Phil Robertson, el carismático patriarca del reality show "Duck Dynasty", falleció dejando tras de sí una vida marcada por la transformación, el amor incondicional y la fe. Su esposa, Kay Robertson, conocida cariñosamente como Miss Kay, le dedicó un tierno homenaje en Instagram dos meses antes de su partida. “Phil me cuida y yo lo cuido”, escribió el 22 de marzo, revelando la intimidad y complicidad de una pareja que superó las tormentas para encontrar la calma juntos.
EL SENTIDO MENSAJE DE KAY PARA PHIL ROBERTSON
Durante años, Miss Kay fue el ancla en medio del caos. En su mensaje, recordó los difíciles comienzos: “Nuestros primeros años fueron complicados, y nunca imaginé que nuestra familia convertiría esa historia en una película”.
La película "The Blind" retrata precisamente esos tiempos turbulentos: los años salvajes, marcados por adicciones, errores y dolor, pero también por el milagro de una transformación espiritual. “Si la historia de los años sin Dios de Phil puede ayudar a que la gente encuentre a Jesús, esa es la historia que seguiremos contando”, escribió ella.
Robertson estaba lidiando con un conocido diagnóstico de Alzheimer, además de otros problemas de salud (Crédito: Kay Robertson - Instagram)
LOS MOMENTOS DIFÍCILES QUE VIVIÓ PHIL Y SU FAMILIA
La muerte de Phil Robertson fue confirmada el 25 de mayo por su hijo y su nuera a través de las redes sociales. Aunque no se reveló la causa exacta del fallecimiento, se sabía que Robertson enfrentaba desde hace tiempo un diagnóstico de Alzheimer, junto a otros problemas de salud. Su batalla, silenciosa y digna, fue llevada con el mismo espíritu que marcó su conversión: fortaleza, humildad y fe.
En abril, su hijo Jase Robertson compartió en un podcast que la enfermedad de su padre había empeorado y que su madre también pasaba por momentos complicados. A sus 77 años, Miss Kay había estado hospitalizada tras una caída que derivó en una infección. Aun así, desde la fragilidad de sus propios días, seguía preocupándose por su “hombre pionero”, como lo llamó en su tributo.
Phil Robertson y su esposa Kay Robertson (Foto: AFP)
PHIL Y KAY FUERON MÁS QUE UNA PAREJA MEDIÁTICA
Ellos fueron testimonio vivo de redención, de segundas oportunidades y del poder transformador del perdón. En una publicación anterior de 2024, Phil le escribía a su esposa: “Hubo una época en la que yo era un borracho descontrolado y despreciable. Pero ahí estabas tú, limpiando mis desastres… creyendo con todo tu corazón que Jesús estaría allí para lavar mis pecados”. Su historia, más allá del reality show, fue un relato de gracia.
“The Blind”, estrenada para mostrar los orígenes de su relación y su encuentro con la fe, cobra hoy una nueva dimensión. Ya no es solo una película biográfica, sino una cápsula del tiempo, un testimonio duradero de amor, lucha y transformación que ahora sirve como legado para sus hijos, nietos y millones de seguidores.
En tiempos donde la fama muchas veces opaca lo humano, Phil y Miss Kay mostraron lo contrario: que detrás del éxito puede haber cicatrices, pero también sanación. Que los matrimonios reales no se sostienen por la perfección, sino por el perdón. Que la fe no es solo una creencia, sino una forma de vivir y de morir.
