
Muchos quedamos atrapados cuando Netflix lanza una nueva edición de algún reality que ya tiene historia, especialmente si está adaptado a un país distinto. Esta vez le tocó al país de las paellas, del Real Madrid y del buen jamón pues se estrenó “Jugando con fuego: España”, una versión picante y muy ibérica de ese formato que tanto ha dado que hablar en todo el mundo. Lo curioso es que, para despistar a los concursantes, los productores los invitaron a un supuesto programa llamado “Maestros de la seducción”, con la mismísima Alba Carrillo como presentadora. Pero claro, todo era una trampa.
Desde el 13 de junio el juego real comenzó en Netflix. Y como ya sabemos los que hemos seguido versiones anteriores, este no es un reality cualquiera. Aquí los participantes, todos jóvenes, guapos y muy dados a dejarse llevar por el deseo, tendrán que resistirse a cualquier contacto físico si quieren quedarse con el jugoso premio de 100,000 euros. Nada de besos, caricias, ni mucho menos relaciones íntimas. Y créeme, con tanta tensión en el aire, eso es más difícil de lo que suena.

¿QUIÉN ES SARAY MARÍN?
Ahora bien, de todos los concursantes, hay una participante que ha llamado mi atención desde el primer episodio: Saray Marín. Y no lo digo solo porque sea guapísima, sino porque tiene ese perfil que no solemos ver en este tipo de programas. A diferencia de otros reality stars que ya llegan con miles de seguidores o incluso carreras de influencers medio armadas, Saray era prácticamente una desconocida antes de entrar al show. En Instagram, por ejemplo, no llegaba ni a los 5 mil fans, aunque eso seguramente va a cambiar muy rápido.
Lo poco que se sabe de ella —por ahora— es lo que deja ver en redes: es una chica joven, segura, espontánea y muy apasionada por los viajes. Basta con echar un vistazo a su perfil para ver fotos en distintas ciudades del mundo, playas paradisíacas y paisajes que hablan de una chica con espíritu aventurero, además de mostrar su belleza y curvas. Es de esas personas que parecen estar siempre buscando nuevas experiencias, y por eso me parece tan interesante verla en un reality donde lo emocional, lo físico y lo competitivo están tan entrelazados.
Cuando la presentaron como parte del elenco de “Jugando con fuego: España”, muchos espectadores se preguntaron: ¿y esta quién es? Pero a medida que avanza el programa, Saray va ganando protagonismo con una mezcla de dulzura, carisma y carácter, que no pasa desapercibida. Tiene una presencia que se hace notar, especialmente cuando se trata de poner límites o de conectar genuinamente con otros participantes.
Saray tiene potencial para convertirse en una de las favoritas del público. No solo por su evolución dentro del reality, sino porque transmite esa mezcla de inocencia y determinación que conecta fácilmente con la audiencia. Si el programa sigue dándole espacio, estoy seguro de que va a dar mucho de qué hablar, y no solo por alguna que otra tensión romántica.
Eso sí, no descartaría que, una vez terminado el show, Saray empiece a recibir ofertas de marcas, colaboraciones en redes o incluso entrevistas en medios. Ya sabemos cómo funciona esto: una buena edición en un reality de Netflix puede cambiarte la vida en cuestión de semanas. Y si alguien parece estar lista para ese salto, es ella.
Así que si eres fan de los realities donde hay emoción, risas, conflictos y descubrimientos personales, te recomiendo seguirle la pista a Saray. No solo dentro del show, sino también en lo que venga después. Porque algo me dice que su historia apenas está comenzando.
FOTOS DE INSTAGRAM DE SARAY MARÍN


TRÁILER DE “JUGANDO CON FUEGO: ESPAÑA”
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Bachiller en Periodismo de la Universidad Jaime Bausate y Meza. Con siete años de experiencia en medios de comunicación escritos, tanto en ediciones impresas como digitales. Actualmente redacto para el Núcleo de Audiencias del Grupo El Comercio.