
Mientras el número de fallecidos por las inundaciones en Texas supera los cien, una historia de esperanza y heroísmo emerge entre la devastación: la de Scott Ruskan, un joven de 26 años que, en su primera misión como rescatista de la Guardia Costera de Estados Unidos, logró salvar a 165 personas.
El foco del desastre ha sido el campamento cristiano Mystic, en el centro del estado, donde al menos 27 niñas han perdido la vida. Sin embargo, esa cifra pudo haber sido mucho peor de no ser por la rápida y decidida intervención de Ruskan.
Tras completar su entrenamiento hace solo seis meses, fue asignado a una tripulación que despegó de Corpus Christi la madrugada del viernes rumbo a la zona del desastre.
El viaje, de por sí complicado, duró entre siete y ocho horas debido a las severas condiciones meteorológicas. “Los pilotos dijeron que fueron unas de las peores condiciones en las que jamás habían volado”, aseguró el teniente comandante Steven Roth, portavoz de la Guardia Costera.

Solo contra el caos
Aunque Ruskan formaba parte de una tripulación de cuatro personas, él fue el único socorrista que descendió en Camp Mystic: los otros tres eran dos pilotos y un mecánico de vuelo.
Una vez en tierra, organizó por su cuenta un sistema de triaje médico para evaluar a las víctimas y priorizar evacuaciones urgentes.
Coordinó la llegada de hasta 12 helicópteros y guió a las víctimas, muchas de ellas en estado de pánico, hacia zonas seguras.

“Las niñas estaban aterrorizadas. Las despertaron las inundaciones en plena noche, y Scott fue el primer socorrista que vieron”, relató Roth.
En declaraciones al programa Good Morning America, Ruskan compartió detalles del dramático operativo, aunque restó importancia a su propia hazaña.
“No se trata de mí. Se trata del equipo. La Guardia Costera tiene uno de los entrenamientos de más alto nivel del mundo”, dijo con humildad.

Continúan buscando a desaparecidos
Las labores de búsqueda en Texas continúan ocho días después de las devastadoras inundaciones del 4 de julio.
Al menos 129 personas han muerto y más de 170 siguen desaparecidas, la mayoría en el condado de Kerr, el más afectado.
La crecida del río Guadalupe alcanzó niveles casi sin precedentes, dejando una gran cantidad de víctimas y escombros en su paso.
Las inundaciones en Texas no solo han dejado destrucción, también han revelado historias conmovedoras. Entre ellas, la del perro hallado con vida entre los escombros de su hogar. Otra historia impactante es la de un bombero voluntario que logró alertar del repentino desbordamiento del río Guadalupe.
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