” de la humanidad, era un propósito de vida.

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Además de un cuidado estilo narrativo, Inmaculada Lergo destaca también que Rosa Arciniega “tenía un pensamiento libre y peculiar dentro de ideologías progresistas de izquierda, sobre la defensa de la mujer y de dónde tenían que estar (de hecho ella estaba ahí), pero no le gustaba que la etiquetaran. Cuando habla de feminismo o lucha obrera lo hace desde una perspectiva muy personal. No se adscribe a clichés prefijados”, agrega.

UNA MUJER CON CORBATA

Ver su rostro en las páginas de los diarios destacando en su cobertura sus presentaciones y reseñas de los libros “de la peruana Rosa Arciniega” se volvió constante. Los discursos que pronunció en espacios de prestigio y de difícil acceso como el Lyceum Club Femenino y en el Ateneo de Madrid también fueron reseñados por los medios.

Su apariencia y vestimenta con elementos de la moda masculina de la época, como corbata o pantalones, llamaron poderosamente la atención. (Editorial Renacimiento)
Su apariencia y vestimenta con elementos de la moda masculina de la época, como corbata o pantalones, llamaron poderosamente la atención. (Editorial Renacimiento)

Una apariencia masculina, moderna y extravagante para la época, con corbata, pantalón y boina, generaba mayor intriga, así como encanto en sus colegas escritores: “Emilio Fornet la describe así en un artículo dedicado a ‘Las mujeres en el arte’: ‘es interesantísima. Vive rodeada de extrañas cosas: cráneos de indios, minerales, serpientes en alcohol, pipas de Kif… Muy moderna, muy nueva, con algo de faquir indio y de camelia. Parece una antigua princesa india que está en trance de conquistadora de Europa, disfrazándose para ello con un traje de muchacho en que entran la boina, la corbata, el cuello y las rebeldías audaces del pensamiento actual (...)”, señaló Lergo en su investigación citando al escritor y cineasta Fornet.

La historiadora María del Carmen Simón Palmer rescató en su artículo “Autoras peruanas en España: relaciones culturales” el impacto de la escritora en el círculo de intelectuales de la época: “Sus colegas masculinos no dejaron de hacer alusión a un aspecto que consideraban ‘excéntrico’ unos y sumamente atractivo la mayoría. La encontramos también como protagonista, entrevistada y fotografiada por asuntos diversos desde su condición de piloto hasta dando su opinión sobre la muerte, un tema que le permite aparecer en la prensa con calaveras y animales exóticos disecados que decoraban su casa”. Y sentencia: “Ha sido ignorada misteriosamente en las historias de la literatura”.

AL RESCATE DE SU OBRA

El nieto de Arciniega, Mario Merlo, hoy radicado en Buenos Aires, mantiene comunicación con Inmaculada Lergo y guarda cartas, así como material inédito de la escritora vanguardista. Precisamente, fue en Argentina donde Arciniega llegó a radicar hasta su fallecimiento en 1999 y donde se desempeñó como agregada cultural del Perú. Este cargo la convirtió en la primera mujer diplomática del país en 1986.

Rosa Arciniega falleció en Argentina en 1999. Fue la primera mujer diplomática del país. (Archivo Histórico GEC)
Rosa Arciniega falleció en Argentina en 1999. Fue la primera mujer diplomática del país. (Archivo Histórico GEC)

Rosa Arciniega encarnó el espíritu de la modernidad en la que vivió y reediciones como la de Pesopluma en Perú y las que viene realizando la Biblioteca Rosa Arciniega desde España buscan rescatar a la intelectual peruana de un injusto olvido.

MÁS INFORMACIÓN

  • Según datos de la investigadora Inmaculada Lergo, Rosa Arciniega publicó como periodista publicó en medios como El Tiempo de Bogotá, La Crónica de Buenos Aires, El Universal de Caracas, El Telégrafo de Guayaquil, El Diario de Nueva York, La Prensa de San Antonio y La Opinión de California.
  • Escribió una serie de biografías noveladas de conquistadores como Don Pedro de Valdivia: conquistador de Chile, Dos rebeldes españoles en el Perú: Gonzalo Pizarro (el gran rebelde) y Lope de Aguirre (el cruel tirano), Pedro Sarmiento de Gamboa, el Ulises de América y Pizarro (Biografía del conquistador del Perú). Y Tres biografías líricas: Beethoven, Schubert y Chopin
  • En Lima, estuvo en el círculo de José Carlos Mariátegui y en España, perteneció al grupo de mujeres de izquierda, así como a la Revista de Occidente de José Ortega y Gasset. También, mantuvo relación con los intelectuales peruanos que vivían en España como Xavier Abril.
  • La reciente edición de Mosko-Strom de Rosa Arciniega se encuentra en librerías y se puede solicitar vía la página web de la editorial Pesopluma.
  • Rosa Arciniega es una de las figuras celebradas en la exposición “21 intelectuales peruanos del siglo XX”, organizada por el Proyecto Especial Bicentenario. .
  • Conoce los perfiles de los peruanos ilustres que se publican cada miércoles en El Comercio, en la sección especial. La próxima entrega será el miércoles 14 de abril.

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