
Si estás siguiendo semana a semana la tercera temporada de “El verano en que me enamoré” (“The Summer I Turned Pretty”) en Amazon Prime Video, sabrás que cada capítulo se siente como una bomba emocional esperando estallar. Entre triángulos amorosos, decisiones impulsivas y mucho drama juvenil, la historia de Belly sigue desarrollándose en un terreno cada vez más complicado. Y sí, el quinto episodio fue otro golpe directo al corazón... especialmente si eres del #TeamConrad.
Antes de que sigas leyendo, tengo que advertirte algo importante: ALERTA DE SPOILERS. A partir del próximo párrafo voy a contarte todo lo que pasó en el capítulo 5 de la temporada 3. Así que, si todavía no lo viste y prefieres vivirlo sin saber qué viene, tal vez quieras guardar este artículo para más tarde.
CONRAD, RECUERDOS Y MUCHO DOLOR CONTENIDO
Este episodio se mete de lleno en la cabeza de Conrad Fisher, interpretado por Christopher Briney, mostrándonos su lado más vulnerable y humano. Desde el principio, vemos que no ha superado sus sentimientos por Belly (Lola Tung), a pesar de que ella está comprometida con su hermano Jeremiah (Gavin Casalegno). El capítulo comienza con un flashback de un abrazo muy cargado de emociones entre los dos, que lo deja a él completamente descolocado.
Lo interesante es que la mayoría de la acción sucede mientras él realiza tareas aparentemente simples como reparar cosas en casa o tener conversaciones incómodas con su padre, Adam. Pero por dentro, lo que realmente sucede es una lucha constante con los recuerdos y el arrepentimiento. A lo largo del día, Conrad se obliga a mantenerse ocupado, mientras observa en silencio cómo la vida de Belly avanza sin él.
BELLY SE QUEDA SOLA… PERO NO POR MUCHO TIEMPO
Mientras todos hacen sus propios planes, desde Taylor y Steven hasta Jeremiah, Belly se queda sola en Cousins Beach. Esa circunstancia es el punto de partida para varios momentos incómodos (y nostálgicos) entre ella y su ex. Aunque intenta mantenerse firme y enfocada en organizar detalles de su boda, está claro que la presencia de Conrad la descoloca más de lo que quiere admitir.
Desde el paseo en bicicleta hasta el momento en que él la recoge con el auto, los dos viven una especie de miniviaje emocional. Recorren tiendas, recuerdan su infancia y, poco a poco, rompen el hielo. Aunque la tensión sigue presente, también hay espacio para la ternura, como cuando él limpia el jugo de melocotón de su rostro usando su camiseta.

STEVEN, DENISE Y UN REENCUENTRO INESPERADO
Paralelamente, Steven y Denise comparten una subtrama que añade un poco de contraste. Ambos viajan a un evento en Nueva York, y aunque todo empieza como una casualidad, terminan compartiendo reflexiones bastante profundas. Él, que ahora desarrolla videojuegos, se abre emocionalmente, mientras ella le cuenta que siente que su vida está estancada desde su experiencia cercana a la muerte.
No sabemos si esto se convertirá en algo más serio, pero la química está ahí, y claramente ambos se están planteando cosas importantes para su futuro. Además, Taylor vuelve a escena, y aunque su aparición es breve, sirve para recordar que en esta serie nadie está realmente fuera del tablero.
JEREMIAH TOMA EL CONTROL… O AL MENOS LO INTENTA
Mientras Conrad y Belly tienen su día nostálgico, Jeremiah trata de ganarse la confianza de su padre. En la oficina, demuestra que no solo es carismático, sino también capaz y responsable. Al notar errores en unas cuentas, se gana un elogio directo de Adam, quien finalmente aprueba la boda.
Este giro es importante, porque ahora que Adam da su bendición, también asume un rol más activo en los preparativos del casamiento. Lo curioso es que, aunque su apoyo podría parecer positivo, también implica que tomará decisiones grandes, lo que genera cierta incomodidad en Belly.
EL MOMENTO MÁS EMOTIVO: VINO, CONFESIONES Y MELANCOLÍA
Después de un día largo, Belly y Conrad terminan compartiendo una cena improvisada en casa. Con un poco de vino y mucha honestidad en el ambiente, él se sincera. Rememora la última noche que pasaron juntos hace cuatro años, y admite cuánto se arrepiente de haberla alejado. Es un momento crudo, cargado de sentimientos no resueltos, que deja claro que su corazón aún no ha cerrado ese capítulo.
Mientras tanto, Belly parece dividida. Aunque está comprometida con Jere, los recuerdos que comparte con Conrad no desaparecen fácilmente. La intimidad de esa noche, aunque contenida, dice más que cualquier conversación directa.
JEREMIAH APARECE Y LA TENSIÓN VUELVE A ESTALLAR
La calma se rompe con la llegada de Jeremiah, que entra en escena justo cuando las cosas entre su hermano y su prometida parecen estar demasiado cercanas para su comodidad. Conrad, al verlos juntos, recuerda la promesa que le hizo a su madre, Susannah: cuidar de su hermano, pase lo que pase.
La escena final muestra a Belly accediendo a mover la boda al club, una idea que al principio detestaba, pero que finalmente acepta porque piensa que es algo que su madre hubiera querido. Como detalle tierno, ella le promete a Jere que su primer baile será el de “Pulp Fiction”. Y sí, aunque parece todo muy dulce, la mirada triste de Conrad mientras los observa lo dice todo.
¿QUÉ SIGNIFICA TODO ESTO PARA LO QUE VIENE?
El quinto episodio de esta tercera temporada de “The Summer I Turned Pretty” fue, sin duda, un punto de inflexión para todos los personajes. Lo que parecía ser un capítulo de transición terminó mostrando la complejidad emocional de Conrad, el peso de los recuerdos, y cómo una relación del pasado puede seguir teniendo fuerza incluso cuando todo parece haber cambiado.
Con solo unos capítulos restantes, está claro que el cierre de esta historia no será fácil para nadie. Si estás tan atrapado en este lío emocional, sabes que cualquier cosa puede pasar... y que probablemente no saldremos ilesos.

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