Brian Gavidia vivió una escena tan absurda como preocupante en su propio taller mecánico, ubicado en el este de Los Ángeles. El pasado 12 de junio, dos agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) lo sujetaron con fuerza contra una reja mientras él, una y otra vez, repetía: “¡Soy ciudadano estadounidense!”. No sirvió de nada. A pesar de haber nacido en Estados Unidos, fue detenido.
Los agentes de ICE, fuertemente armados, llegaron en una patrulla fronteriza, con el rostro cubierto, y no solo se llevaron a Gavidia, sino también a su amigo, quien también es ciudadano estadounidense.
Este último pasó cuatro días detenido. Para Gavidia, no hay dudas de lo que ocurrió: “Me tomaron solo por el color de mi piel”, dijo a Telemundo.
Brian Gavidia, ciudadano nacido en Los Ángeles, fue arrestado por ICE pese a insistir en su nacionalidad. | Crédito: YouTube Noticias Telemundo
Ordenan detener redadas de ICE
El caso llegó a oídos de la jueza federal Maame Ewusi-Mensah Frimpong, nombrada por el presidente Joe Biden. Ella calificó el testimonio de Gavidia como “una montaña de evidencia” sobre detenciones motivadas por discriminación racial.
Como respuesta, emitió una orden que prohíbe a ICE realizar arrestos basados en el aspecto físico, idioma, acento, lugar donde se encuentre la persona o incluso el tipo de trabajo que realice.
Además, pidió al Departamento de Seguridad Nacional (DHS) establecer nuevas directrices claras: solo podrá practicarse una detención si existe una “sospecha razonable”, pero sin ningún tipo de sesgo étnico.
Una jueza federal ordenó frenar estas detenciones discriminatorias y exigió cambios en los protocolos de ICE. | Crédito: ICE en Español / Facebook
“Toda esa práctica es completamente inconstitucional y esta decisión es el primer paso para pararlo”, declaró Gina Amato, abogada de Public Counsel.
La jueza también ordenó al gobierno que garantice el acceso a un abogado de inmigración a toda persona detenida en un edificio federal de Los Ángeles.
Sin embargo, la respuesta oficial no se hizo esperar. El DHS acusó a la jueza de “socavar la voluntad del pueblo estadounidense” y defendió la labor de ICE. Por su parte, el fiscal Bill Essayli aseguró que los agentes “nunca han detenido personas sin la justificación legal adecuada”.
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